MIGUEL F. CANSER
REFLEXIONES DE TIPO SOCIAL Y POLÍTICO.
jueves, 25 de julio de 2024
¿POR QUÉ MIENTEN LOS POLÍTICOS?
lunes, 11 de septiembre de 2023
EL POLÍTICO DEL FUTURO
Ahora lo que se busca es el control
total, tanto desde el punto de vista económico, como la identidad digital, a lo
que nos quieran obligar. Todos somos alguien, nuestros datos individuales se
extrapolan de forma colectiva para conocernos por edificios, calles, barrios,
ciudades, etc. Saben todo de nosotros y, cuando te conocen, el próximo paso es
la manipulación con motivos económicos y políticos. Brindamos datos muy
valiosos. El mero hecho de tener un móvil o una cuenta bancaria, ya es una
imposición, no es una opción. Perdemos libertad e intimidad. La utopía perversa
ha quedado desfasada, los dispositivos de control ya no los ponen los
gobiernos, sino otros. Nos espían sin permiso. Vamos a un mundo de élite muy
reducida, pero más pequeña, rica e influyente que va a estar ligada a IA
(Inteligencia Artificial) y los demás vamos a sobrar. Ya se habla de reducción
de población.
La crisis del sector primario es una
realidad. Estamos arruinando nuestra propia riqueza. Existen normas
administrativas creadas por personas que no conocen la realidad del campo y las
penurias que se pasan. Sobre el ecologismo urbanita, no sabemos cómo nos
afectará en el futuro. El consumo de insectos o alimentos que nacen de procesos
químicos, como los productos vegetales que imitan la carne, nadie sabe cómo van
a sentar al conjunto de la sociedad, si crearán enfermedades o alergias. No hay estudios, pero nos dicen que no
comamos carne tradicional. La carne está demonizada y las vacas y corderos
también. La carne sintética es otro negocio, así como los transgénicos.
Evocamos un tiempo en el que aún se tenía fe en el poder, y en general de las
ideologías que la sustentaban. Y eso es lo que habría que conseguir, romper
moldes, y hacer, eso que nos parece imposible: hablar del futuro sin hablar de
política.
Mi abuela, como todas las abuelas,
tenía una gran sospecha y cierto temor a realizar cualquier trámite
administrativo. La actitud de la burocracia no ha cambiado mucho, sigue siendo
a menudo condescendiente. Y es que da la sensación que el ciudadano está al
servicio del estado, cuando debería ser al revés. ¿Por qué me piden siempre
documentos que ya poseen? Se preguntaba. Lamentablemente recuerdos de trámites
espeluznantes no son tan lejanos. Los ciudadanos quieren que el estado les
simplifique la vida, quieren reglas claras, procesos simples y resultados
visibles. En una palabra: transparencia.
Por eso, el político debe reinventarse constantemente para lograr cerrar la
brecha entre una sociedad cada vez más digitalizada, y una burocracia a veces
desconectada.
El buen político debe ser, aparte de
honrado, cada vez más efectivo, eficiente y abierto, sustentar sus políticas
públicas con mayor evidencia y fortalecer su capacidad de ejecución de las
mismas. Debe ser abierto, transparente y participativo en su modo de actuar;
debe ser eficiente en su visión estratégica y gestión interna, y debe ser
efectivo en la provisión de sus servicios públicos, buscando soluciones a los
problemas cotidianos de la gente. Huir de la partidocracia: el partido es menos
importante que las necesidades sociales. Los estados, en definitiva, deben
tener al ciudadano al centro de sus preocupaciones. ¿Será posible?
Miguel F. Canser
jueves, 3 de agosto de 2023
ADOLESCENTES
Cuando
los niños y niñas se van haciendo mayores, comienzan a escuchar en su casa y en
la escuela, que las decisiones que tomen en ese momento influirán en toda su
vida. Esto genera una gran responsabilidad. Suelen surgir temas importantes que
condicionan su futuro, o que pueden ser fundamentales en su presente como
pueden ser las notas, el estudio en la universidad, la educación sexual etc.
Las preocupaciones de los adolescentes no son las mismas que las de las
personas adultas, pero son muy importantes. En esta fase de la vida tienen que
hacer frente a retos y situaciones difíciles en las que pueden cometer errores,
pero también en las que aprenden. Las preocupaciones de los adolescentes suelen
estar relacionadas con la aceptación social, la seguridad en sí mismos o su
propia identidad.
Es bastante habitual que los
adolescentes comiencen a pedir una mayor libertad en su vida, respecto a la que
han tenido cuando eran niños/as. En este sentido, los padres y madres tienen un
papel bastante importante, pues deben encontrar un equilibrio entre la
autoridad que tienen y la libertad de sus hijas/os que comenzarán a criticar y
a cuestionar las prohibiciones o limitaciones que les imponen sus padres. La
adolescencia es una época de la vida en la que buscamos ser aceptados, a la vez
que intentamos definir nuestra propia identidad que se diferencia de la de
nuestros padres. Suelen preocuparse por su integración en grupos de personas de
su edad, lo que puede provocar miedo o ansiedad en el caso de no ser aceptados.
Por ello, es necesario plantear la necesidad de prevenir situaciones de
violencia de género entre adolescentes, enseñándoles valores como el respeto,
la igualdad, o la tolerancia, sin olvidar unas dosis necesarias de empatía que
tanta falta hace.
La adolescencia es una época en la que
el cuerpo cambia y puede que la expectativa que se tenga sobre su propio
cuerpo, sea diferente de la realidad. La falta de coincidencia o la comparación
con otros adolescentes, genera preocupación y requiere apoyo necesario para que
entienda que cada persona es distinta. Los trastornos relacionados con la
comida afectan a la población entre los 15 y 16 años, en su mayor parte,
mujeres. También en esas edades, comienzan a sentir atracción por otras
personas sin saber cómo actuar que les genera inquietud. Muchas veces no saben
gestionar esta situación. Es esencial la educación sexual de los adolescentes
para evitar enfermedades de transmisión sexual, o incluso, embarazos no
deseados. Lo habitual en estas edades es la ausencia de recursos económicos, y
que dependan de las pagas que les dan sus progenitores. No deja de ser una
limitación adicionar a lo que puedan comprar o hacer. Muchas veces pueden
sentir que, al no tener acceso a la misma ropa que llevan otros adolescentes de
su grupo, les excluye del mismo.
El miedo al futuro y la búsqueda de una
identidad propia, diferente a la de sus progenitores, pueden generar conflictos
que afecten a su desarrollo y generar un trastorno depresivo. Esos síntomas
pueden ser: tristeza, irritabilidad, aislamiento respecto a sus amigos,
problemas para dormir, etc. En definitiva, las personas que forman parte de su
entorno, deben conocer sus necesidades y preocupaciones, así como evitar
errores que puedan perjudicar su desarrollo futuro.
Miguel
F. Canser
miércoles, 26 de julio de 2023
EGOCENTRISMO Y SOBERBIA
En la soberbia hay grandiosidad,
altanería y egocentrismo, pero también inseguridades, miedos y vacíos. Se trata
de una trampa del amor propio que deja ciegos a quienes entran en su juego. Es
la pasión desenfrenada sobre uno mismo, la falta de humildad y de lucidez. Se
trata de un sentimiento de valoración en el que la persona concentra su foco de
atención en ella misma porque se considera excelente, única y muy por encima de
los demás. Así la soberbia es amiga del orgullo, la vanidad, las ansias de
poder, el narcisismo y, cómo no, el egocentrismo.
Considerarse el ombligo del mundo,
sentirse más importante que nadie, pensar siempre en sí mismo y creer que las
opiniones e intereses propios están por encima de los pensamientos ajenos, son
varios de los rasgos que caracterizan quien utiliza el egocentrismo. Se
autoproclaman especiales y superiores, pero la arrogancia les acarrea
diferentes problemas en sus relaciones sociales. Un ególatra puede tener una
personalidad encantadora y comportarse como un déspota a la vez. En las
relaciones familiares y de pareja son aprovechados y muy manipuladores. Suelen encontrar
dificultad para trabajar en grupo y suelen tener problemas para establecer
amistades y mantenerlas. Al creerse especiales, no aceptan la crítica y
menosprecian las opiniones de los demás. Se sienten infalibles, aunque se
presentan como personas seguras y llenas de autoestima. Estas armas las usan
como mecanismo de defensa porque, en el fondo, son personas solitarias y llenas
de inseguridades; por eso necesitan sentirse adulados y admirados
constantemente.
Lo característico de la soberbia es
que, además de ser ilusoria y rimbombante, es un disfraz que encumbre a la
inseguridad, a la falta de confianza en uno mismo, y al sentimiento de
inferioridad. La persona que padece una soberbia excesiva, está ciega ante sus
errores porque está atrapada por sus aires de grandiosidad. Esconde un profundo
temor a la carencia, a ser menos que los demás y trata de sobrevivir y ser
querida. Así, detrás de la soberbia hay miedo: miedo a no ser capaz, a no ser
bueno, suficiente o reconocido; y ante la incapacidad de asumirlo, de aceptar
esos temores y heridas, trata de maquillarlos. Es una autodefensa porque ayuda
a rechazar antes que ser rechazado. Por esta razón, cuando se sienten atacados,
suelen enfadarse, ponerse a la defensiva, o dejar de hablar durante un tiempo.
Tienen la madurez emocional de un niño. En la soberbia los otros no existen.
Todo le queda pequeño.
El mejor antídoto para la soberbia, es
la humildad: aprender a llevar una vida más sencilla que predomine el valor de
lo importante, como el amor, la sencillez y la generosidad. Además es
importante comprender que no sólo existe uno mismo, sino también están los
otros; trabajar la empatía, que consiste en ponerse en lugar del otro, aceptar
los errores y defectos propios, reconocer las propias limitaciones. No somos el
centro del universo. No queramos aparentar ser grandes ante los demás, porque
quizá, no hemos dejado de ser tan pequeños como nos creemos. Aparentar lo que
no somos, no conduce a nada positivo porque podemos engañar a la gente, pero
también nos engañamos a nosotros mismos.
Miguel F. Canser
sábado, 3 de junio de 2023
LOS ERRORES DE SÁNCHEZ
Se cumplieron todas
las encuestas: bueno, todas no. La del CIS del Sr. Tezanos daba ganador amplio
al PSOE, y no es la primera vez que se equivoca por lo que podemos considerar
que no era imparcial, que manipulaba los datos socioeconómicos y que, a estas
alturas, no sé cómo no ha dimitido o le han cesado ya. El PP ha sido un claro
vencedor en los comicios de ayuntamientos y CCAA, arrebatando al PSOE algunos
feudos que siempre han gobernado ellos. Ante esta debacle, y como un niño
pequeño que le da una rabieta, disuelve el Congreso y convoca elecciones
generales para el próximo 23 de julio en medio de época estival y coincidiendo
con el puente de Santiago Apóstol. ¡Cuántas veces le hemos escuchado decir que
la legislatura llegaría a su término!
La impresión que cunde en las propias
filas socialistas es de desánimo porque Pedro Sánchez se equivocó al plantear
unas elecciones autonómicas y municipales como si fueran un plebiscito sobre su
gestión o su persona. Los anuncios electoralistas de cada fin de semana para
salir en los telediarios han tenido un efecto contraproducente. Lo españoles no
han entendido cómo problemas tan complejos como los de la vivienda o la
sanidad, se pretendan solucionar en un fin de semana, después de haber
permanecido de brazos cruzados durante los cinco años en el poder. Se han
sentido engañados. Propuestas como subvencionar los viajes en interrail para
combatir la precariedad laboral, o subvencionar dos euros para el cine de los
jubilados, causan sonrojo fuera y dentro de estos colectivos.
El talón de Aquiles de Sánchez en esta
campaña fueron los 44 terroristas que Bildu lleva en sus listas. Aparte de las
mentiras que nos ha concedido durante los cinco años de su mandato diciendo lo
que no iba a hacer lo que luego sí hizo, está el clima de confrontación
permanente con la oposición. Parecía que la oposición era él. Quizá haya
influido la presencia de Podemos que hubiera impedido un acercamiento entre PP
y PSOE. Otro error son las cesiones a
los independentistas. En ningún país serio, alguien que atente con
desfragmentar la integración de una nación, que es un delito muy grave, es
indultado modificando la ley de rebelión, sedición, usurpación de funciones
públicas, desobediencia y malversación de fondos públicos como se ha hecho
aquí. Esto no lo hace nadie. No olvidemos que Sánchez ha pasado de ser un
fervoroso defensor de la aplicación del 155, a ceder en algo tan simbólico como
es el carácter del castellano como lengua vehicular en la educación. Y es que
cualquier cesión ante los nacionalistas, no sirve para resolver el problema de
fondo, sino que es un paso más en su camino independentista.
Aquí incluyo también al PNV que es más
paciente que sus homólogos catalanes, pero que comparten, no nos engañemos, el mismo objetivo de romper España. Otro
error es acabar con la separación de poderes y autorizar el “asalto” a la
Justicia, con el disparatado nombramiento de una ex ministra y diputada
socialista al frente de la Fiscalía General del Estado. “¿De quién depende la
Fiscalía?”, se preguntó: “del Gobierno” se contestó a sí mismo…. ¡¡Toma ya!! Lo
de RTVE es tan escandaloso como esperpéntico, pero como lo hacen el PSOE y
Podemos, la inmensa mayoría de los medios permanecen sin pronunciarse. La
gestión de la Covid-19 ha oscilado entre el voluntarismo y la propaganda, sin
duda con las mejores intenciones, pero sin establecer un equipo de expertos
(aunque se anunció luego resultó no ser verdad) que es lo que marca el sentido
común. El Sr. Sánchez presume que, durante su mandato, han sido aprobados tres
Presupuestos Generales que, en vez de regar y satisfacer los deseos de la
sociedad, se han beneficiado los socios gubernamentales, deseosos de meter sus
zarpas en ellos, repartiendo millones aquí y allá. El coste final es una deuda
inmensa que nos hipotecará y tendremos que pagar en muchos años.
Sánchez cree que el pésimo resultado de
su partido se ha debido a factores externos a su gestión; es decir, a la
insistencia de sus rivales en “embarrar la campaña” con elementos como las
listas con etarras o la compra de votos. Y no se da cuenta que es justamente su
gestión y su política de alianzas, lo que los españoles han repudiado este
28-M. Si la distancia entre el PP y el PSOE no ha sido mayor, es porque todavía
una parte del voto se ha decidido en clave local y autonómica, donde los
socialistas tenían buenos candidatos. Manifestar que el PP es “derecha extrema”
es, sencillamente, haber perdido el sentido de la realidad. No todo vale en
política.
El mensaje de las urnas municipales y
autonómicas ha sido tan demoledor para su partido y sus socios, que aconseja
una clarificación sobre la voluntad de los españoles sometiendo el mandato
democrático de su Gobierno a la voluntad popular; aunque el 68% de los
españoles creen que Sánchez lo hace por intereses personales, el resto lo considera una decisión
responsable. Ya veremos qué ocurre.
Miguel F. Canser
miércoles, 29 de marzo de 2023
LACAYOS DE LA POLÍTICA
En poco más de una
década, se ha devaluado el prestigio de las instituciones y de sus actores
políticos; ha cambiado la tipología del sistema de partidos, que ha pasado de
un bipartidismo imperfecto, a un multipartidismo polarizado y se ha
transformado, para peor, la manera en que los jóvenes definen y proyectan sus
expectativas socioeconómicas a medio plazo.
Pero esta década ha sido de una gran complejidad política. Hemos sufrido una
crisis económica, otra territorial y otra de carácter sociopolítico. A raíz de
ello, en el mapa político español se han sucedido conflictos internos en los
partidos tradicionales, aparición de nuevas formaciones, un proceso de
judicialización política y, finalmente, un descenso social en bloque que ha
supuesto el empobrecimiento de un sector de la ciudadanía, a través del
incremento del desempleo y la precarización laboral, con una especial
afectación a las generaciones más jóvenes.
Y es que en política, no debería valer
todo. Los casos de corrupción son tan frecuentes, que parece nos estamos
acostumbrando a que existan. La falta de responsabilidad es tan grande que al
que roba, no sólo no devuelve lo robado, sino que no le sucede nada. Si un
político está juzgado y condenado a años de prisión, y argumenta que está
enfermo, no entra en la cárcel. ¿Acaso no existen en prisión medios necesarios
para administrar un tratamiento adecuado? Todo el mundo sabe que los políticos
son una casta aparte, tienen otro status. Incluso se hacen leyes exclusivas
para ellos; véase las derogaciones de los delitos de sedición y malversación
por ejemplo. El descrédito, para la gente de a pie, es tan evidente que ya no
nos asombra nada de lo que pueda ocurrir.
La política actual ha dejado de ser
representativa de la voluntad popular. No hay más que fijarse en el desarrollo
de las sesiones del Congreso. No se debaten leyes en libertad. Cada diputado
está condicionado a apretar el botón del “sí”, el “no” o la “abstención”, según
lo dicte su líder. Son lacayos del partido que les han puesto en las listas;
por no mencionar los excesivos “Decretos ley” que se han celebrado en el
hemiciclo, parcheando problemas de calado que no solucionan su imperfección en
origen. Además este tipo de procedimiento, realizado a menudo con tanta
urgencia, suele estar mal hecho y eso hace que se modifiquen sobre la marcha.
A poco más de dos meses de las
elecciones autonómicas que, sin duda alguna, serán un termómetro que nos marque
lo que pasará en las elecciones generales de octubre, mucha gente se estará
preguntando a quién destinará su voto. Todo el mundo sabe que a los distintos
partidos y sus candidatos, sólo les preocupa su futuro político; es decir, si
van a seguir contando con el cómodo y beneficioso puesto que les permita seguir
siendo diputado en cualquiera de las CCAA o en el Congreso de los leones. Todas
las trifulcas y disputas entre ellos, incluso del mismo partido, se deben a una
lucha de poder, de estar colocados en las listas. Por ejemplo las diferencias
entre Podemos y Sumar de Yolanda Díaz, es simplemente eso, ver quién figura
como número dos, tres, cuatro, etc. Lo más curioso es que me temo que, pese a
quien pese, van a acabar pagando justos o menos justos por pecadores evidentes.
En el caso de PODEMOS, pagarán todos los adictos “al coletas” por sus
constantes vaivenes y cambios de opinión en nuestra política. Y los esfuerzos
de Yolanda Díaz con su SUMAR, que pretende desmarcarse total y absolutamente de
su promotor inicial, sin estar contaminada por los múltiples errores y consecutivos
de su padrino original.
Ignoro el resultado en las próximas convocatorias
electorales, pero estoy seguro que los errores de calado producidos durante la
actual legislatura, pasarán factura a sus protagonistas. El PSOE no será una
excepción: las promesas de no pactar y luego pactó, las ya enumeradas leyes de
sedición y malversación, la chapuza de la Ley del “sí sólo es sí”, la
corrupción de los ERES en Andalucía, el peaje pagado a los socios de
investidura (ERC y BILDU). El gobierno de Pedro Sánchez ha tenido que afrontar
un cúmulo de retos como pocos: Una pandemia con miles de muertos y enfermos, la
paralización de la actividad para frenar los contagios, sin olvidar la tormenta
Filomena, la erupción del volcán en la Palma, los devastadores precios de la
luz y el gas y aún hoy, los delirantes precios de los alimentos básicos que
traen de cabeza a los consumidores. Y es que el PSOE no tiene socios sólo
vasallos: lacayos a precio de oro. Pedro Sánchez, aparte de sus constantes
cambios de opinión y mentiras, es un presidente atado de pies y manos por sus
socios de gobierno y de investidura sin poder cesar, como seguramente sería su
deseo, a más uno/a.
Las encuestan dicen que el PP ganará
las elecciones pero, con toda seguridad, necesitará los votos de VOX para poder
gobernar. Veremos. El Gobierno, llamado a sí mismo progresista, ha criticado
esta alianza olvidándose con quién pactó él. El resultado será, como siempre,
lo que dictamine con su voto esa mayoría silenciosa, que no da guerra, que no
se manifiesta, pero que decide. Nos vemos en las urnas.
Miguel F. Canser
martes, 7 de marzo de 2023
MEDIOCRIDAD
La mediocridad en la clase política se
percibe como un lastre que limita las potencialidades de un país que se ha
modernizado en todos sus ámbitos. Son muchas las voces que señalan que,
efectivamente, debería incorporar las virtudes y buen hacer de otros
colectivos. El enorme embrollo que acompaña la conformación de una mayoría
parlamentaria, alimenta la sensación de que la política se ha convertido en un
reducto de mediocres. Desde hace años, los ciudadanos españoles perciben a los
partidos políticos como uno de los mayores problemas. El desafecto ciudadano es
ya una realidad extraordinaria. Me pregunto hasta qué punto puede resultar
cierto que, en una sociedad abierta, un colectivo como el político, se
convierta en una especie de isla de mediocridad, rodeada de otros espacios en
los que luce la excelencia.
A la política deben llegar los más
preparados porque de sus decisiones o de la redacción de las leyes, dependemos
el resto de ciudadanos. Si hoy tuviéramos que plasmar el curriculum de la
mayoría de los miembros del Gobierno y muchos de los políticos, nos sobraría la
mitad de una cuartilla y nos limitaríamos a una licenciatura en lo que fuere,
un doctorado a cualquier precio, unos estudios universitarios no finalizados o
no iniciados, y en algunos casos ni siquiera el bachiller. Ser político hoy se ha convertido en una una carrera de avispados. Hoy la
democracia está en crisis, esa democracia que siempre se consideró como la
participación del pueblo en las tareas del estado; no es la democracia que
pretendían Platón y Aristóteles que debería ser el gobierno de los mejores. Hoy
fabricamos en tiempo récord un líder y lo lanzamos a la plaza y a la calle, lo
llevamos a la televisión, a la prensa y, en poco tiempo, sacamos del anonimato
a alguien y lo hacemos famoso y atractivo como se puede “lanzar” una canción o
un intérprete.
Hoy día, en España, no hay una cultura
democrática, nos dejamos llevar por impulsos y nos dejamos arrastrar aún por la
historia, por una guerra civil, creando nuevos hooligans, herederos de un
fanatismo que hay que votar a determinado partido político sí o sí, aunque sus
dirigentes sean unos inútiles. No somos críticos y aún estamos mediatizados por
acontecimientos, revanchas, odios y venganzas. En este país se está más
pensando en un gobierno que nos de subvenciones y que nos dé una renta para
vivir. No estamos pensando en prepararnos para afrontar el reto de un trabajo,
no. Hay una inmensa mayoría de ciudadanos que sólo están pensando en vivir sin
trabajar. No pensamos en el bienestar o en el futuro del país, estando buscando
el bienestar propio sin esfuerzo y sin trabajo.
El político mediocre promociona e
impulsa este sistema. Se acaba de reformar la ley sobre los delitos de
sedición, malversación y de bienestar animal que han supuesto un encendido
debate y han resultado ser de una constante polémica. Permanecer en el poder,
lo perdona todo. El Estado es tan grueso y seboso, que no puede financiarse sin
esquilmar a ciudadanos y empresas y sin endeudarse de manera suicida. Más de
600.000 políticos viven, directa e indirectamente, de los presupuestos públicos
y cientos de instituciones que dedican más de la mitad de sus presupuestos, a
pagar las abultadas nóminas.
La clase política española, tanto la
derecha como la izquierda, y los nacionalismos parásitos y chantajistas que les
venden sus votos para gobernar, se han convertido en centros de colocaciones y
dispensadores de lujos y privilegios, todo pagado por el contribuyente que,
comparativamente, es el más expoliado de Europa, y uno de los más esquilmados
del planeta. Una de las mayores pruebas de mediocridad es no acertar a
reconocer los errores propios ni la superioridad de otros, dando paso a la
soberbia y la falta de humildad. Lo que importa es el poder, sin más.
Miguel F. Canser
domingo, 5 de febrero de 2023
FANATISMO Y PRIVACIDAD
FANATISMO
El fanatismo político es el apasionamiento de una persona que defiende con tenacidad desmedida y ciegamente sus creencias u opiniones políticas, suponiendo una adhesión incondicional a una causa; produciendo en el fanático un comportamiento considerado, en algunos casos, violento e irracional pues está convencido de que sus ideas son las mejores y las únicas válidas, menospreciando las opiniones de los demás, aunque éstas estén en lo correcto. Por tanto, el fanatismo se identifica por el deseo de imponer sus propias ideas y despreciar a quienes son diferentes. Basarse en una serie de pensamientos que son incuestionables, tener una visión sesgada de las cosas donde todo es blanco o negro, y carecer por completo de todo espíritu crítico, eso es el pensamiento único. Decía Winston Churchill que “un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”.
Este tipo de pensamiento es patrimonio de sistemas autoritarios y dictatoriales, que cuando llegan al poder político, suelen desarrollar todo un régimen para la imposición de sus creencias, castigando a los opositores, buscando eliminar cualquier tipo de reflexión, porque donde no existe reflexión, tampoco hay contradicción. En tiempos electorales este fenómeno es bien común, reflejado en la preferencia de líderes políticos en tener fanáticos y no compañeros, pues los primeros confunden lealtad con sumisión, convicción con creencia, poder relativo con poder absoluto, tolerancia con debilidad, flexibilidad con blandura, paciencia con inoperancia y entereza e integridad con fanatismo. Son los mismos que alababan a Hitler, Mussolini, a Pinochet o a Franco. Prefieren el orden antes que la justicia. Cuando escucho a ciertos políticos tengo la sensación que me quieren manipular; muy diferente a cuando hablo y escucho alguna conversación con un amigo, un familiar. No podemos sorprendernos porque intentan meterse en nuestras vidas. La verdad absolutamente cierta nadie la tiene, y cada cual tenemos nuestros sesgos ideológicos y cognitivos, pero, en cualquier caso, intentamos trasladarnos con honestidad.
PRIVACIDAD
Cuando damos nuestro permiso para que algunas aplicaciones sepan nuestra ubicación, estamos permitiendo que sepan dónde estamos, qué sitios frecuentamos, donde compramos, etc. Ya existen empresas que son capaces de, aparte de facilitar nuestra ubicación, saber las tiendas que estamos visitando, lo que nos atrae de ellas, el tiempo que permanecemos en ella para así, averiguar qué es lo que nos interesa y, a la postre, poder ofrecernos esos productos. Lo saben todo, y esos datos, luego se venden a personas que quieren abrir un negocio (gimnasio, fisioterapia, etc.) y les dicen dónde es el sitio más apropiado y dónde existe más demanda del producto que se desea vender. Uno puede pensar: ¿para qué quieren mis datos si soy un particular que no interesa a nadie? Precisamente por eso los datos se extrapolan colectivamente. Se fijan en los grandes almacenes, si te fijas o te interesa algo en especial, si te atrae más algún tipo de música. Todo se utiliza con fines comerciales, pero también con fines políticos; porque sabiendo perfectamente lo que más impera en un barrio concreto, se buzoneará información del partido político adecuado para “animar” al voto. Es la máxima expresión del control vital.
Cuando protestas y te rebelas, te dicen que con esos datos tuyos “no van a hacer nada malo” y que “va a ser mejor para tu seguridad”. Bueno, ofrecen seguridad en detrimento de libertad individual y falta de privacidad. Ya no te digo si, además, utilizamos una tarjeta de crédito para pagar: saben dónde compramos y qué compramos. Nada se hace gratis, Los censos, históricamente, se hacían para saber cuántos ciudadanos había y poder satisfacer sus necesidades; ahora, aparte de saber cuántos somos es, primordialmente, para pagar impuestos. El cambio es totalmente radical. Está dirigido al control total y absoluto de la sociedad.
Las grandes plataformas como Google y compañías de servicio y suministros, ya están utilizando la inteligencia artificial. Cuando solicitan su atención, casi nunca conectas con una persona humana al principio. Nos dirigen por donde ellos quieren. Intentan habituarnos a que la inteligencia artificial prenda totalmente en nuestras vidas. Existe el caso en EEUU de un abogado que ya es inteligencia artificial; incluso jueces en China que, para los casos más rutinarios, también son inteligencias artificiales. Es ir metiéndose poco a poco en nuestras vidas para que lo veamos como una cosa normal, y una vez que nos hemos acostumbrado, lo veremos lo más normal del mundo. Se intenta, en definitiva, que no te molestes, que las cosas no te cuesten esfuerzos, y lo que es peor: que no pienses, “ya lo hacemos nosotros por ti”. Esto lo desarrollan los grandes magnates de la tecnología, las élites que no son hermanitas de la caridad porque pretenden ejercer un control social de otra forma sobre nosotros, sin que nos demos cuenta de esa manipulación.
Ya se están dando casos, subliminalmente, si debemos comer esto o lo otro por el bien del planeta (que sí que es un problema), cuándo debemos acudir al médico y cuándo no. Nos hablan del consumo responsable. Hemos visto los menús que se han dado en la reciente cumbre de Davos, y no han sido precisamente a base del escarabajo pelotero ni otros insectos, nada de eso, Las buenas carnes y los mejores pescados han estado presente. Nos dicen que nosotros tenemos que poner remedio a esto del cambio climático, pero también la cantidad de vuelos privados que surcan el cielo, o la cantidad de coches oficiales con toda la parafernalia de seguridad que circulan a diario, ¿no? Nos piden que utilicemos la bicicleta, pero ellos van a su trabajo en coche oficial. ¿Han visto ustedes a algún diputado, alcalde o concejal ir en bici a trabajar? Yo no. Quizá haya alguno.
Miguel F. Canser
domingo, 1 de enero de 2023
CARRIL BICI SÍ, CARRIL BICI NO
Pero, no sólo están divididas nuestras fuerzas políticas que, al fin y al cabo, no es ninguna novedad, sino --y esto es lo peor-- que también existe una fuerte discrepancia entre la ciudadanía. Podíamos decir que se ha creado un problema donde no lo había. Se empezó en el pasado mes de agosto, con la creación de las zonas de bajas emisiones escolares (ZBE) aprovechando que la mayoría de los vecinos estaban de vacaciones y sus resultados los veremos a partir del 1º de enero de este año cuando entren en vigor. Habrá muchos automóviles que les estará prohibido circular por dichas zonas; incluso para llevar a sus hijos al colegio bajo amenaza de la sanción correspondiente. Y es que cumplir con la famosa Agenda 2030, hay que hacerlo poco a poco, sin que recaiga sobre el ciudadano toda la responsabilidad. Hay cosas que se necesita tiempo para implantarlas, sin prisas y que la nueva situación sea lo menos lesiva para todos.
La Agenda 2030 está integrada por 17 objetivos de desarrollo sostenible y 169 metas que, lógicamente, no vamos a enumerar. Suponen un nuevo reto de toda la comunidad internacional para lograr erradicar la pobreza, extender el acceso a los derechos humanos, lograr un desarrollo económico global sostenible y respetuoso con el planeta y los recursos que ofrece…... Bien. Perfecto. Y ¿creemos que, de aquí a 7 años, vamos a conseguir todo eso? No se lo cree nadie. El objetivo que persigue es necesario y compartido, pero su puesta en marcha no puede hacerse con prisas….. A lo nuestro: carriles bici y asfaltado de las calzadas todo junto. Y es que las elecciones están a la vuelta de la esquina, y después de casi cuatro años de inacción e inmovilismo, ahora quieren hacer todo de una vez.
Todos queremos una movilidad más sostenible y una ciudad libre de humos, pero no a costa de complicar la vida a los ripenses. La realidad es que vivimos en una ciudad dormitorio, donde la mayoría de sus habitantes trabajan fuera de la ciudad, lo que supone que la utilización del automóvil es muy necesaria y el transporte público por carretera muy deficitario; siendo necesario sacar el coche aunque sólo sea para dejarlo en el parking del Metro, pues la extensión de Rivas es tan grande, que no existe cerca una estación y no es operativo utilizarlo por los transbordos a efectuar. Los carriles bici se han puesto en muchas de las arterias principales que los vecinos deben usar para su día a día: comprar, ir a trabajar o llevar a los niños al colegio; sin olvidar a los repartidores que no tienen sitio para poder cargar y descargar sin perturbar la circulación normal. Se ha cercenado la libertad de movilidad, siendo el pequeño comercio el más perjudicado. Obligar a la gente a circular a 30 Km hora, requiere tiempo y una metodología constante a nivel informativo y pedagógico.
Mónica Carazo, portavoz del PSOE de Rivas Vaciamadrid y vicealcaldesa de la ciudad, ha dejado vislumbrar que “la red de carriles bici es un proyecto de nueva forma de movilidad sostenible; eso no significa que no se vayan a realizar cambios en el futuro. En todo caso, el proyecto será evaluado y revisado, para poder introducir las mejoras o modificaciones que sean necesarias”. Eso es lo correcto. La experiencia nos va a decir si fue acertado o no la implantación masiva de estos carriles. Lo que está claro es que el carril bici no debe provocar atascos como los que he vivido a nivel personal. Quizá se han copiado modelos de otros sitios que no tienen que ser los adecuados para Rivas. La bicicleta o el patinete eléctrico es un medio de transporte interesante, pero su utilización es minoritaria y recreativa, y no pueden ser la única apuesta de este Ayuntamiento. Además, cualquiera puede comprobar la infrautilización de estos carriles generalmente vacíos, siendo su ocupación muy testimonial.
Asimismo, la Portavoz de Podemos Rivas, Vanessa Millán, ha manifestado que “estos cambios que afectan al ciudadano deben darse poco a poco, buscando soluciones alternativas y minimizando los problemas, buscando soluciones efectivas que puedan generar los desplazamientos”. Pues eso, con informes técnicos precisos adecuados a una ciudad como la nuestra. Creo en la necesidad de tener unos carriles bici bien orientados, que no modifiquen y trastoquen en exceso el día a día de los ripenses, mejorando los ya existentes, sin necesidad de crear otros nuevos de esta envergadura a escasos 30 metros de los anteriores; porque modificar los hábitos para conseguir un beneficio ecológico y renunciar al coche, debe hacerse de forma pausada y con estudios detallados, reforzando el transporte público, sin que sea una imposición inquisitorial.
Miguel F. Canser
jueves, 1 de diciembre de 2022
HONESTIDAD
Desgraciadamente, nuestro mundo no es un ejemplo y virtud de honestidad. Nuestra interacción con los demás: en el trabajo, en el tráfico, en nuestra comunidad, en los estudios, no digamos en política. Como seamos aquí, así seremos en nuestra vida más íntima, en nuestras relaciones afectivas, de amistad y familiares; y en aquéllos aspectos de nuestra vida que no estamos obligados a compartir con los demás: nuestros sentimientos, gustos e intereses. Un individuo honesto, en definitiva, es ante todo, honesto consigo mismo y no se traicionará a sí mismo. Informar al vendedor que se ha equivocado a nuestro favor con el cambio (aunque casi nunca se equivocan en su contra), devolver a la persona el billete que se le acaba de caer sin notarlo, cumplir con nuestras obligaciones aún cuando nadie nos vaya a gratificar por ello, vigilar nuestras palabras en la medida en que éstas puedan herir o afectar a terceros, guardar discreción, asumir la responsabilidad de nuestros errores, rectificar y corregir cuando sea necesario, ser leales y transparentes en nuestras relaciones con los otros; todo ello no es sino una breve enumeración del largo catálogo de acciones donde podemos manifestar activamente nuestra honestidad.
El deterioro, en cuanto a valores morales nos referimos, es cada vez más marcado en el mundo entero, en la sociedad. Tiempo atrás, la palabra lo era todo. No había necesidad de más. La conciencia, la reputación, la dignidad y la ética eran los pilares donde la honestidad se cimentaba y se creía en la gente. Con el paso del tiempo y la evolución de las sociedades, cosas como la ambición, el poder, el dinero, el status, la codicia y el éxito, empezaron a corroer eso que antes estaba al otro lado de una pared impenetrable. Hoy en día, hemos llegado al extremo donde el concepto de honestidad, se tiende a relativizar de tal manera, que como bien dicen, “el fin justifica los medios”.
El camino fácil se ha instaurado como la mejor manera de llegar a lo que se quiere llevándose por delante ética y valores. ¿Qué está pasando con nuestra sociedad?, ¿en qué momento empezó a ser más importante tener dinero que tener dignidad?, ¿en qué momento empezó a ser más importante quedar bien ante los demás, y fallarnos a nosotros mismos? Básicamente se ha dado un cambio de valores , que influye desde el momento en el que criamos a nuestras nuevas generaciones. Antes la palabra, la sociedad, la ética, el respeto y la autoridad eran valores; pero ahora lo que importa son el éxito, la competitividad, la mayor productividad y la perfección. Teniendo en cuenta que los seres humanos perseguimos ser aceptados por los otros a toda costa, nos adaptamos a los valores que generan aceptabilidad. Por eso hoy, ser el mejor y la necesidad de éxito, hacen que todo valga. En este ambiente de individualidad, los valores como el honor y la autenticidad, cada día están más perdidos.
Ya estamos inmersos en plenas fiestas, ya huele a Navidad, ya nos llueven los abrazos y los buenos deseos; sin embargo, ese despliegue de ternura, solidaridad y generosidad que tan poco nos cuesta mostrar en esta época del año, quizá no haya sido lo mismo el tiempo vivido anteriormente. En este mundo marcado por la turbulencia, por la inseguridad, por las tensiones de la lucha diaria para sobrevivir, existen unos momentos donde podamos encontrar un espacio de conciencia, alrededor de un éxito incluyente que genere ganancias, no sólo para un individuo, sino para quienes están a su alrededor. Siempre hay una esperanza de cambio.
Miguel F. Canser
lunes, 31 de octubre de 2022
UN MERCADO PERSA
sábado, 1 de octubre de 2022
ASÍ SE PIERDEN LAS ELECCIONES
Las elecciones no se ganan con los
votos de los profesionales de la política, ni con los incondicionales de los
distintos partidos, ni tampoco con los periodistas con cierta ideología, cuando
no a sueldo, de ciertos ideales políticos. Se ganan o se pierden con los votos
de esa inmensa mayoría que no es tonta, que tiene memoria, y no se deja
manipular fácilmente aunque no se manifieste. Me refería antes a la abstención.
Aquí se sabe que, aunque existe el voto en blanco, forma de votar para los que
no confían en nadie, éste no sirve para nada pues ya se han preocupado los
políticos de legislar, para que se lo repartan los más votados. Considero que
si el porcentaje de votos en blanco, por ejemplo, suponen uno o dos escaños,
éstos deberían quedar vacíos, porque así lo han querido las urnas. Pero no, de
ahí la abstención, en fin, allá ellos.
Todos prometen ciertas cosas que,
cuando llegan al poder se olvidan de realizarlo, bien porque sus socios de
gobierno se lo impiden, o porque han prometido cosas que ya sabían antes, que
no iban a cumplir. Cuando se asegura que
nunca se asociarán con cierto partido, y se hace lo contrario, cuando se
asevera que los impuestos no se pueden retocar a la baja, porque se lo impide
Bruselas, y se bajan (podían haberlo hecho antes)
porque se acercan las
elecciones, cuando se critican las puertas giratorias para después hacer tú lo
mismo, cuando persiste y no se corrige una ley de ocupación injusta, que
protege más al okupa que al propietario; cuando no existe un mínimo de
autocrítica y de humildad: se han cometido múltiples errores durante la
pandemia que, no sólo no se han reconocido, sino que se han vanagloriado de su
gestión, cuando se ha triplicado el gasto político con 22 ministerios y
nombrando a excesivos consejeros y cargos de confianza, cuando la deuda pública
alcanza ya unos niveles insoportables, a pesar de una recaudación de impuestos
histórica, y no se mejora la calidad de vida de los ciudadanos, etc., etc.
Y no podemos olvidarnos de nuestro
Congreso de los Diputados, porque cada sesión parlamentaria, cada debate de
proyecto de ley, cada acto institucional, se hacen palpables los oídos sordos
ante los argumentos del contrario que es lo que impera en todos los feudos
políticos; y aquí, incluyo a todos los partidos. Cada sesión será para
prorrogar el actual estado de cosas, con un Gobierno partido en dos, con los
“socios” que apoyaron hace años la moción de censura contra Rajoy en continuas
exigencias. La sociedad, con administrar un mínimo de análisis político, así lo
demuestra en las distintas encuestas.
No hacía falta contratar a Iván Redondo
para deducir que, antes de liquidar a tu principal adversario electoral, debes
encargarte de comprobar que su sustituto no será más lesivo para tus intereses.
No se reparó en que la distancia a las elecciones, empequeñecía a un inflamado
Pablo Casado, que ni siquiera entusiasmaba al numeroso gentío que asistían a
sus mítines. Las frases más escuchadas –mayoría silenciosa-- en las tertulias
de bar, en conversaciones de vecinos y en confidencias de amigos es: “No
podemos seguir así”. Vivimos en un mundo cabreado, donde la insatisfacción está
muy presente. La gente está muy mosqueada porque esto no hay quien lo aguante:
subida de precios desmesurada, crisis económica, crisis política, crisis moral
y social…Esto es lamentable…. “Rectificar es de sabios”.
Miguel F. Canser