Cuando
los niños y niñas se van haciendo mayores, comienzan a escuchar en su casa y en
la escuela, que las decisiones que tomen en ese momento influirán en toda su
vida. Esto genera una gran responsabilidad. Suelen surgir temas importantes que
condicionan su futuro, o que pueden ser fundamentales en su presente como
pueden ser las notas, el estudio en la universidad, la educación sexual etc.
Las preocupaciones de los adolescentes no son las mismas que las de las
personas adultas, pero son muy importantes. En esta fase de la vida tienen que
hacer frente a retos y situaciones difíciles en las que pueden cometer errores,
pero también en las que aprenden. Las preocupaciones de los adolescentes suelen
estar relacionadas con la aceptación social, la seguridad en sí mismos o su
propia identidad.
Es bastante habitual que los
adolescentes comiencen a pedir una mayor libertad en su vida, respecto a la que
han tenido cuando eran niños/as. En este sentido, los padres y madres tienen un
papel bastante importante, pues deben encontrar un equilibrio entre la
autoridad que tienen y la libertad de sus hijas/os que comenzarán a criticar y
a cuestionar las prohibiciones o limitaciones que les imponen sus padres. La
adolescencia es una época de la vida en la que buscamos ser aceptados, a la vez
que intentamos definir nuestra propia identidad que se diferencia de la de
nuestros padres. Suelen preocuparse por su integración en grupos de personas de
su edad, lo que puede provocar miedo o ansiedad en el caso de no ser aceptados.
Por ello, es necesario plantear la necesidad de prevenir situaciones de
violencia de género entre adolescentes, enseñándoles valores como el respeto,
la igualdad, o la tolerancia, sin olvidar unas dosis necesarias de empatía que
tanta falta hace.
La adolescencia es una época en la que
el cuerpo cambia y puede que la expectativa que se tenga sobre su propio
cuerpo, sea diferente de la realidad. La falta de coincidencia o la comparación
con otros adolescentes, genera preocupación y requiere apoyo necesario para que
entienda que cada persona es distinta. Los trastornos relacionados con la
comida afectan a la población entre los 15 y 16 años, en su mayor parte,
mujeres. También en esas edades, comienzan a sentir atracción por otras
personas sin saber cómo actuar que les genera inquietud. Muchas veces no saben
gestionar esta situación. Es esencial la educación sexual de los adolescentes
para evitar enfermedades de transmisión sexual, o incluso, embarazos no
deseados. Lo habitual en estas edades es la ausencia de recursos económicos, y
que dependan de las pagas que les dan sus progenitores. No deja de ser una
limitación adicionar a lo que puedan comprar o hacer. Muchas veces pueden
sentir que, al no tener acceso a la misma ropa que llevan otros adolescentes de
su grupo, les excluye del mismo.
El miedo al futuro y la búsqueda de una
identidad propia, diferente a la de sus progenitores, pueden generar conflictos
que afecten a su desarrollo y generar un trastorno depresivo. Esos síntomas
pueden ser: tristeza, irritabilidad, aislamiento respecto a sus amigos,
problemas para dormir, etc. En definitiva, las personas que forman parte de su
entorno, deben conocer sus necesidades y preocupaciones, así como evitar
errores que puedan perjudicar su desarrollo futuro.
Miguel
F. Canser
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