domingo, 25 de noviembre de 2007

OTRA VEZ LA NAVIDAD



Parece que fue ayer, pero ya tenemos encima de nuevo la Navidad: esa fiesta tan celebrada por la Iglesia Católica, la Protestante, incluso la Iglesia Ortodoxa Rumana. La Iglesia Ortodoxa lo celebra el 7 de enero, pues no aceptó el calendario gregoriano. Pero, en definitiva, es celebrado por millones de personas en todo el mundo. Es una fiesta donde, en teoría, se celebra el cumpleaños de Jesús. En este sentido, debería ser una celebración puramente espiritual entre los componentes de las iglesias enumeradas, pero la realidad es otra.

La verdad es que estas fechas navideñas se convierten en un consumo desmesurado. Gastamos, casi lo que no tenemos, en comilonas, regalos, cenas, lotería, viajes, etc., y hacemos el caldo gordo a los grandes almacenes de venta y distribución. Todo dinero es poco para regalar lo mejor, para que la cena de esa noche, en nuestra mesa, se exhiban los mejores productos junto con el mejor vino o cava, sin olvidar los mejores dulces típicos de estas fechas.

Mucha gente dice que en estas fechas se deprimen, que ahora todo el mundo regala parabienes y buenos deseos, cuando el resto del año no se han preocupado. Tanta bondad les empacha y agudiza su visión crítica de la vida. En definitiva proclaman: “No me gusta la Navidad”.

Pero, la humanidad de nuestro tiempo, ¿espera todavía a un Salvador? Muchos consideran que Dios es extraño a sus propios intereses. Viven como si no existiera, y algunos lo designan como un obstáculo de tipo moral para alcanzar sus fines. Sin embargo, acuden a Él cuando están en dificultades. La Navidad viene cada año, y seguirá viniendo, y debería servir para que efectuáramos una reflexión de nuestro interior, que se traduzca en un deseo sincero de querer ayudar a las personas que, diariamente, tenemos a nuestro lado.

No existe la Navidad ideal, sólo la que nosotros decidamos crear. Tal vez, el mejor adorno de esta Navidad, sea una gran sonrisa. Mientras haya un niño con hambre, un enfermo que no tenga atención médica ni medicinas, mientras haya guerras entre los pueblos, o pobres que no tengan agua ni pan, podremos tener fiestas, pero no tendremos Navidad.


Miguel F. Canser

viernes, 9 de noviembre de 2007

LAS PENSIONES DE LOS POLITICOS


Hace días coincidí con un artículo de prensa, donde se daba la noticia del acuerdo al que había llegado la comisión correspondiente de cierta comunidad autónoma, ---sin mucha publicidad, por cierto--- sobre las pensiones concedidas a sus parlamentarios. No pude, por menos, de valorar y efectuar la inevitable comparación con el españolito de a pie. La vara de medir es tan desigual, tan insolidaria, y diría tan injusta, que no he podido resistir la tentación de plasmar tal situación.

Para que cualquier español pueda recibir una pensión, necesita estos requisitos básicos:

Tener cubiertos 15 años de cotización de los cuales, al menos 2 de ellos, deben estar comprendidos en los últimos 15 años inmediatamente anteriores a la fecha de su jubilación.

Tener cumplidos 65 años y cesar en su actividad laboral. Esta edad puede ser rebajada en los siguientes supuestos:

A partir de los 60 años podrán jubilarse quienes hubiesen cotizado con anterioridad al 1 de enero de 1.967. En estos casos se aplicarán una serie de coeficientes reductores por cada año que les falte hasta cumplir los 65 años. Existen otras variantes para poder recibir pensión, pero he preferido mostrar sólo lo más genérico.

La cuantía de la pensión se determina aplicando un porcentaje a la base reguladora que citando algunos ejemplos, sería:

AÑOS DE COTIZACION % BASE REGULADORA

A los 15 años 50 %
A los 20 años 65 %
A los 25 años 80 %
A los 30 años 90 %
A los 35 años 100 %

Es decir, que para recibir el 50%, hace falta cotizar 15 años. Y para recibir el máximo de la pensión establecida en España, 2.290.-€, (381.000.-Ptas, aproximadamente) un trabajador necesita cotizar 35 años. Los políticos lo consiguen con cotizar sólo 11 años.

Hagamos una pequeña historia: El sistema de pensiones aparece con Franco cuando se quiere retribuir a las viudas de los familiares fallecidos durante la guerra. Posteriormente, el gobierno de Felipe González es el primero que establece el fundamento del actual sistema de pensiones, que alcanza su meta con el Pacto de Toledo en 1.995. Esta iniciativa socialista, aunque importante, es insuficiente y establece que las pensiones de viudedad, ---en su mayoría mujeres--, sólo cobrarán el 48% de la renta de su cónyuge y los huérfanos, cerca del 10% de la renta del padre. Posteriormente el gobierno del P.P., mejora con tímidos avances y, obligado por la inercia inflacionista, el tema de las pensiones: Se vuelve a reunir el Pacto de Toledo, que refrenda los principios básicos, sube la base reguladora de las pensiones de viudedad del 48 al 52 %, y amplía la edad de percibir pensiones de orfandad hasta los 22 años. Además, y esto es importante, se crea un fondo de garantía con más de 15.000 Millones, con la necesidad de su ampliación y así, poder garantizar las pensiones en el futuro.

Con el gobierno de J.L. Rodríguez Zapatero, el Pacto de Toledo no se ha reunido aún, ni se ha procedido a subir la base reguladora, que es la única forma real de subida de pensiones. Es cierto que ha subido las pensiones mínimas hasta un 7%, pero no en su base reguladora. Estas pensiones son, mayoritariamente, de personas que nunca han cotizado a la Seguridad Social (pensiones no contributivas) y además, ha retirado los beneficios del Fondo de Reserva. A comienzos de esta legislatura ya se desviaron los beneficios que daba este Fondo a “otros gastos”, y se proyecta la salida a bolsa del mismo; decisión ésta, en nuestra opinión, muy arriesgada y suicida (aunque exista la posibilidad de invertir, por ejemplo, en productos de inversión que estén suficientemente garantizados y sin riesgo).

Hasta aquí, todo lo que puede acontecer al ciudadano de a pie. Pero,¿ y a los políticos?, ¿les afectan todas estas normas y leyes? No. Evidentemente, existen otras para ellos solos.

Con la llegada de las Autonomías, algunos presidentes autonómicos han resucitado las pensiones vitalicias de los ministros de hace muchísimos años, asegurándose para los parlamentarios, pensiones de una cuantía muy superior y en menos tiempo de cotización. La discriminación con el resto de los trabajadores es notoria, insolidaria e insultante:

EX PRESIDENTES DEL GOBIERNO (1)

Después de su cese, tienen derecho al 80% de su sueldo durante 2 años más. El salario actual del presidente es de 89.303.-€ anuales distribuidos en 12 pagas (1.238.000.- Pesetas mensuales brutas. El 80%, sería de 990.000.- Pesetas). También pasan a formar parte del Consejo de Estado, una institución de dudosa efectividad, creado por ellos mismos, donde perciben otros 74.000.-€ al año (más de 12MM. de pesetas).

DIPUTADOS Y SENADORES:

El pasado año, las Cortes aprobaron (ellos mismos) que diputados y senadores reciban la pensión máxima (32.068.-€), con haber cotizado entre siete (recibirán el 80%) y once años (el 100 %). Aquí no hay discrepancia. Todos los grupos se ponen de acuerdo. Recuerdo que, para tratar otros contenidos, las diferencias son notables hasta para llegar a formarse la composición de una Comisión. Aquí no existe crispación.

ASAMBLEA DE MADRID

Hace unos años, coincidiendo con el verano, un 18 de julio (curiosa fecha) fue aprobado por la Asamblea un acuerdo sobre complementos de jubilación, y que se aplicará con carácter retroactivo a todos los diputados que lo hayan sido en dos legislaturas (8 años) desde 1.983 (fecha de creación de la Cámara). Este acuerdo establece que la Asamblea, pagará lo que le falte a un parlamentario para cobrar la pensión máxima: (2.290.-€). Es decir, para entendernos, si a un parlamentario le quedaran, por ejemplo, 1.000.-€ de pensión, la Asamblea le abonaría otros 1.290.-€ para poder llegar así a la pensión máxima.

GALICIA

En la actualidad, los ex jefes de la Xunta perciben el 60% del que era su sueldo durante dos años tras su cese. Es decir, que su presidente actual, si lo dejara hoy, cobraría 49.000.-€ hasta el año 2009. Con la reforma legislativa que acaban de proponer, los presidentes pasarían --si lo solicitan-- a ser miembros del consejo consultivo de Galicia (una manera de disfrazar la jubilación) durante 12 años, ganando cada año 67.000.-€.

CATALUÑA

Sus ex presidentes, como Pascual Maragall, cobran por un período mínimo de cuatro años y máximo la mitad de su mandato, el 80% de su sueldo cuando estaban en su puesto (125.000.-€). Al cumplir los 65 años, tienen derecho a pensión vitalicia igual al 60% de su salario (93.000.-€, casi 15,5 MM de las antiguas pesetas).

PAIS VASCO

En el año 1.999 su parlamento aprobó un decreto para regular el status de los ex lehendakaris. Tienen derecho a una pensión vitalicia equivalente al 50% del que era su sueldo. Si el Sr. Ibarretxe se jubilara hoy, tendría derecho a 45.000.-€ anuales. También se le asigna secretaria y chofer de por vida.

ANDALUCIA

Al cesar, los ex presidentes entran a formar parte del Consejo consultivo de Andalucía (otro más), aunque sin sueldo. Cuando llegan a los 65 años, perciben el 60% de su sueldo de presidente. El actual presidente, Sr. Chaves, cobraría una pensión vitalicia de 46.000.-€ al año.

EXTREMADURA (2)

Los presidentes, a partir de su cese, tienen derecho a percibir, por un período equivalente a la mitad del tiempo que han permanecido en el cargo, y, como mínimo, por una legislatura completa, una asignación mensual equivalente al 80% de su retribución en activo. Cuando lleguen a los 65 años tienen derecho a pensión vitalicia percibiendo el 60% de su asignación de cuando eran presidentes. También contarán con medios materiales y personales necesarios para el sostenimiento de una oficina adecuada a las responsabilidades y funciones ejercidas: (alquileres de inmuebles, dotación de oficina, vehículo oficial, conductor, seguro de vida y servicios de seguridad).

Hasta aquí una pequeña reseña de las comunidades más importantes de nuestro país. Existen otros privilegios de menor tamaño, aunque no por ello menos importantes, que obviamos comentar para no alargar demasiado este artículo.

Por último, debemos recordar que el salario mínimo en España es de 570.-€ al mes (de los más bajos de Europa), y que un alto porcentaje, casi el 50%, no recibe ni 600.-€ al mes. ¿Cómo es posible que existan pensiones por debajo del salario mínimo establecido?

Por ello es imprescindible:

1º).- Estricto control del gasto público con políticas de igualdad entre todos los españoles, ayuda a los pensionistas, y mejora de la base reguladora de las pensiones de viudedad y orfandad.

2º).- Aumento constante del fondo de garantía de las pensiones, aplicando los beneficios que se obtengan a dicho fondo (que les corresponde a los trabajadores que cotizan), evitando políticas de riesgo que puedan incidir negativamente en el saldo de dicho fondo.

3º).- Favorecer tributariamente a aquellos que trabajan y fomentan el ahorro, impulsando con mayores beneficios y desgravaciones fiscales los planes de pensiones, porque suponen una forma de ahorro y complementan la pensión del futuro.

Existen otras medidas de carácter económico, seguramente muy importantes, que deben ayudarnos a garantizar el cobro de esta prestación al final de nuestra vida laboral.

No es de extrañar pues, que el desaliento inunde en la ciudadanía. El descrédito de la clase política cada día es más evidente, y existe un mayor distanciamiento entre unos y otros. Una sociedad española resignada, y una clase política que ha perdido no sólo el norte de sus obligaciones sociales, sino el decoro político. Vivimos en una sociedad desesperanzada y carente de motivaciones. El ciudadano cada día recela más y se fía menos de las promesas que hacen los políticos. Y, emulando una famosa frase, sólo se me ocurre decir: “¡Joder qué tropa”!


Miguel F. Canser





(1).- Reseña de “20 minutos”
(2).- www.my-forum.org

¿POR QUÉ DECIMOS FINANCIACION, CUANDO DEBERÍAMOS DECIR SUBVENCION?

¿POR QUÉ DECIMOS FINANCIACION, CUANDO DEBERÍAMOS DECIR SUBVENCION?

He leído con atención el artículo firmado por Javier Tabarés con el título “Declaración de la Renta”, publicado en su revista “La Gaceta” nº. 70, correspondiente a Julio de este año, con el que coincido en su totalidad; aunque me hubiera gustado más que su crítica se hubiera trasladado también a otros estamentos de nuestra sociedad, y no se hubiera referido únicamente a la Iglesia.

Independientemente de mi creencia católica, soy de la opinión que la Iglesia, como otras manifestaciones religiosas, filosóficas, etc., deberían ser financiadas por sus fieles y afiliados dado que, es totalmente comprensible, que a los ciudadanos agnósticos, nos les satisfaga que el dinero de sus impuestos se destine a subvencionar, que no a financiar, ninguna creencia de tipo religioso o escatológico, sino que preferirían se dedicara a otras obras de tipo social, (hospitales, carreteras, investigación, etc.).

Como decía antes, aquí también incluyo las subvenciones, que no financiaciones, por ejemplo a:

-Sindicatos: Sus dirigentes son empleados de lujo a costa de todos los ciudadanos que, en mi opinión, no justifican el dinero recibido. ¿Rinden cuentas?, ¿qué actividades efectúan con el dinero recibido?, ¿realmente defienden al trabajador de cualquier empresa, o sólo efectúan su actividad en las empresas públicas?... Que los subvencionen sus afiliados. Naturalmente, soy de la opinión que los sindicatos son necesarios, pero también, que deberían estar desligados de cualquier ideología política.

-Partidos políticos: Son organizaciones que se adscriben a una ideología determinada y, en principio, son un movimiento social que reivindican una acción política a una cuestión social. Son de creación libre, amparados en el articulado del “Derecho de asociación”, pero no son órganos del Estado; por lo que cabría decir que se trata de unidades organizativas de carácter particular en su fundación. Las subvenciones, que no financiaciones, deberían limitarse únicamente para poder desarrollar su función política, de acuerdo y en proporción a los votos recibidos de los ciudadanos, excluyendo cualquier otro tipo de ayuda, que debería correr a cargo de sus afiliados.

No voy a extenderme en las ayudas que reciben otro tipo de asociaciones como las Fundaciones que existen de todo tipo, que gozan de privilegios fiscales, y que, en alguna ocasión, efectúan operaciones puramente mercantilistas que no disfrutarían si los efectuara cualquier empresa comercial. Quiero dejar claro que sí estoy de acuerdo en que el Estado subvencione aquellas actividades de relevancia social, que pudiera realizar cualquier organización (ONG, etc.) y que el Estado no pueda atender.

Por ello, no creo acertada la palabra financiación cuando se trata de dar dinero a estas organizaciones. Se puede financiar una vivienda, un automóvil, incluso unas vacaciones, pero siempre hay que devolver ese dinero junto con los intereses reglamentarios. No así ocurre en los casos expuestos.

Miguel F. Canser

EL CIRCO MEDIATICO

EL CIRCO MEDIATICO

En estos días los medios de comunicación: televisión, prensa, radio, etc., están saturados con la noticia de la agresión sufrida en el Metro de Barcelona por una joven menor ecuatoriana, a manos de un desaprensivo. Las imágenes mostradas no dan lugar a otra interpretación que no sea la de condenar enérgicamente este hecho, merecedor del más amplio castigo que contemplen nuestras leyes. Desde distintos ámbitos y, mayormente, desde círculos cercanos a la joven agredida, se ha solicitado “se le aplique la mayor pena posible de cárcel”. También desde su País, nos llegan declaraciones de toda clase donde se ha llegado a poner en duda la tolerancia de los españoles ante los emigrantes ecuatorianos.

Una vez más se hace realidad el dicho de que “una imagen vale más que mil palabras”. La visualización de la agresión ha supuesto que su autor obtenga un excesivo protagonismo, creándose tal circo mediático, que los distintos medios de comunicación rivalizaban para obtener la última información y declaración, no sólo del propio agresor, sino de vecinos, amigos y familiares cercanos. A tal extremo ha trascendido, que ha merecido la atención, con viaje incluido, de la Ministra de Exteriores de Ecuador, y declaraciones precisas de su Presidente: Sr. Correa.

Ante todo, manifiesto una vez más, mi más firme repulsa por la actuación de Sergi Xavier Martín (así se llama este individuo); solidarizándome plenamente con la joven ecuatoriana agredida, deseando su pronta recuperación física y psíquica. Dicho esto, no debemos olvidar que, por encima de lo que podamos desear, el autor de esta salvaje agresión tiene que ser juzgado de acuerdo con nuestras leyes actualmente en vigor. Por ello, el juez, atendiendo a los argumentos del abogado defensor, le ha imputado un delito de trato degradante, con el agravante de xenofobia, pero considera los hechos no graves como para encarcelarlo. Le ha dejado en libertad con cargos, con la orden de que no puede abandonar la localidad, que se presente cada 15 días al juzgado, y que no viaje en la línea de Metro donde se produjo la agresión.

Nos guste o no, estas son las leyes que tenemos. Así legislan nuestros políticos. Pero, no nos engañemos, agresiones como ésta se suceden por decenas todos los días en cualquier ciudad española. Incluso mucho más violentas y con resultados mucho más penosos, sin que merezcan el clásico comentario enunciativo. Martín es un descerebrado que no representa a la mayoría de los españoles, por lo que no se puede juzgar a todos por el comportamiento de un individuo.

Por ello, hay que ser prudentes con las declaraciones que provienen, sobre todo, de personas políticamente relevantes. Hace ya unos meses, la policía desmanteló una de las bandas “Latin King”, deteniendo a sus responsables. La mayoría se encontraba en situación irregular en España (en torno al 40%), rondaban los 16-18 años (el 32%), y eran mayoritariamente ecuatorianos. Esta banda fue considerada “asociación ilícita” por un Tribunal de Madrid, y la Audiencia Provincial, adoptó la decisión judicial de condenar a 11 miembros, todos ecuatorianos, a penas de más de 3 años de prisión. Otro caso: Freddy Germán B. de 19 años, ecuatoriano, fue condenado por agresión sexual, lesiones, detención ilegal, amenazas, coacciones y violencia generalizada contra su novia, una joven española de 16 años (fue retenida 24 horas, tiempo durante el cual la agredió sexualmente). ¿Dónde estaba entonces la Ministra de Exteriores de Ecuador? No hizo ningún tipo de declaración, y por supuesto, no mereció que viajase a España.

También merece mención aparte, por desafortunadas, las palabras del Sr. Correa, Presidente de Ecuador: “Si el agresor quiere alguna vez recibir cariño, le invitamos a venir a nuestra patria, para que sepa lo que es convivir”. Mejor debería preocuparse por el bienestar y el progreso de sus compatriotas, que se ven obligados a emigrar huyendo de la pobreza para procurarse un mejor futuro.

Las conductas, vengan de donde vengan, hay que juzgarlas en la escala de su justa dimensión o daño. Creo que, entre todos, hemos conseguido un nivel de convivencia plenamente satisfactorio, donde todos tienen cabida, aunque siempre haya excepciones que la empañen. Y los que tienen que dar ejemplo, por su mayor responsabilidad, son los dirigentes políticos.

Miguel F. Canser