viernes, 9 de noviembre de 2007

LAS PENSIONES DE LOS POLITICOS


Hace días coincidí con un artículo de prensa, donde se daba la noticia del acuerdo al que había llegado la comisión correspondiente de cierta comunidad autónoma, ---sin mucha publicidad, por cierto--- sobre las pensiones concedidas a sus parlamentarios. No pude, por menos, de valorar y efectuar la inevitable comparación con el españolito de a pie. La vara de medir es tan desigual, tan insolidaria, y diría tan injusta, que no he podido resistir la tentación de plasmar tal situación.

Para que cualquier español pueda recibir una pensión, necesita estos requisitos básicos:

Tener cubiertos 15 años de cotización de los cuales, al menos 2 de ellos, deben estar comprendidos en los últimos 15 años inmediatamente anteriores a la fecha de su jubilación.

Tener cumplidos 65 años y cesar en su actividad laboral. Esta edad puede ser rebajada en los siguientes supuestos:

A partir de los 60 años podrán jubilarse quienes hubiesen cotizado con anterioridad al 1 de enero de 1.967. En estos casos se aplicarán una serie de coeficientes reductores por cada año que les falte hasta cumplir los 65 años. Existen otras variantes para poder recibir pensión, pero he preferido mostrar sólo lo más genérico.

La cuantía de la pensión se determina aplicando un porcentaje a la base reguladora que citando algunos ejemplos, sería:

AÑOS DE COTIZACION % BASE REGULADORA

A los 15 años 50 %
A los 20 años 65 %
A los 25 años 80 %
A los 30 años 90 %
A los 35 años 100 %

Es decir, que para recibir el 50%, hace falta cotizar 15 años. Y para recibir el máximo de la pensión establecida en España, 2.290.-€, (381.000.-Ptas, aproximadamente) un trabajador necesita cotizar 35 años. Los políticos lo consiguen con cotizar sólo 11 años.

Hagamos una pequeña historia: El sistema de pensiones aparece con Franco cuando se quiere retribuir a las viudas de los familiares fallecidos durante la guerra. Posteriormente, el gobierno de Felipe González es el primero que establece el fundamento del actual sistema de pensiones, que alcanza su meta con el Pacto de Toledo en 1.995. Esta iniciativa socialista, aunque importante, es insuficiente y establece que las pensiones de viudedad, ---en su mayoría mujeres--, sólo cobrarán el 48% de la renta de su cónyuge y los huérfanos, cerca del 10% de la renta del padre. Posteriormente el gobierno del P.P., mejora con tímidos avances y, obligado por la inercia inflacionista, el tema de las pensiones: Se vuelve a reunir el Pacto de Toledo, que refrenda los principios básicos, sube la base reguladora de las pensiones de viudedad del 48 al 52 %, y amplía la edad de percibir pensiones de orfandad hasta los 22 años. Además, y esto es importante, se crea un fondo de garantía con más de 15.000 Millones, con la necesidad de su ampliación y así, poder garantizar las pensiones en el futuro.

Con el gobierno de J.L. Rodríguez Zapatero, el Pacto de Toledo no se ha reunido aún, ni se ha procedido a subir la base reguladora, que es la única forma real de subida de pensiones. Es cierto que ha subido las pensiones mínimas hasta un 7%, pero no en su base reguladora. Estas pensiones son, mayoritariamente, de personas que nunca han cotizado a la Seguridad Social (pensiones no contributivas) y además, ha retirado los beneficios del Fondo de Reserva. A comienzos de esta legislatura ya se desviaron los beneficios que daba este Fondo a “otros gastos”, y se proyecta la salida a bolsa del mismo; decisión ésta, en nuestra opinión, muy arriesgada y suicida (aunque exista la posibilidad de invertir, por ejemplo, en productos de inversión que estén suficientemente garantizados y sin riesgo).

Hasta aquí, todo lo que puede acontecer al ciudadano de a pie. Pero,¿ y a los políticos?, ¿les afectan todas estas normas y leyes? No. Evidentemente, existen otras para ellos solos.

Con la llegada de las Autonomías, algunos presidentes autonómicos han resucitado las pensiones vitalicias de los ministros de hace muchísimos años, asegurándose para los parlamentarios, pensiones de una cuantía muy superior y en menos tiempo de cotización. La discriminación con el resto de los trabajadores es notoria, insolidaria e insultante:

EX PRESIDENTES DEL GOBIERNO (1)

Después de su cese, tienen derecho al 80% de su sueldo durante 2 años más. El salario actual del presidente es de 89.303.-€ anuales distribuidos en 12 pagas (1.238.000.- Pesetas mensuales brutas. El 80%, sería de 990.000.- Pesetas). También pasan a formar parte del Consejo de Estado, una institución de dudosa efectividad, creado por ellos mismos, donde perciben otros 74.000.-€ al año (más de 12MM. de pesetas).

DIPUTADOS Y SENADORES:

El pasado año, las Cortes aprobaron (ellos mismos) que diputados y senadores reciban la pensión máxima (32.068.-€), con haber cotizado entre siete (recibirán el 80%) y once años (el 100 %). Aquí no hay discrepancia. Todos los grupos se ponen de acuerdo. Recuerdo que, para tratar otros contenidos, las diferencias son notables hasta para llegar a formarse la composición de una Comisión. Aquí no existe crispación.

ASAMBLEA DE MADRID

Hace unos años, coincidiendo con el verano, un 18 de julio (curiosa fecha) fue aprobado por la Asamblea un acuerdo sobre complementos de jubilación, y que se aplicará con carácter retroactivo a todos los diputados que lo hayan sido en dos legislaturas (8 años) desde 1.983 (fecha de creación de la Cámara). Este acuerdo establece que la Asamblea, pagará lo que le falte a un parlamentario para cobrar la pensión máxima: (2.290.-€). Es decir, para entendernos, si a un parlamentario le quedaran, por ejemplo, 1.000.-€ de pensión, la Asamblea le abonaría otros 1.290.-€ para poder llegar así a la pensión máxima.

GALICIA

En la actualidad, los ex jefes de la Xunta perciben el 60% del que era su sueldo durante dos años tras su cese. Es decir, que su presidente actual, si lo dejara hoy, cobraría 49.000.-€ hasta el año 2009. Con la reforma legislativa que acaban de proponer, los presidentes pasarían --si lo solicitan-- a ser miembros del consejo consultivo de Galicia (una manera de disfrazar la jubilación) durante 12 años, ganando cada año 67.000.-€.

CATALUÑA

Sus ex presidentes, como Pascual Maragall, cobran por un período mínimo de cuatro años y máximo la mitad de su mandato, el 80% de su sueldo cuando estaban en su puesto (125.000.-€). Al cumplir los 65 años, tienen derecho a pensión vitalicia igual al 60% de su salario (93.000.-€, casi 15,5 MM de las antiguas pesetas).

PAIS VASCO

En el año 1.999 su parlamento aprobó un decreto para regular el status de los ex lehendakaris. Tienen derecho a una pensión vitalicia equivalente al 50% del que era su sueldo. Si el Sr. Ibarretxe se jubilara hoy, tendría derecho a 45.000.-€ anuales. También se le asigna secretaria y chofer de por vida.

ANDALUCIA

Al cesar, los ex presidentes entran a formar parte del Consejo consultivo de Andalucía (otro más), aunque sin sueldo. Cuando llegan a los 65 años, perciben el 60% de su sueldo de presidente. El actual presidente, Sr. Chaves, cobraría una pensión vitalicia de 46.000.-€ al año.

EXTREMADURA (2)

Los presidentes, a partir de su cese, tienen derecho a percibir, por un período equivalente a la mitad del tiempo que han permanecido en el cargo, y, como mínimo, por una legislatura completa, una asignación mensual equivalente al 80% de su retribución en activo. Cuando lleguen a los 65 años tienen derecho a pensión vitalicia percibiendo el 60% de su asignación de cuando eran presidentes. También contarán con medios materiales y personales necesarios para el sostenimiento de una oficina adecuada a las responsabilidades y funciones ejercidas: (alquileres de inmuebles, dotación de oficina, vehículo oficial, conductor, seguro de vida y servicios de seguridad).

Hasta aquí una pequeña reseña de las comunidades más importantes de nuestro país. Existen otros privilegios de menor tamaño, aunque no por ello menos importantes, que obviamos comentar para no alargar demasiado este artículo.

Por último, debemos recordar que el salario mínimo en España es de 570.-€ al mes (de los más bajos de Europa), y que un alto porcentaje, casi el 50%, no recibe ni 600.-€ al mes. ¿Cómo es posible que existan pensiones por debajo del salario mínimo establecido?

Por ello es imprescindible:

1º).- Estricto control del gasto público con políticas de igualdad entre todos los españoles, ayuda a los pensionistas, y mejora de la base reguladora de las pensiones de viudedad y orfandad.

2º).- Aumento constante del fondo de garantía de las pensiones, aplicando los beneficios que se obtengan a dicho fondo (que les corresponde a los trabajadores que cotizan), evitando políticas de riesgo que puedan incidir negativamente en el saldo de dicho fondo.

3º).- Favorecer tributariamente a aquellos que trabajan y fomentan el ahorro, impulsando con mayores beneficios y desgravaciones fiscales los planes de pensiones, porque suponen una forma de ahorro y complementan la pensión del futuro.

Existen otras medidas de carácter económico, seguramente muy importantes, que deben ayudarnos a garantizar el cobro de esta prestación al final de nuestra vida laboral.

No es de extrañar pues, que el desaliento inunde en la ciudadanía. El descrédito de la clase política cada día es más evidente, y existe un mayor distanciamiento entre unos y otros. Una sociedad española resignada, y una clase política que ha perdido no sólo el norte de sus obligaciones sociales, sino el decoro político. Vivimos en una sociedad desesperanzada y carente de motivaciones. El ciudadano cada día recela más y se fía menos de las promesas que hacen los políticos. Y, emulando una famosa frase, sólo se me ocurre decir: “¡Joder qué tropa”!


Miguel F. Canser





(1).- Reseña de “20 minutos”
(2).- www.my-forum.org

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