A mi juicio, y atendiendo a las
recomendaciones del personal sanitario y científico, creo que las medidas
adoptada por la Comunidad, pueden no ser suficientes. Se da el caso que una
calle puede dividirse en dos zonas distintas de confinamiento; por lo que se
produce la circunstancia de que establecimientos que se dedican a lo mismo, en
una acera tienen que cerrar a una hora, y los de enfrente más tarde. Esto es
imposible de controlar, porque los que habitan en un sitio, pueden
perfectamente pasarse al otro lado y la medida no será efectiva. Los médicos y
científicos han sabido poner el dedo en la llaga. Todos piden a los políticos
unidad. Apuntan que es necesario fortalecer y reforzar los mecanismos de
coordinación entre las autonomías y el gobierno central, sin menoscabar el
ejercicio de las competencias sanitarias de cada uno. Todas las personas e
instituciones que tienen responsabilidades políticas en la gestión de la
pandemia, deben guiarse por criterios estrictamente sanitarios basados en la
mejor evidencia científica disponible.
Pero claro, el político también mira
hacia la economía, que el tejido empresarial sufra lo menos posible, que los
puestos de trabajo se sigan manteniendo, etc. Y hay un hecho cierto: no existe
salud sin economía, ni economía sin
salud. Además, la medida que se propone de cerrar Madrid, ¿supone también
cerrar el aeropuerto, el Ave, y medios de transporte? Difícil decisión que no
interesa a ninguna de las partes. Hay quien cree que existe una orden de acoso
y derribo contra la Presidenta de la CAM. No lo sé, pero tufillo hay, porque cuando
Cataluña y Aragón estaban peor que Madrid, y ahora Navarra, y no hay la misma
exigencia. Lo que ha pasado es que no se han hecho los deberes. En Madrid
tuvimos demasiada prisa para que se acabara el estado de alarma, incluso
protestaron (CAM) porque los demás avanzaban y aquí no. Hemos afrontado el
verano pensando que el virus ya no existía, y no han sido previsores para
atender las necesidades sanitarias de contratación de personal, rastreadores,
enfermer@s, etc. Hemos llenado las calles, las playas, las terrazas, como si ya
estuviera todo superado. Craso error. ¿De qué ha servido el confinamiento total
que hemos padecido? Somos el primer país de Europa en número de contagios, y los
políticos –todos-- de vacaciones sin hacer su trabajo.
A esto se añade la renuncia del experto
en enfermedades infecciosas y microbiología Emilio Bouza como portavoz del
Grupo Covid-19 dos días después de su nombramiento. En su carta de renuncia
afirma que las circunstancias presenciadas en los dos días transcurridos, no le
dejan más salida que su dimisión. “Creí en lo que se prometía y, tras unas
horas de reflexión, acepté como una obligación y como un deber para mi
comunidad y mi nación”. Una vez más, se
demuestra la disociación entre los políticos, y los expertos profesionales ¡Qué
habrá observado para que, en sólo dos días, haya renunciado! No sé qué será
mejor para Madrid, sin confinarla o aplicar restricciones de movilidad pues no
dispongo de datos; lo que si veo es que nadie quiere asumir la responsabilidad
del confinamiento por el desgaste político que pudiera suponer.
Esta es la situación actual cuando
escribo, pero cuando este artículo salga a la luz, seguro que habrán cambiado
muchas cosas. La lucha contra la Covid necesita más científicos y menos
políticos. La tan cacareada “nueva normalidad”, ¿significa que, desde que se
inició, tenemos menos parados?, ¿qué desaparecieron las listas de espera para
ir al especialista o al quirófano?, ¿Qué no se retrasan consultas y operaciones
quirúrgicas a causa de la pandemia? ¿A que no? Pues eso, ahí estamos. Nuestros
representantes tienen tarea para rato y, mientras, la pandemia nos sigue
ganando la batalla y la mediocridad política, también.
Miguel F. Canser