lunes, 26 de mayo de 2014

ELECCIONES EUROPEAS

Cuando escribo este artículo, aún no se han celebrado las elecciones al Parlamento Europeo; y cuando salga a la luz y se publique, ya sabremos su resultado. Todos los sondeos y todos los expertos vaticinan una gran abstención (alrededor del 40 - 45%). Parece que la gente no está dispuesta a perder ni un minuto de su tiempo libre para esto porque tiene la sensación que su voto no va a servir absolutamente para nada. Y es que el Parlamento Europeo se ha convertido en un “cementerio de elefantes”, en un destino del retiro donde van a parar los que han sufrido el desgaste de su avatar político, los que ya no tienen nada que ofrecer en la política nacional. Es decir, donde se “coloca” y se premia a aquellos que han dedicado muchos años a la política siendo obedientes a la disciplina del partido. La política europea se ha convertido en el refugio de una aristocracia tecnocrática que mantiene unos privilegios económicos rayando en lo escandaloso, y muy alejados de la problemática del día a día de los ciudadanos. El Parlamento, el Banco Central Europeo, la Comisión, el Eurogrupo, etc. son vistos como instituciones opacas, inaccesibles y nada representativas de los ciudadanos, sino de las formaciones políticas que representan. De ahí la indiferencia de la ciudadanía.

            La gente ve las listas europeas mayormente como un premio de consolación muy bien pagado. Cada uno de los 54 eurodiputados españoles que sean elegidos, ganará 8.020,53 euros brutos al mes; sin embargo, ésta es sólo una parte de todos los emolumentos que percibe un diputado europeo. La institución a la que sirven proporciona una serie de complementos que dispara la compensación total muy por encima de los 16.000 euros mensuales, y que convierte a sus señorías en uno de los grupos mejor pagados de todo el entramado institucional comunitario. Sí porque, aparte del sueldo, disponen de una dieta de estancia de 304 euros al día, que tiene como objetivo costear el alojamiento y otros gastos relacionados con cada jornada en la que los eurodiputados están presentes en actividades oficiales del Parlamento. Teniendo en cuenta que, en una semana normal, un eurodiputado puede trabajar en actividades oficiales cuatro días, el complemento mensual por este concepto ascendería a algo más de 4.800 euros. Eso sí, cuando hay Pleno, si un diputado falta a más de la mitad de los votos nominales esa dieta se reduce a la mitad…… En cualquier empresa privada, si faltas al trabajo más de la mitad de los días, no es que cobres menos, es que vas de patitas a la calle.

            Existe, además, otro cheque que perciben mensualmente y que no requiere de ningún tipo de justificación; es la llamada dieta fija de gastos generales por un importe de 4.299 euros al mes, que tiene por objeto cubrir gastos de alquiler y administración de oficina, equipos informáticos, teléfono, etcétera. En muchos casos, ese dinero se destina a pagar la nómina de los asistentes que sirven a cada eurodiputado. En otros, la dieta la gestiona la estructura del partido y algunas veces, las menos, parte de ese complemento acaba sumándose a la nómina real del político de turno. En fin, que hay muchos motivos para que la mayoría no quiera ni saber cuando son las elecciones.

            En estos días previos a las elecciones, asistimos a las promesas de los distintos candidatos que se enquistan en criticar los errores del contrario, sin exponer apenas reflexiones hondas con objetivos realmente realizables a los sufridos ciudadanos, con nula ausencia de abordar los problemas que mayoritariamente preocupan a la población: corrupción, paro juvenil, déficit económico, etc. ¿Cómo no sentir un cierto resquemor hacia las instituciones europeas, ante la actitud vergonzosa del uso de sus privilegios? Todos los candidatos lucharán por conseguir un escaño porque gozarán de unas ventajas económicas privilegiadas.  No sería mala idea que los europarlamentarios tuvieran que rendir cuentas periódicamente, compareciendo ante el Congreso de los Diputados para que los ciudadanos supieran con exactitud a qué se han dedicado, y si han justificado sus astronómicas retribuciones.

            En definitiva, parece que, ante la falta de entusiasmo de los votantes ante estas elecciones, es muy oportuna la frase de Bertolt Brecht: “¿Y no sería más sencillo que los gobiernos europeos disolvieran al pueblo y eligieran a otro”?.... ¡¡No demos ideas!!.

Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com


jueves, 1 de mayo de 2014

JUSTICIA ADULTERADA

No es la primera vez que escribo sobre nuestra Justicia. En las veces anteriores denunciaba la urgente necesidad de su modernización, de aplicar los recursos necesarios para que la justicia fuera eso: justicia.  Porque ésta no existe cuando los procesos se dilatan en el tiempo y pasan años y años de instrucción hasta que se celebra el juicio, pues se pierde perspectiva y efectividad. Al margen de esto que es importantísimo, lo que actualmente se palpa en la sociedad es su falta de equilibrio e imparcialidad.  Se ha escrito mucho sobre el sistema judicial y sobre la justicia en particular en España, y prácticamente es unánime la opinión de que nuestro sistema no funciona. Y lo que es peor, es que no existe voluntad política de arreglarlo. A los políticos no les interesa, pues les favorece la lentitud y la falta de trato igual con todos los ciudadanos. Son aforados.  Es decir, funciona implacablemente sobre los ciudadanos "normales" y sin embargo, está lleno de fisuras y privilegios con los poderosos. En un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), queda  retratada la percepción mayoritaria de la ciudadanía donde la imagen de la Justicia es preocupante. De acuerdo con la encuesta, el 82,6% de los españoles considera que los ricos, los poderosos, y los políticos son los más favorecidos con las leyes y apenas el 24% cree que la Administración de justicia va bien o muy bien. Quizá por eso no sorprende que cinco de cada diez encuestados preguntados sobre si el funcionamiento de la Justicia había mejorado o empeorado en los últimos años, respondieran categóricamente que ha empeorado. Los ciudadanos lo tienen claro: la Justicia en España no funciona adecuadamente.

La Constitución Española en su artículo 117.1 dice: "La Justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial, independientes, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley".   El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), es el órgano de gobierno del Poder Judicial de España.  Su  principal función es velar por la garantía de la independencia de los jueces y magistrados frente  a los demás poderes del Estado. Tiene 21 miembros; 10 son elegidos  por el Congreso y 10 por el Senado; y su Presidente es el Presidente del Tribunal Supremo con lo se deduce que los miembros del CGJP no son independientes del poder político. Este sistema no es democrático, ni es bueno para la nación.

            Según numerosos juristas, se legisla mal y mucho. Es verdad que desde siempre España no hace más que crear leyes, pero como luego no se aplican, no sirven para nada. Algunas leyes, existen en realidad para no ser llevadas a la práctica, porque son difíciles de emplear, pero cuando interesa, se aplican de manera irremediable a aquellos que han sido “malos chicos”. Esto lleva a una inseguridad jurídica de los ciudadanos españoles, que cuando critican o sobresalen en contra de los criterios políticos o gremiales de los jueces, entonces sí que se utilizan  para callar la voz de los díscolos. Hay procesos judiciales muy mediáticos que languidecen en los tribunales, pero también es verdad que hay fronteras muy distantes entre las verdades periodísticas y las judiciales; es decir, las que merecen una primera plana y las que terminan en sentencias. El caso del juez Baltasar Garzón ha vuelto a poner sobre la mesa la discusión sobre el desgaste de la imagen de la Justicia. El magistrado de la trama de corrupción del caso Gürtel ha sido enjuiciado antes que varios a quienes investigaba y que había metido entre rejas.  Pero lo del juez Garzón, no es nuevo. Anteriormente,  otros jueces  fueron apartados de sus juzgados: Marino Barbero Santos, caso Filesa por la financiación irregular del PSOE; Javier Gómez de Liaño, instructor del caso GAL; Elpidio Silva en el caso de las preferentes de Bankia, etc. Ya veremos qué pasa con la juez del caso de los ERES irregulares de Andalucía y los jueces que llevan ahora el caso Gürtel, especialmente en los que atañe a la familia real. Y estos son los jueces más conocidos. Los ciudadanos no entienden muy bien el resultado de algunas acciones.

Otro de los principales males es la escasez de medios de toda índole: pocos jueces, pocos juzgados, pocos recursos humanos, escasos recursos tecnológicos y los pocos que hay son mal utilizados. Uno se pregunta si es posible y necesario que puedan existir sumarios de 5.000 hojas o procesos que duran 5 años. Da la sensación de que se está burocratizando adrede el sistema. El no utilizar los recursos tecnológicos lleva a que lo que hace un juzgado, no lo conozca otro, aunque estén en la misma comunidad autónoma.  Luego hay leyes incomprensibles: El gobierno actual quiere que se cambien las leyes para que cualquier manifestante que rompa, por ejemplo,  una farola cumpla una condena de 3 años en prisión; es decir, cualquier manifestante puede ser declarado terrorista. Luego, cuando llegue el caso, se aplicará la ley o no según convenga al gobierno de turno. Si las leyes no están claras para todos los ciudadanos y no se cumplen igual para todos, entonces esto no es una democracia sino una dictadura democrática, que no es lo mismo. 

Como podemos observar, las reformas que exige la situación actual de la Justicia son, cuando menos, imprescindibles, mejorando la independencia de este tercer poder, que desde antaño se erige en defensa de la legalidad y para el bien de todos los ciudadanos así como el mantenimiento del Estado Democrático de Derecho. A menudo la justicia como la religión se alían con el poder pero seguiremos insistiendo porque la única lucha que se pierde, es la que se abandona.

Miguel F. Canser

www.cansermiguel.blogspot.com