lunes, 23 de noviembre de 2009

ECONOMÍA SOSTENIBLE


Estos días hemos recibido la noticia de que el Gobierno ha anunciado la aprobación de la ley de Economía Sostenible que incorporará reformas sustanciales en los actuales modelos del sistema financiero, una apuesta clara por la potenciación de las energías renovables, impulsar empresas socialmente responsables, y por agilizar y modernizar las administraciones públicas.

Pero, ¿qué es economía sostenible? Una palabra que está de moda y que todo el mundo utiliza. Es aquel desarrollo capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de futuras generaciones. Es decir, los recursos naturales no se deben utilizar a un ritmo superior al de su regeneración; no emitir contaminantes a un ritmo superior al que el sistema natural es capaz de absorber o neutralizar. Históricamente es manifiesta la incapacidad de la especie humana para vivir en armonía con el planeta. Hasta hoy, ninguna especie salvo la humana, ha conseguido modificar tan substancialmente, en tan poco tiempo, las características propias de nuestro mundo: Superpoblación, incremento efecto invernadero, modificación del paisaje, erosión, desertización, destrucción de la selva, etc., con una importante interacción en el tratamiento del agua, los residuos domésticos, suministro energético y sistema productivo.

Por lo tanto, es evidente que se hace necesaria una transformación total de nuestro modelo económico. El modelo económico dominante actual es aquel que dice que la economía va bien cuando crece el producto interior bruto (PIB). Este sistema no tiene en cuenta que la capacidad de crecimiento económica es finita, ni tiene en cuenta las limitaciones del sistema natural que están llevando a nuestro planeta al infarto ecológico. Aunque el Gobierno haya anunciado esta nueva ley, no ha concretado cómo lo va ha hacer. Sólo ha dicho que se pondrá el acento en su “capacidad innovadora”; con un gran problema por resolver: el alto volumen de desempleo: 18%. Esperemos que, al final, todo esto no se traduzca sólo en palabras grandicoluentes e ideas inaplicables.

Los políticos deben dejar de sacar conejos de la chistera y abordar, en profundidad, las reformas necesarias a saber: Educación, investigación, desarrollo e innovación, transparencia del sector financiero, mayor dinamismo empresarial, y acción decidida a luchar contra el cambio climático. Las reformas deben ser profundas y progresistas. Tarea difícil pues, para una persona “progre”, el término progresista significa que el primero que tiene que progresar es él mismo. Me temo que eso de la “economía sostenible” signifique que al primero que hay que sostener –aún más—económicamente, sea a los de siempre. Mi madre, como cualquier otra persona ama de casa, quizá sea quien más sabe de economía sostenible: “Cuando se cobra poco, pero se sigue queriendo subsistir, se aplica este principio básico: Gastar menos”. Tal vez los responsables políticos (todos) deberían tomar nota.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com
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lunes, 16 de noviembre de 2009

TELEBASURA


Desde hace tiempo estamos asistiendo a un fenómeno televisivo, cada vez más presente, que se caracteriza por explotar el sensacionalismo, el morbo y el escándalo con el único fin de atraer audiencia. Se define “Telebasura” por los personajes que exhibe, los asuntos que aborda, el poco o ningún respeto a la vida privada o a la intimidad de las personas; por el desprecio de la dignidad que toda persona merece, cuando no se recurre a la utilización de un lenguaje chillón, grosero e impúdico, con la intención de convertir en espectáculo la vida de determinados personajes que, generalmente, se prestan a ser vilipendiadas y manipuladas, a cambio de celebridad o contraprestación económica. Prima el mal gusto, lo escandaloso --y en algunos Realty shows--, el enfrentamiento personal, el insulto y la denigración de los participantes.

Este tipo de programas atrae a mucha gente. Pero, ¿por qué su éxito?, ¿es el cotilleo parte de nuestra cultural social? Los promotores de la telebasura utilizan cualquier tema de interés humano, acontecimiento político y social como excusa para la atracción de audiencia. Bajo una apariencia hipócrita de preocupación y denuncia, se regodean con el sufrimiento, con la exhibición gratuita de sentimientos y comportamientos íntimos, buceando en una espiral sin fin para sorprender al espectador. La telebasura cuenta con una serie de ingredientes básicos que la convierten en un factor de desinformación y aculturización. La aparición de personajes sin cultura ni relevancia de interés social, que el único mérito para aparecer en pantalla es haber tenido un hijo con algún famoso, permitiéndose debatir en temas muy complejos con explicaciones simplistas donde abunda la demagogia que, lejos de arrojar luz sobre los problemas, contribuyen a consolidar la idea del “todo vale”; con desprecio total de derechos fundamentales tales como la presunción de inocencia, cuando no se recurre a intervenciones estableciendo “juicios paralelos” apoyándose en testimonios supuestamente verdaderos.

Este fenómeno es más acuciante en las televisiones privadas que emiten en abierto, pues son las que mayores esfuerzos de fidelización de audiencias deben realizar al depender sus ingresos totalmente de los contratos publicitarios que, a su vez, dependen de los índices de audiencia. El verdadero cliente de estas TVs no es el espectador, sino el anunciante. Todo vale para conseguir audiencia. Es significativo comprobar la ausencia de programación infantil en la franja de tarde en cadenas como “Antena3” y “Tele5” que sólo emiten programas de esta índole.

Pero, ¿se deben aplicar medidas para acabar con los contenidos que atentan contra la dignidad de las personas, la ética, la formación y la moral? No soy amigo de prohibiciones que puedan incurrir en una hipotética falta a la libertad de expresión, pero sí combatir todo lo que implique denigrar a las personas. Sólo con la implicación de todos los agentes: poderes públicos, cadenas, anunciantes, espectadores, sin olvidar la responsabilidad de los profesionales de los medios, que sirva para modelar una oferta televisiva distinta, elaborando un código ético de regulación de contenidos, promocionando programas donde imperen tres pilares básicos: Información, formación y entretenimiento, que conduzcan al respeto de valores constitucionales como el derecho a la veracidad, a la intimidad y la dignidad de las personas.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

lunes, 9 de noviembre de 2009

ANGUSTIOSA ESPERA


Son ya muchos días que dura el secuestro del “Alakrana”. La angustia que sufren los secuestrados y sus familias no puede dilatarse por más tiempo. La preocupación lógica de las familias que ve cómo pasan los días sin llegar a una solución, y el desánimo que ya ha calado hondo en su tripulación por el lento discurrir de las negociaciones diplomáticas, necesitan sin demora una salida que pase, prioritariamente, por el regreso a casa de su tripulación sanos y salvos. Las acciones irrenunciables que, posteriormente, puedan iniciarse para combatir a estos delincuentes , deben quedar relegadas a un segundo término.

Mientras aquí nos enfrascamos en el dilema de si uno de los piratas detenidos unos días es mayor y otros es menor de edad, y nos pasamos todo el tiempo haciendo radiografías a uno de los detenidos, las condiciones de vida en el barco son cada día peor. Estos piratas no son tan benévolos en el trato a los marineros: “Están cada vez más nerviosos, porque toman una droga que se llama ‘Kat’ que les pone muy agresivos; nos someten a amenazas y nos humillan constantemente escupiéndonos a la cara. Ya no tenemos agua y hay veces que nos tiran la comida por la borda”. Son las angustiosas declaraciones del patrón Ricardo Blach. El hecho de que les dejen atender algunas llamadas no es un gesto de humanidad, ni mucho menos; los piratas son conscientes del poder de los medios de comunicación y lo utilizan como una forma de presión.

Lo que en principio parecía un éxito de nuestra armada, se ha convertido en un gran lío porque la detención de dos de los piratas, está suponiendo un serio hándicap para la liberación de los secuestrados. “Ellos siempre quisieron el dinero y a esos dos” –subraya Blach--, y asegura que “cuando los devuelvan y paguemos, nos dejan ir; porque no les vale que sus compinches sean puestos a disposición de las autoridades de Kenia”. Mientras, los buques españoles continúan expectantes, sin que sepamos si pueden asegurar la veracidad del traslado a tierra de tres de los marineros, y su retorno al buque. A la falta de información concreta, se añade la triste situación de Somalia: un país roto y destruido que no se sabe quien manda.

Quizá hayamos perdido mucho tiempo atendiendo a los disparates de la ley del menor, y el absurdo de la consideración legal de la minoría de edad. La consideración de mayor o menor lo debe marcar la magnitud del delito, no quien lo comete. Todos sabemos que una persona de 16 años, es capaz de cometer la mayor atrocidad: (caso de Sandra Palo). Secuestrar un barco no es cosa de niños; por lo que lo perfectamente legal puede convertirse, en la práctica, en una cosa de locos. Pero este es un tema de reflexión que merece una consideración aparte.

Espero y deseo que, cuando este artículo salga a la luz, se haya solucionado lo prioritario de este secuestro: la liberación de los 36 tripulantes del “Alakrana”. No nos queda otra que confiar en los responsables de las negociaciones para su resolución satisfactoria. Ojala se resuelva este conflicto sin lamentar ningún tipo de desgracia personal ni mediante tragedia alguna. Mis mejores deseos para los marineros y sus familias.


Miguel F. Canser
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sábado, 24 de octubre de 2009

AMISTAD

Existen muchas definiciones sobre la amistad. El diccionario de la Real Academia dice se trata de “un afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”; por tanto, es la relación afectiva más común que la mayoría de las personas tenemos en la vida. Nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes y hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse, y otras, tardan tiempo en hacerlo. Personalmente, la definición que más me agrada es que un amigo es una persona con quien puedes y te atreves a ser tu mismo.

Esto, en los tiempos actuales no suele suceder con frecuencia, porque solemos disfrazar nuestro propio yo, no mostrándonos como verdaderamente somos, enseñando una visión externa estandarizada sobre cómo debemos ser y comportarnos. Es una barrera para conseguir una verdadera amistad; y aunque la vida moderna deja poco tiempo para mantener, perdurar y conservar relaciones de amistad significativas, tengo que agradecer a múltiples personas la influencia positiva que, a través de los años, han marcado mi carácter y, muy pocas, con las que comparto una profunda amistad; porque la verdadera amistad, aunque escasa, dura toda la vida.

La vida no suele darnos todo lo que soñamos. Tenemos defectos y quizá nos avergonzamos que nos conozcan como realmente somos, pero una verdadera amistad se construye sobre los pilares de la verdad. Decía Plutarco: “no necesito amigos que cambien cuando yo cambio, y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor”; porque un amigo es aquel que lo sabe todo de ti y, a pesar de ello, te quiere. Y si buscamos un amigo sin defectos, seguramente nos quedaremos sin amigo.

¡Hola!, ¿cómo estás? Son palabras que pronunciamos con mucha frecuencia pero que pocas veces esperamos a oír la contestación. Este es el gran problema de nuestro tiempo. No sabemos escuchar y la gente necesita que se le escuche, que vean que sus preocupaciones nos interesan. El verdadero amigo se prueba en la hora difícil; es aquel que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte. Se les puede llamar en cualquier momento y a cualquier hora. Dicen que “quien tiene un amigo tiene un tesoro”. Ciertamente, porque el tiempo que pasamos con cada amigo es lo que nos hace importantes a nosotros y a ellos; porque la amistad se construye poco a poco, a pedacitos de tiempo que vivimos con cada persona. Con los amigos nunca se llega a perder el tiempo.

Al contrario que la familia, a los amigos los elegimos nosotros y si te equivocas siempre se tiene la opción de poder rectificar. Seguramente nos llevaremos muchas decepciones, pero un amigo de verdad siempre nos dirá las cosas desagradables a la cara, mientras que el enemigo las dirá a nuestras espaldas. Somos responsables de lo que cosechamos., aprendamos a cosechar una sana amistad.


Miguel F. Canser
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domingo, 18 de octubre de 2009

¿ACUERDO, O COMPRA?

El Gobierno ha conseguido sacar adelante los Presupuestos para 2010 procurándose los votos de PNV y Coalición Canaria, a base de concederles unas prebendas económicas satisfactorias. Estos presupuestos que han sido criticados desde todos los grupos políticos manifestando su ineficacia, salen adelante por el apoyo de dos autonomías que el Gobierno ha “maltratado” últimamente.

En Euskadi el PSOE se alía con el PP y deja fuera del gobierno al partido más votado: PNV, que se rasga las vestiduras, pero que no se sonroja al apoyar unos presupuestos que ni les van ni les vienen, porque gozan de un concierto económico y una independencia fiscal aparte. Eso sí, pone 3 condiciones: el blindaje del concierto económico, la devolución del IVA a la Diputación de Álava, y el compromiso de ser informado sobre las decisiones del traspaso a Euskadi de las políticas de empleo. Canarias, que tiene una tasa de paro el doble que la mayoría de España, el compromiso es que se embolsa la cifra de 25.000 millones en 10 años sin concretar dónde se destinarán.

El nacionalismo, que reclama independencia (legítimo, por cierto) es como los hijos que quieren independizarse pero con el dinero de los papis. No hacen más que protestar en casa, pero no se atreven a salir de ella, porque si no, ni papá ni mamá les pagarán sus gastos. Se trata de un “chantaje” permanente que pagamos los de siempre. Lo que da grima es que Euskadi tenga un sistema fiscal propio, que reduce notablemente su aportación a la caja común del Estado, y sin embargo, puedan decidir sobre dónde, cómo y en qué, debemos gastarnos el resto de los españoles nuestro dinero. No es un acuerdo, sino una compra de votos que el gobierno de turno siempre se presta para sacar adelante sus proyectos. Es, en definitiva, una insolidaridad con el resto de España pues este apoyo se presta para cubrir necesidades parcelarias, obviando otras de interés general.

Los presupuestos aumentan el gasto público elevando la deuda al 62,50% del PIB superando el máximo permitido por la U.E. Se deja, por ejemplo, a los ayuntamientos sin financiación reduciendo su dotación presupuestaria, lo que pone en riesgo servicios sociales como la atención a dependientes, guarderías, comedores sociales y escolares, y otras labores que los ayuntamientos desempeñan a pesar de no ser de su estricta competencia. Más importante es devolver el IVA a Álava.

Gobierno y oposición se empeñan en una batalla campal donde sólo priman los intereses propios para no perder cuota de poder, sin dedicarse a la tarea que los ciudadanos les han encomendado. ¿Para cuándo un pacto de estado entre las dos principales fuerzas políticas? Los ciudadanos los hemos votado para que solucionen los problemas del país, para que unan su esfuerzo en común y busquen una solución a esta complicadísima crisis; aparquen sus diferencias y ambición de poder, y pónganse a trabajar por el bienestar común de todos. Dejen de mirarse el ombligo, de criticar y desprestigiar al contrario; sólo así saldremos ganando todos.


Miguel F. Canser
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domingo, 4 de octubre de 2009

¡¡POLÍTICA DE IZQUIERDAS, SÍ SEÑOR!!

Recientemente hemos conocido la reforma que el Gobierno ha decidido hacer para sufragar la falta de recaudación, modificando dos tipos de IVA, las rentas de capital, y alguna tímida rebaja fiscal para las PYMES, sin olvidar la supresión de los 400.-€ que, curiosamente, es la medida más cuantiosa de recaudación de esta reforma (5.700 millones de euros).

Existen 3 tipos de IVA:

El 4.-% que se aplica a productos llamados de primera necesidad: Pan, leche, huevos, frutas, verduras, cereales, quesos, libros de texto, medicamentos, viviendas de VPO, prensa, etc.

El 8.-% (antes 7%) que considera a todos los alimentos no incluidos en el tramo del 4%, más transporte, hostelería, espectáculos, peluquerías, dentistas, agua y vivienda, etc.

El 18.-% (antes 16%) por citar algunos: luz, gas, teléfono, ropa, calzado, electrodomésticos, tabaco, etc.

Visto esto, ¿ustedes creen que la luz, el gas, la ropa, el calzado y el teléfono, no son artículos básicos de primera necesidad?, ¿por qué no figuran en el tramo del 4%? Independientemente de que elevar este impuesto ligado al consumo en plena recesión, se logra que éste se deprima aún más, y aunque el mensaje político apuntaba a los más acaudalados, el IVA, al ser un impuesto indirecto, que se aplica independientemente de los ingresos, el impacto es mayor para las rentas menores; así, el pan y la leche, por ejemplo, cuestan lo mismo al “pobre” que al “rico”. (¡¡Política de izquierdas, sí señor!!).

La reforma también afecta a las rentas de capital. Los rendimientos de ahorro inferiores a 6.000.- € (94% de los contribuyentes), tributarán al 19% (antes 18%). La subida será más pronunciada, del 21%, para quienes declaren rendimientos mayores de esa cantidad; por lo que esta alza fiscal no afecta a los más ricos. De hecho, las grandes fortunas canalizan sus inversiones a través de Sociedades de Inversión Variable (SICAV) que gozan de la ventaja de tributar (esto no se ha modificado) al 1% en el Impuesto de Sociedades; mientras las Pymes y autónomos pagarán el 20% si cumplen algunos requisitos. Para constituir una Sicav se necesita un capital mínimo de 2,4 millones de euros (¡¡Política de izquierdas, sí señor!!).

Una de las principales críticas a este sistema es que las rentas del trabajo soportan mayor carga fiscal que las del capital. Un ejemplo: alguien que tenga un sueldo de 60.000 euros al año, pagará más a Hacienda que si esa cantidad los obtiene exclusivamente especulando en Bolsa.

Para generar incentivos positivos para la economía y regenerar la inversión y el empleo, no es a base de subir impuestos de forma indirecta. Ya son muchas las voces que lo dicen. Falta imaginación, y el F.M.I. advierte: “nosotros hubiéramos puesto más énfasis en los recortes de gastos”.

Miguel F. Canser
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jueves, 24 de septiembre de 2009

MENTIR EN POLÍTICA

La visión que tiene el ciudadano de a pie sobre nuestra clase política, es decepcionante. El distanciamiento y el descrédito que parece existir entre unos y otros es cada vez más evidente. Vivimos en una sociedad resignada, desesperanzada y carente de motivaciones. El ciudadano cada día recela más y se fía menos de las promesas que hacen los políticos, porque se fabrican un mundo exclusivo para ellos: se fijan sus sueldos con independencia de la situación económica de sus conciudadanos; sus derechos de recibir pensiones es la mitad exigente que para cualquier trabajador y viven en su mundo, con sus estadísticas sobre el pulso social en otra dimensión, muy alejados de la realidad de la calle. Además, es notoria la creencia generalizada de que nos mienten casi siempre, que dicen siempre lo políticamente correcto, pero que su verdadera intención es otra.

Dicen que fabricar mentiras es labor diaria del creador de imagen; hacernos creer queun detergente quita todas las manchas sin esfuerzo es su trabajo, aunque no sea verdad. Los partidos políticos contratan a equipos publicitarios para dar credibilidad a cualquier argumento, promesa electoral, etc. Su esfuerzo consiste en que el receptor se identifique con el discurso del emisor y una vez conseguido este propósito, la mentira política se reproduce socialmente; así, una mayoría social está satisfecha y sus dudas e incertidumbres desaparecen.

Descalificar un buen nombre bajo la acusación de corrupto no requiere mucho esfuerzo. Lanzar un rumor y posteriormente divulgarlo tampoco es complejo. Todo vale y no existe código ético. Se pasan todo el día desmintiendo y contraatacando. Sin embargo, la fabricación de la mentira en política, está obligada a superar la prueba del tiempo; debe perdurar, no puede tener vida efímera pues perdería legitimidad. La necesidad de creerse la mentira forma parte de la trama. Es necesario repetir, de manera consistente, el argumento hasta lograr el objetivo.

La mentira política, responde a una voluntad consciente, deliberada, de ocultar datos y pruebas; sobre todo si debilita al enemigo: gobierno, oposición, grupo de presión, etc. Ejemplos de lo dicho: el falaz argumento, esgrimido por el “trío de Las Azores”, de posesión de armas de destrucción masiva en manos de Sadam Husein en Irak. La manipulación, a la hora de informar, sobre la autoría del atentado de la estación de Atocha del 11 de marzo de 2004. Convencer a la población española y mundial de que había sido ETA, permitía una rentabilidad política en momentos de elecciones generales. Ignorar, antes de la elecciones generales de marzo de 2008, e intentar convencer, incluso prometer un desarrollo económico importante, cuando realmente se avecinaba una crisis profundísima a nivel mundial, denota la dignidad política del Sr. Zapatero. Si me dicen que no sabían lo que se nos venía encima, peor por su falta de previsión y su incapacidad; prohibir entre sus allegados, pronunciar la palabra crisis utilizando otras de gran equilibro imaginativo, para no desdecirse del discurso anterior.

La verdad, identificarse hoy con las medidas económicas y el discurso del Sr. Zapatero es sinónimo de falta de cultura, formación y criterio propio. Sus mensajes no se sostienen y van destinados a regalar los oídos de sus incondicionales. Los sindicatos, llamados de clase, que viven del cuento y de las subvenciones, estarían en la situación actual, de huelga permanente. En Francia, con un paro del 9%, le montaron a Sarkozy una huelga general. Está claro que el mal se interpreta de distinta manera, dependiendo de donde venga. Recientemente ha dicho: “hemos sabido decir no a los poderosos”. ¿A quienes a dicho no?, ¿cuándo?, ¿dónde? Me gustaría que diera algunos nombres y ejemplos. Que yo sepa, ayudó a los poderosos (bancos). ¿Acaso la mentira es impune en política? ¿Hasta cuándo? Reconozco que, personalmente, del desconcierto paso a la carcajada.

La mentira mata la verdad, mina las relaciones humanas y la dignidad de las personas. Los políticos y el Estado, no deben tener reglas morales distintas a las de la ciudadanía. Un proverbio chino dice: “La primera vez que me engañes, la culpa será tuya, la segunda será mía”. A buen entendedor…….

Miguel F. Canser
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viernes, 14 de agosto de 2009

E N V I D I A



La envidia, al contrario que otras cosas, no ha evolucionado mucho, sigue inalterable a través de los siglos y se basa en una tristeza ante el bien ajeno, el afán de dominio, de protagonismo y de superación a otro, pues hace sentir continuamente la necesidad de aquello que el otro tiene, -- no sólo bienes materiales, también éxito, inteligencia, forma de ser y actuar, etc. —y la impotencia de lograrlo. La envidia es la madre del resentimiento, que no busca que a uno le vaya mejor, sino que al envidiado le vaya peor.

Este pecado capital alcanza su fecundación entre las personas más próximas; dándose preferentemente entre hermanos y familia más directa (todos conocemos la historia de Caín y Abel); y su origen la podemos encontrar en: complejos, frustraciones, impotencia, etc. El envidioso es una persona carente de atributos. No sólo anhela lo que tiene el otro, sino que el atributo que el envidiado posee, lo debiera poseer él, y, es más, puede declarar que incluso lo posee pero que, injustificadamente no se le reconoce.

A menudo la envidia, que conduce al odio, y a la ira, se disfraza con una careta sonriente y su lengua se expresa en tono amistoso, rozando la adulación, mientras el corazón está lleno de resentimiento. Asume un papel virtual y ficticio ante los demás. Suele ser un gran mentiroso que proyecta hacia los demás lo que le gustaría que pensaran de él, pero es un celoso guardián de su verdadero yo. La vida de la persona envidiosa no gira sobre su propia realidad, sino sobre lo que desearía, sobre lo que no tiene, sobre lo que le falta.

Este hecho es uno de los más potentes causantes de que sea un infeliz, porque aquel que envidia, no sólo sucumbe a la infelicidad que le produce su envidia, sino que además, alimenta el deseo de producir el mal de otros; y revela una deficiencia de la persona pues no reconoce que es envidioso. No asume ante los demás, ni siquiera ante sí mismo, que la padece. Su discurso es permanentemente crítico hacia el envidiado y suele intentar convencer que él es la víctima de todo. Rara vez este hecho llega a ser útil, pues la descalificación de la imagen del envidiado, resulta ser, a la larga, un fracaso total. Es una cobardía propia de los débiles. Cuanto más bondadosamente tratamos a quien nos odia, más armas le damos para que nos traicione. Ya lo dijo “El Quijote”: “¡Nos ladran Sancho!, señal que avanzamos". Detrás de la envidia se esconde un sentimiento de inferioridad e inseguridad, una incapacidad de reconocer y asumir las limitaciones personales, e incapacidad de sentir empatía (ponerse en lugar del otro).

El arma contra la envidia: LA VERDAD. Aprender a dar y pedir ayuda, a colaborar y compartir. Asumir que somos lo que somos e intentar mejorar. El único punto de referencia de superación somos nosotros mismos. No necesitamos compararnos con nadie.

Miguel F. Canser
www.cansermiguel@blogspot.com

sábado, 1 de agosto de 2009

SANIDAD Y POLÍTICA


Hace días coincidí con un amigo y vecino a quien encontré contrariado; cuando le pregunté a qué era debido, me dijo que su médico le había dado un volante “preferente” para un especialista, y la cita se la habían dado para más de un mes. Posiblemente existan otros casos más relevantes, pero todos conocemos las demoras de nuestra sanidad pública, y el empeoramiento creciente de su funcionamiento; y aunque ahora sea competencia de las distintas Comunidades Autónomas, su deterioro es cada vez más acuciante y no se ven signos de recuperación. Pero, ¿a qué es debido?

Los colectivos profesionales cifran en 3.200 el déficit de médicos y en 150.000 el de enfermeras; sus salarios son de 2 a 3 veces inferiores a los de otros países europeos. El colegio de médicos denuncia el aumento de los contratos basura; en algunas comunidades, como Madrid, se hacen contratos muy cortos, algunos de unos días o para unas guardias. Muchos se van a la sanidad privada donde les ofrecen mejores condiciones; según el Consejo General de enfermería, las españolas perciben una media de 2.l00.-€, mientras que en Reino Unido o Irlanda, el salario neto mensual es de 4.000 y 3.000.-€. Los profesionales de la sanidad no dan abasto; los especialistas se las ven y se las desean para meter a sus pacientes en las listas para hacerse una prueba, antes de que sea demasiado tarde. Los médicos de atención primaria apenas tienen 5 minutos para atender a cada paciente; los de Suecia, por ejemplo, disponen de 35 minutos. Los salarios, la estabilidad laboral y la calidad de su formación explican que muchos médicos y enfermeras acaben ejerciendo en el extranjero.

No todo es negativo en nuestra sanidad. En ningún otro país del mundo existe una cobertura sanitaria gratuita tan amplia como la española; la cartera de servicios es de las más generosas que existen; sólo quedan fuera la mayoría de tratamientos dentales y el podólogo. Eso hace que muchos jubilados europeos opten por vivir de forma estacional en España; sin contar a los residentes no europeos.

Un día, esperando en una consulta, fui testigo de esta conversación:
--Soy hondureño, mis hijos me trajeron aquí para operarme, porque en mi país, no tenía dinero para hacerlo, y fue llegar aquí, me ingresaron de urgencia y me operaron sin problemas. ¡¡Esto es fabuloso, y además, gratis!!

-- No se confunda señor, -contestó el de al lado- no es gratis, lo pagamos todos con nuestros impuestos—.


El problema es que faltan médicos y además, están mal distribuidos y mal pagados. Sólo el 54% de los médicos trabaja en la sanidad pública. Las administraciones actuales y los nuevos modelos de gestión se han mostrado ineficaces; de nada sirve hacer nuevos hospitales, si éstos se encuentran infrautilizados por escasez de medios humanos. Los gestores políticos, enquistados en su ideología (la que sea en cada caso), miran más a la cuenta de explotación, que a la calidad de servicio. No existe nada más contraproducente que una sanidad que dependa de los beneficios. El personal médico debe ser el principal protagonista de la sanidad; es él quien debe marcar los tiempos, la organización asistencial y hospitalaria, y no los gestores ajenos a la actividad; cada uno debe dedicarse a organizar lo que sabe.

Los servicios públicos nunca deben ser un negocio. ¿Por qué no se escatiman recursos para Hacienda o para Tráfico?, ¿quizá porque son rentables? En el lado opuesto están la Sanidad y, por ejemplo, la Justicia. Hasta que los responsables políticos no se dediquen, con auténtica vocación de servicio al ciudadano, a solucionar los problemas que verdaderamente preocupan a la población, seguiremos con las mismas carencias.

Es difícil crear ideas y fácil crear palabras; de ahí el éxito de los políticos.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

lunes, 25 de mayo de 2009

IMPLICACIÓN LIMITADA

Existen temas candentes que ocupan un gran protagonismo en todos los medios de comunicación. En su día fue la desaparición del niño canario Jeremy, el espectáculo mediático que se originó por la desaparición de la niña británica Madeleine y, relativamente reciente, el caso de la adolescente Marta del Castillo. En definitiva, en España existen unos 200 expedientes sin cerrar de desaparición de menores.

Hace unos días, el Juez titular del Juzgado de Instrucción nº. 4 de Sevilla, dejó en libertad a uno de los implicados en el caso de Marta del Castillo, concretamente al hermano del asesino confeso Miguel Carcaño, porque “la posición del implicado no fue predominante en los hechos, y su participación en los mismos tiene una menor entidad que el resto de los imputados”, y no hay riesgo de que, al quedar en libertad, pudiera manipular, alterar u ocultar pruebas. Le concede la libertad por su “implicación limitada”. Este mismo juez, y luego la Audiencia Provincial rechazaron, hace un mes escaso, una primera petición de libertad.

Este hombre, que es vigilante jurado de profesión, en su día negó ante la policía y ante el juez, haber conocido el crimen de Marta, incluso haber participado en la limpieza del piso; como también es vehemente la tomadura de pelo que los implicados están dando en sus declaraciones, tanto al juez como a la policía, sobre el paradero del cuerpo de Marta; por lo que, a pesar del tiempo transcurrido, aún no se sabe dónde se encuentra. Y si el cuerpo no aparece, las penas para todos se reducirán ostensiblemente.

Lo cierto es que, al día de hoy, a Marta ya no la busca nadie. Los implicados se burlan de la Justicia y no hay forma que declaren la verdad; quizá porque no les interesa que aparezca y así ganan tiempo que corre a su favor. El mercadeo morboso de algunos medios de comunicación se apacigua, crecen otras noticias que llenan los espacios, y “su tema” va quedando atrás.

He de confesar la indignación que me produce este hecho, y la primera pregunta que me viene a la mente es: ¿Qué hay que hacer en este País para merecer la cárcel? ¿Se hubieran desarrollado los hechos de igual forma si se tratara, por ejemplo, de la hija del Presidente del Congreso, del Gobierno, o de cualquier personalidad relevante de nuestro País? La verdad es que tengo mis dudas. Vivimos un clima moral donde se banalizan los efectos que producen los hechos.

Estoy convencido que, aunque a veces nos cueste digerir algunas sentencias judiciales, los jueces se limitan a aplicar la ley; una ley que confeccionan nuestros políticos con desigual acierto. Como bien dice el padre de Marta del Castillo: “Al final, mi hija va a ser la culpable de todo”.

Miguel F. Canser
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sábado, 7 de febrero de 2009

FELICIDAD Y DINERO

A través de la historia el dinero ha tenido un protagonismo preferente en la vida humana; la salud, la educación, el trabajo, las relaciones personales, etc., están cada vez más influenciados por el factor dinero. Todos sabemos el famoso dicho de: “El dinero no da la felicidad”, pero, ¿es totalmente cierto?

La mayoría de los humanos pensamos que no es del todo cierto, porque la ausencia de dinero no te permite sustentar un mínimo de estabilidad personal para ser feliz; aunque también sabemos que, poseer mucho dinero, no es sinónimo de felicidad. Entonces, ¿cómo se mide la felicidad?, ¿cómo soy yo de feliz?

El dinero ejerce una profunda influencia emocional sobre lo que somos: (tanto tienes tanto vales), y está ligado a la consecución de una vida ideal pero, sin embargo, es la raíz de todas nuestras frustraciones, ejerciendo un profundo impacto en el desarrollo de la sociedad. El dinero es quien crea nuestras necesidades y además las condiciona. Sufrimos alteraciones por el dinero y de él dependen nuestra tranquilidad y nuestro futuro. La expresión máxima del materialismo es el dinero y su sentido es el consumismo con una meta terrorífica: El poder.

Es evidente que, en los países ricos, se es más feliz que en los pobres, pero una vez escuché: “Mis hijos tienen todas las videoconsolas y no son más felices de lo que era mi padre, que jugaba con una cuerda y una caja de cartón en la calle”. La felicidad no es exterior, sino interior. No depende de lo que tenemos, sino de lo que somos. Lo mejor de la vida no tiene precio y es gratis: La caricia de un ser querido, admirar una obra de arte, los colores del otoño, etc.

Nuestra conducta individual se mueve por el surco que la humanidad ha dibujado a través de los tiempos. Nuestras normas de conducta se traducen en hábitos implantados por personas que, indirectamente, han influido e influyen diariamente en nuestra vida.

Para ser felices necesitamos ser, primordialmente, sinceros, honestos y consecuentes con nosotros mismos. La persona feliz es cordial y optimista; posee un profundo sentido ético y goza de una alta autoestima. La gente feliz no es egoísta, tiende a ser más cooperativista y estar más centrado en los demás. La antitesis del egoísmo es el amor. Quien ama puede sufrir, pero está satisfecho y feliz por lo que siente. Quien es incapaz de amar, aunque posea mucho dinero, no podrá ser feliz nunca.



Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

jueves, 11 de diciembre de 2008

POLÍTICAMENTE INCORRECTO

En numerosas ocasiones, las personas más cercanas a mí, donde incluyo a familiares y amigos, me critican mi constante acoso a los políticos, mi visceral tendencia a recriminar y señalar los defectos de nuestra clase política. Quizá tengan razón y adolezco de un juicio crítico ya de antemano prejuzgado por mi inconsciencia. Créanme que hago un gran esfuerzo por no ser “políticamente incorrecto” pero, a la vista de los acontecimientos, no he podido dejar de caer nuevamente en la tentación.

Los acontecimientos a que me refiero son múltiples y variados; parece como si hubieran estado instalándose, poco a poco, hasta hacer rebosar mi frágil “almacén”, y es necesario abrir compuertas para que fluyan libremente.

Vivimos una situación de crisis tan intensa, que todos sabemos ya su repercusión: disminución de ventas por una baja actividad de consumo, aumento del paro, colapso inmobiliario, suspensiones de pagos, (menos mal que bajó el petróleo), aumento de tarifas en luz, gas, etc, y desde los poderes públicos se nos pide austeridad aunque esta receta no parece les afecte a ellos, que siguen gastando inmoderamente en lo superfluo.

Hace pocas semanas salía la noticia de que nuestro Presidente del Gobierno, dispone de 656 asesores con un coste anual de 28 millones de euros. El Subsecretario de Presidencia, Luis Herrero, dijo que era una dotación necesaria para contestar con “diligencia” las miles de preguntas parlamentarias dirigidas al Gobierno. Teniendo en cuenta que, hasta la fecha, el Gobierno ha respondido a un total de 133.315 preguntas, y suponiendo que estos colaboradores sólo se dedicaran a esa labor, les ha tocado a cada asesor, una media de algo más de 200 preguntas en la legislatura (4 años); es decir, 50 preguntas al año, o una a la semana. ¿Les parece mucho trabajo?

En plena crisis es de sobra conocido los excesos del Presidente del Parlamento catalán en la adquisición y mejora de su nuevo “Audi A-8 Limusina”, con un costo de 130.000€. Señalar que este señor se desplaza casi a diario desde Reus (Tarragona) donde reside, hasta su despacho en Barcelona. Quizá hubiera sido menos gravoso pagarle un alquiler de vivienda. La Comunidad Valenciana acaba de aprobar unos presupuestos para el 2009, que incluyen una partida de 850.000€ para renovar la flota de 14 vehículos. ¿Todos a la vez? Por supuesto todos marca Audi. Quienes nos recomiendan ahorrar energía, y ser respetuosos con el medio ambiente, utilizan automóviles que más consumen, más contaminan y de mayor costo. El Presidente de la Xunta de Galicia dicen se ha gastado 2 Millones de euros en remodelar su despacho, y el Alcalde de Madrid, Sr. Gallardón, mientras pide a los madrileños austeridad, se sube el sueldo un 11,3%; con lo endeudada que está ya la ciudad. Las remodelaciones de las dependencias oficiales no se efectúan con criterios funcionales, para dar un mejor servicio al ciudadano, sino revistiendo estos inmuebles de lujo ostentoso e irracional.

Desde la Casa Real, Presidencia del Gobierno, gobiernos autonómicos, ayuntamientos, y demás administraciones públicas, los gastos superfluos abundan. La crisis es cosa del españolito de a pie, que no se queja, que cumple sus compromisos de pago y paga sus impuestos maldiciendo por lo “bajini” para , al final, tener que vivir después de toda una vida de trabajo, con una pensión raquítica, o pierde el empleo y ve cómo los banqueros, (los de aquí y los de allí), que provocaron, --con su avaricia de obtener altos rendimientos invirtiendo en productos de alto riesgo--, la actual crisis económica, se ven premiados con fondos públicos en condiciones muy preferenciales, cuando presumen de beneficios escandalosos.

Podría afirmarse se trata de un tipo de corrupción que no es delito. Es delito llevarse dinero a casa, pero emplearlo en un gasto irracional y abusivo, aprobado por la mayoría no lo es…. Y luego, quizá no haya dinero para escuelas, ambulatorios, hospitales, o faltan profesionales de la medicina en todas sus especialidades.



Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

lunes, 6 de octubre de 2008

JOVENES DE HOY

Tengo que reconocer que el tema sobre el que me propongo escribir, me produce cierta inquietud y desazón; en primer lugar porque ya no me considero joven, no estoy en su “onda”, y temo no ser lo suficientemente ecuánime. Y después, porque no quiero caer en la generalidad; en cualquier caso, no dejará de ser una visión personal, aunque sí quisiera abordar los temas más genéricos que preocupan a los jóvenes.

Entre los jóvenes de hoy, como en todo lo demás, hay de todo; son diferentes entre ellos mismos, dependiendo de su entorno geográfico y educación recibida. Los jóvenes urbanos del centro de las ciudades, poco tienen que ver con los que viven en zonas rústicas, ni los que han tenido largos procesos educativos, de aquellos que transportan sobre sus espaldas el fracaso escolar, ni los que provienen de una familia estructurada a los que han sufrido una degradación y desintegración familiar. La juventud es ante todo diversa.

Lo cierto es que decidimos llevar a nuestros hijos muy temprano a la escuela, la guardería, dejarlos con canguros, aislarlos con dibujos televisivos, y llenarlos de juguetes que no han construido. Quizá hayamos sido muy permisivos en su educación y les hemos protegido en demasía. Al contemplar a la juventud y sus formas de comportamiento y pensamiento, nos encontramos con un panorama a primera vista desolador. Pero no nos engañemos, todo ello no es más que un reflejo de la precaria y penosa base de la que han partido y de la cruel y sórdida realidad en la que viven. Señalemos alguno de estos elementos:

EL ENTORNO FAMILIAR

Es el lugar donde se recibe la primera educación y que puede condicionar muchas de las actitudes/aptitudes de los jóvenes. La actitud de los padres hacia sus hijos, a pesar de todo, es diversa. Encontraríamos en sus extremos las posturas más “radicales” desde la permisividad y el pasotismo más escandaloso de los padres hacia sus hijos, permitiéndoles todos los caprichos sin exigir un mínimo de responsabilidad y delegando su educación social en los centros educativos, la televisión o el grupo de amigos, hasta los padres que utilizan una disciplina férrea imponiendo con autoritarismo y sin diálogo sus ideas, protegiendo a sus hijos de la sociedad en la que van a vivir. El pasotismo y la permisividad es lo más común, lo que educa en la irresponsabilidad, el consumismo crónico (otorgar caprichos, dar demasiado dinero a los niños desde los 12-13 años), la falta de respeto a los demás (indisciplina escolar, botellones, locas carreras en moto o en coche por las calles), es decir, falta de ética y civismo. Las escuelas no pueden dar esa educación ética que falta, ni se dedican a ello, aunque ahora exista la nueva y polémica asignatura de “Educación para la ciudadanía”. La televisión y los juegos, de nefasta influencia, se convierten por ello en niñera y educadora. Falta por tanto conciencia en los padres, comunicación y capacidad de enseñar valores éticos imprescindibles para vivir en sociedad.

LA EDUCACION

Gran parte de los jóvenes se dedica a estudiar. Su pensamiento es que los futuros licenciados universitarios están abocados al paro. Además, la formación profesional –que se propone hoy como la mejor salida- está demasiado especializada y es eminentemente práctica, abandonando toda referencia a la cultura. Nuestra educación responde al viejo modelo de copia, memorización y examen que propicia el olvido de todo lo memorizado, pues sólo sirve para aprobar, inundando de aburrimiento e indiferencia del alumnado hacia la cultura. Mientras son universitarios viven engañados tras la zanahoria de un título o un diploma que combinado con algún master, será el pasaporte imaginario que les abra las puertas del éxito. La realidad es exactamente lo contrario. El éxito depende del ser uno mismo, del equilibrio entre un trabajo enriquecedor, buenas relaciones y especialmente una actitud positiva. Los jóvenes de hoy, a diferencia de generaciones anteriores, tienen acceso a múltiples fuentes de información, desautorizando los tradicionales monopolios del conocimiento.

EL TRABAJO Y LA VIVIENDA

Son factores que más condicionan a la juventud. La precariedad del empleo, unido a la baja calidad de los contratos laborales, afecta hoy a la inmensa mayoría. Esta penosa realidad, las duras condiciones laborales y falta de perspectiva de futuro, lleva ineludiblemente a una frustración continua por desmotivación. Si unimos a este hecho la dificultad de los jóvenes para acceder a una vivienda digna, cuya repercusión es el atraso en la emancipación, dificultad en la independencia de las parejas, etc., no es de extrañar que el deseo de los jóvenes de hoy, sea vivir la vida intensa, eufórica y apasionadamente. Este mundo tan globalizado ha hecho del joven un consumidor programado, como si esa forma de vida fuera un dogma absoluto. Descargan toda esa frustración, esa desgana vital, esa rabia mal contenida, en los fines de semana y, algunos, en la droga. Se trata de un intento inconsciente y desesperado por encontrar momentos de escape a esa frustrante realidad cotidiana mediante la euforia que éstas provocan. Este es el mundo que les estamos dejando.

La libertad para ellos es un valor clave, es la herramienta básica para alcanzar cualquier objetivo. No aceptan imposiciones, sólo respetan las pruebas. Son prácticos y críticos. La palabra pierde fuerza ante la imagen y descalifican el sacrificio porque, dicen, es represivo para su vida. Se autocalifican como sinceros y auténticos. Esta generación, obsesionada con Internet, con una educación permisiva y un exagerado materialismo, que se educó para pensar primero en uno mismo, son factores que pueden generar un contraste entre el mundo real y el sueño efímero, creando grandes niveles de depresión y ansiedad.

Nuestra realidad es que nos preguntamos continuamente: ¿Qué hacemos?, ¿condescender?, ¿prohibir?, ¿ponernos fuertes?, ¿dejar pasar?, ¿rendirnos? En general los tratamos como si fueran nuestra proyección. Al dirigirnos a los jóvenes, nos dirigimos a nuestros recuerdos juveniles, a nuestro pasado joven, a nuestras nostalgias y melancolías, cuando no a nuestros deseos de lo que pudimos ser y no fuimos. La vida real de los jóvenes está muy distante, en otro sitio, y nos resulta difícil de interpretar en nuestros esquemas habituales.

Miremos las cosas son serenidad y optimismo. Nuestros jóvenes tienen unos antivalores preocupantes, pero poseen también unas condiciones envidiables. Y nuestra actitud sería darles la confianza que merecen, con tal que esté sostenida en un gran sentido de la responsabilidad.

No nos equivoquemos, los ejemplos cotidianos de los personajillos de la Tele no nos sirven. Las “ pelis” sólo son sueños de otros y no valen para escribir nuestra propia historia; de hecho, sólo nos sirven aquellas cosas que podemos experimentar personalmente, que nos permitan estar bien y vivir en congruencia con nosotros mismos. De esta forma, contribuiremos a mejorar un poco nuestro entorno y eso sí vale la pena.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

jueves, 18 de septiembre de 2008

EL PRECIO DE LOS CARBURANTES



Todos nos preguntamos por qué tarda tanto en repercutirse la bajada del precio del petróleo al gasoil y gasolina. Los consumidores sienten en sus carnes que las subidas del petróleo se trasladan mucho antes al precio de la gasolina que las bajadas; y además, que se aprovechan de ciertas fechas claves que coinciden con inicio de vacaciones, (Semana Santa, Julio y agosto) para incrementar su precio.

Desde el pasado mes de julio, en que el barril de petróleo marcó un máximo histórico, el precio del barril ha bajado el 30%; mientras que la gasolina sólo lo ha hecho en un apenas 7%, y el gasoil un 10%. Pero, ¿cómo se traslada el precio a las estaciones de servicio? La cotización de la materia prima (barril) en los mercados internacionales, supone un 40% del precio final del surtidor; por otro lado, los costes fijos de refino, transporte, almacenamiento, mantenimiento, seguridad, comerciales, margen mayorista, remuneración al minorista, etc., sólo significan el 10% del precio. El 50% que falta son impuestos.

Esta alta fiscalidad del producto provoca que la variación de precios en origen y de costos, tengan una menor incidencia en la evolución del precio final. Ahora bien, todos hemos comprobado que, como ha sucedido recientemente, cuando el precio del petróleo sube casi todos los días seguidos, también diariamente se ha repercutido la subida a los carburantes; cuando es bien sabido que el petróleo adquirido ayer, debe llevar un proceso de refino que tarda meses hasta su posterior venta al público. La O.C.U., (Organización de Consumidores y Usuarios), ya se ha manifestado y acusa a las petroleras de trasladar los encarecimientos del petróleo “inmediatamente” a los precios de venta al público, mientras que para las bajadas se lo toman con más calma.

Todo esto tiene una explicación y es la falta de competencia. Existen pocos productores que se aprovechan de este “monopolio” que actúan con criterios de rendimiento. Y el Estado es un mero observador de lo que sucede, quizá porque también le interesa, ya que se lleva el 50% del precio final. Por ejemplo: si el litro cuesta 1.-€, el Estado se lleva 0,50€; pero si el litro vale 1,30€, se lleva 0,65€; multipliquemos por todos los millones de litros que se suministran, y el resultado es muchos millones de euros.

Como el mercado está liberalizado, las compañías petrolíferas tienen libertad para repercutir y fijar, todos al mismo tiempo, los precios. Pero tenemos un organismo: La Comisión Nacional de la Competencia, cuya misión es preservar, garantizar y promover la existencia de una competencia efectiva en el mercado nacional (hasta ahora muy ineficaz), que debería iniciar alguna acción concreta; estar alerta para actuar si existieran indicios –que los hay-- de que las empresas que controlan el sector. (Repsol 45%, Cepsa 25% y BP 10%), hubieran acordado mantener tarifas elevadas al margen de la bajada registrada en el precio del petróleo.

No se puede culpar a las empresas privadas de conseguir su objetivo principal: ánimo de lucro, pero sí a los poderes públicos cuando pierden de vista su fin máximo: servir al ciudadano. No nos extrañe que la inmoralidad y autosuficiencia sea el motivo de nuestra decadencia.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

martes, 9 de septiembre de 2008

VOLVER A LA REALIDAD

Ya estamos aquí de nuevo. Las vacaciones han terminado y es hora de volver a la realidad, a lo de todos los días. Nace el llamado síndrome postvacacional que afecta a un importante número de personas, que describe una incapacidad de adaptación al trabajo tras la finalización de las vacaciones; un conjunto de síntomas que reflejan un estado de ánimo como de rechazo para volver al trabajo y la vida cotidiana. Es un duro cambio al que nos cuesta adaptarnos; pasamos de un período de relax y sensación de libertad, pues nos dedicamos a hacer lo que nos da la gana, sin mirar el reloj, que se acaba cuando vuelven las obligaciones, los horarios y, sobre todo, la rutina diaria. El 35% de la población lo padece.

La dificultad para adaptarse de nuevo, no sólo viene del hecho de tener que volver al trabajo, ver de nuevo al jefe y a los compañeros, que nos contarán lo bien que se lo han pasado, aunque no sea verdad del todo; de lo bien que comieron en aquel restaurante y lo barato que fue cuando la realidad es otra; de la playa solitaria que descubrieron sin apenas gente, etc.; sino del hecho de pasar de un estado sin responsabilidades ni exigencias, a la realidad del día a día para conseguir un sueldo, de soportar hacer cosas que no nos gustan por obligación, etc. Este síndrome es más traumático en las niñas y niños que deben volver a la escuela después de tantos días de vacaciones.

Desde que tenemos uso de razón, el tiempo nos gobierna, nos mide, nos señala. Todos hemos experimentado la sensación de que los momentos felices pasan demasiado aprisa, y hemos deseado que duraran más; y al contrario, los momentos más amargos e infelices se nos han hecho interminables.

Los expertos dicen que esto se cura a base de optimismo; de no ser rehenes de nuestra realidad, de no sucumbir al desaliento, de combatir y sobreponerse a nuestra personal situación con alegría y optimismo. El síndrome postvacacional quizá sea otra cosa mediática que nos venden los medios. Las vacaciones es un período transitorio y efímero. Vivimos en una sociedad donde se idolatra el dinero, y el mundo se rige por el ciego egoísmo de los poderosos donde, salvo ellos mismos, todos tenemos que trabajar para vivir.

Quizá no valoremos lo que tenemos. Existe mucha gente que no tiene, no sólo la oportunidad de disfrutar de unas vacaciones, sino la obligación de acudir a un trabajo sencillamente porque no lo tiene. Hay gente que padece síndrome sin-vacacional crónico.

La vida es demasiado corta para estar siempre cabreado.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel@gmail.com

martes, 8 de julio de 2008

UNA NUEVA MASCULINIDAD

Han sorprendido las recientes declaraciones de la nueva ministra Bibiana Aído y su nuevo Ministerio de la Igualdad. En una entrevista, publicada en “El País”, señala claramente el objetivo de su Ministerio: conseguir “una sociedad más igualitaria en el ámbito laboral y económico y la lucha contra la violencia de género”. “Crearemos un teléfono para hombres que les ayudará a resolver dudas que hemos detectado”….”sobre la violencia, divorcio, paternidad. Hay que trabajar sobre una nueva masculinidad”.

No sé si será efectivo o no lo del teléfono para hombres. El tiempo, como siempre, dará o quitará razones. Pero, ¿por qué un teléfono de ayuda al ciudadano hombre y mujer por separado?, ¿por qué no un único número?, ¿quién atenderá la llamada?, ¿hombre o mujer?, para conseguir la igualdad, ¿es necesaria esta separación? En fin. Esperamos y deseamos que la ministra acierte y como ella dice: “trabajando por una sociedad más igualitaria combatimos la violencia”. En este tema tan delicado, procuremos no caer en la generalidad, cada caso de violencia ha de analizarse por separado, atendiendo a las particularidades y circunstancias específicas de cada persona. No lo tiene fácil la ministra pues tiene pocos medios (43MM. de euros) y, prácticamente, ninguna competencia y mucha dependencia de la actuación de otros ministerios; sobre todo del Ministerio de Justicia que debe resolver el tema de la violencia de género: “
Se trata de que establezcamos las líneas de actuación, que diseñemos dónde queremos ir, y el resto de los ministerios tienen un compromiso claro con la igualdad”.

Entendemos por igualdad el principio que reconoce a todos los seres humanos capacidad para los mismos derechos con independencia de su raza, sexo, religión, condición social y circunstancia personal. Esta es la teoría, pero la práctica es otra cosa. Hay desigualdad porque tenemos necesidades. Lo que encadena a nuestra especie es que subordina una persona a otra y, aunque esto no es en si mismo desigualdad, es una dependencia o subordinación. La dependencia puede convertirse, por necesidad, en servidumbre.

La mujer, aunque ha experimentado un gran avance, todavía debe recorrer un largo camino. Sólo hay que observar el cambio social producido desde los años 50, 60 y 70, pues la mujer se alza, y hace frente a la represión masculina. Y esto cambia cuando la necesidad apremia. Cuando falta lo más necesario, y la mujer empieza a trabajar fuera de casa, el hombre empieza también a cambiar su rol. La identidad masculina se ha configurado siempre en términos de competitividad y de poder; sentimientos como el miedo, las lágrimas, la ternura, etc., no tenían cabida en el estereotipo del hombre. Cuando la mujer participa, codo con codo, y compite con el hombre no sólo en tareas de obtención de ingresos, sino en tareas de pensamiento, cambia el rol de ambos. Aun queda pendiente, y en esto tiene mucho que trabajar el nuevo ministerio, la equiparación en el poder. Es necesario avanzar mucho más.

Tiene sentido proponer este cambio pero es cierto que el planteamiento de masculinidad-feminidad se consigue más desde la necesidad que con una fuerte campaña mediática y desde la legislación. Las leyes para esto no sirven. ¿Carné masculino por puntos? Evidentemente, no.

El desarrollo de la identidad (mujer u hombre) se forja dependiendo de su entorno social y cultural. Es indudable que existen diferencias físicas y psicológicas entre ambos sexos, y sus distintas identidades se manifiestan dependiendo de la relación familiar, costumbres, normas o estereotipos de la sociedad que viven. Hay que superar los baremos y las normas sociales vigentes. Me gustaría que, a partir de ahora, en vez de hablar de hombre y mujeres, habláramos de personas; que permitan, en libertad, el desarrollo personal y profesional de cada uno en igualdad de oportunidades, exteriorizar la emociones y participar en una relación profunda con los demás.


Miguel F. Canser
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martes, 17 de junio de 2008

UNA HUELGA DE DOS DÍAS


Parece que la huelga de transportistas ha terminado. El fin de la protesta ha sido motivado por el acuerdo firmado en Fomento por la mayoría del sector, la firmeza policial, la falta de unión entre ellos, y la desesperación de una opinión pública que veía cercenados sus derechos más elementales. Una cosa es protestar y otra poner patas arriba un país, obstaculizando el suministro de mercancías imprescindibles para la vida de los ciudadanos, coaccionando a quien desea trabajar, e impidiendo que otras personas, ajenas al colectivo, puedan desplazarse y desarrollar su actividad profesional. Todo el mundo tiene derecho a la huelga y reivindicar una mejora de sus derechos laborales, pero bajo la denominación de “piquetes informativos” se esconden actuaciones que imponen el paro a quien desea trabajar, coaccionando la libertad individual de la persona y ocasionando destrozos materiales: ruedas pinchadas, incendios de camiones etc.

Los convocantes se encontraban en una posición difícil pues los métodos utilizados se volvieron en su contra. Su apuesta ha sido fuerte y el resultado, por abusivo, ha acabado con la paciencia de los ciudadanos cambiando su predisposición a comprender sus razones. El fin nunca ha justificado los medios empleados. Se ha dicho que esta huelga no era tal, sino más bien un cierre patronal. Creo que la definición es lo de menos; lo importante es que existe un sector del transporte que tiene dificultades muy serias para subsistir, que denunciaron hace ya meses y, ante la falta de respuesta, tomaron la decisión de parar. Es curioso que cuando los problemas se radicalizan es cuando se toman las decisiones. El Gobierno era conocedor del problema del transporte, y no hizo lo posible para evitar la huelga. Sólo cuando ésta se produce es cuando se toman y se aprueban medidas.

Los transportistas dicen que las medidas aprobadas y aceptadas no resuelven los problemas del sector, e insisten en que lo fundamental, no radica sólo en paliar la subida de los combustibles, sino en fijar unas tarifas mínimas garantizadas; petición ésta totalmente descartable por el Gobierno porque lo impide la U.E., y lesionaría una leal competencia. Los transportistas aducen a la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres, que en su artículo 19, recoge que los precios deben contemplar los costes mínimos de explotación. Esta ley, claramente opuesta a las leyes de la U.E., sigue en vigor, no ha sido abolida.

Durante los dos días que ha durado la huelga, hemos asistido a una espectacular subida de la inflación. La escasez, producto de falta de suministro y acopio de los ciudadanos, ha disparado la subida de precios en productos de adquisición diaria. Cuando esto se normalice, dudo mucho que los precios vuelvan a su estado anterior. En este país las subidas se repercuten inmediatamente pero no se normalizan en la misma medida. También, en sólo dos días, hay empresas que han aprovechando la coyuntura para presentar expedientes de regulación de empleo temporales. Esto acarrea que muchos despidos se conviertan en definitivos. No puedo creerme que dos días de paro pueda producir cuantiosas pérdidas en las empresas que motiven esta actuación.

Para solucionar el problema del transporte, es necesaria, como ocurrió en la minería y la siderurgia, una reconversión del sector. Existe un exceso de la oferta y mucha competencia en comparación con la demanda que impide repercutir el coste a los clientes.

Por último, me ha llamado mucho la atención la ausencia de los Sindicatos de siempre: UGT y CC.OO. Argumentan que no era una huelga de trabajadores. No han salido a la palestra para nada. Estoy seguro que si el Gobierno actual hubiera sido de otro color, su actitud hubiera sido otra. El oportunismo político se hace patente una vez más. Ya lo dijo Jardiel Poncela: “El que no se atreve a ser inteligente, se hace político”.


Miguel F. Canser
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domingo, 11 de mayo de 2008

LA DEBILIDAD COMO ARMA

Después de 6 días de secuestro en aguas de Somalia, los 26 tripulantes del “Playa de Bakio” fueron liberados una vez abonado el rescate exigido. Inicialmente el Gobierno no quiso afirmar ni desmentir si se había pagado por su liberación aclarando que “no sólo se ha solucionado felizmente el caso”, sino que “hemos sentado las bases para que no vuelva a ocurrir algo similar”. Sobre la primera afirmación, reconozco que el objetivo se cumplió, pues lo prioritario era liberar a los secuestrados; sobre la segunda, mucho me temo no compartir ese optimismo. Quizá hayamos sentado el precedente de que vuelva a ocurrir dado lo bien que les ha salido a los secuestradores. Se habla del pago de 1,2 millones de dólares (800.000 € = 133.- MM de las antiguas pesetas).

Creo que lo menos relevante es quien pagó el rescate pues las vidas humanas no tienen precio. Quizá es mejor pagar para después perseguir y conseguir la detención de los piratas, como hizo Francia. El Gobierno ha argumentado que no ha podido hacer lo mismo porque Francia mantiene en Somalia, una base militar y fuerzas suficientes y España no; y también porque, cualquier acción contra los secuestradores hubiese supuesto un riesgo para otros pesqueros que faenan en esas aguas. Estas respuestas no convencen a nadie. Francia nos hubiera ayudado militarmente como nos ayuda en la lucha antiterrorista si se lo hubiéramos pedido, y no está claro que una falta de reacción contundente beneficie a otros pesqueros españoles, sino todo lo contrario. Prueba de ello es que, al poco tiempo de la liberación del “Playa de Bakio”, ya estaban intentando repetir la jugada que impidió nuestra Fragata “Méndez Núñez”.

Desde el momento inicial del secuestro el Gobierno constituyó el llamado “Gabinete de crisis” que excluyó cualquier medida de fuerza contra los piratas. Envió a la fragata “Méndez Núñez” que es una auténtica joya naval, una de las más avanzadas de Europa, con tecnología puntera, artillería poderosa, silos para misiles, dirección de tiro sofisticada muy superior a las Armadas europeas, un helicóptero preparado para la intervención, y un destacamento de fuerzas especiales de Infantería de Marina. También figuraba un grupo especial de intervención rápida (GEOS). Por lo tanto, el buque iba armado con sus dotaciones completas, y listo para una intervención --no lo olvidemos— en aguas internacionales, que no hubiera supuesto ningún enfrentamiento con ningún país.

Una cosa es salvaguardar la vida de los pescadores, evidentemente la prioridad, y otra ceder a un chantaje terrorista en aguas internacionales. Ha sido una cesión a unos delincuentes y terroristas que ya saben de la debilidad de nuestro Gobierno. La no intervención no evita el riesgo que la acción no se repita. Porque, ¿qué pensaríamos si la policía renunciara a detener a los delincuentes, y prefiriera pactar con ellos? El Estado, el Gobierno no puede renunciar a la dignidad. Quizá un día de estos nos desayunemos con la noticia de que los secuestradores han sido detenidos. ¡Ojalá!.


Miguel F. Canser
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martes, 29 de abril de 2008

MODERNIZACION INAPLAZABLE



Arranca la nueva legislatura entre los clamores de los errores de la justicia. El caso de Mari Luz ha sido la gota que colmaba el vaso. Cuando se producen hechos fatales, es cuando se cuestionan los modelos. La verdad es que, en justicia, esto ha ocurrido siempre; se deja pasar la tormenta y luego nos olvidamos hasta la próxima vez. Ya es hora de poner en marcha una reforma y modernización inaplazable porque en 30 años de democracia, la justicia no ha conseguido progresar al mismo ritmo de otras instituciones. La reputación de la justicia ante la opinión es dramáticamente peor que otras instituciones públicas.

El portavoz del Consejo General del Poder Judicial, dice que nuestra justicia es uno de los sectores más abandonados: “Hace aguas y no está a la altura de las necesidades de los ciudadanos”. Lo cierto es que sólo se han ocupado –éste y anteriores gobiernos—de reformar los órganos de poder, repartirse los cargos, y enzarzarse en querellas partidistas para su control. Lo que el ciudadano reclama es una justicia imparcial e independiente, con responsabilidad y eficacia, pues hay quien se resiste a admitir que, en un Estado democrático, todo poder ha de ser responsable, y hay quien sigue negando su carácter de servicio; siendo éste la primera necesidad de quienes esperan la protección de sus derechos.

La estructura actual de la justicia no responde a un país moderno, activo, universalizado. Es penoso ver la acumulación de expedientes y demás documentación que hemos visualizado recientemente. Los jueces están desbordados, los procesos se hacen lentos, y las sentencias firmes se dilatan de forma escandalosa. Somos un país que más leyes tiene, pero existe una nula eficacia en llevar a cabo un seguimiento en el cumplimiento de las sentencias. Existen graves carencias materiales y personales que deben subsanarse. Es necesario planificar una fuerte inversión en un ambicioso plan de nuevas tecnologías, reorganización de juzgados, redistribución territorial de competencias, coalición amplia de profesionales y expertos que aporten experiencias de transformación, incluidas las Comunidades Autónomas.

Es inaplazable dotar de medios y forjar esta coalición positiva, e imprescindible para convertir al país de la justicia responsable y eficiente que necesita. Antes se prefirió dotar en su escaño a los Sres. Diputados de Ordenador individual, teléfono, etc. ¿Era imprescindible?

Miguel F. Canser
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viernes, 11 de abril de 2008

LIBERTAD Y DIGNIDAD HUMANA




Las imágenes ofrecidas de la ciudadana francesa Chantal Sébire, de 52 años, maestra, madre de 3 hijos, que padecía un tumor maligno e incurable que le afectaba toda la cara, han sido sobrecogedoras. Esta ciudadana francesa había solicitado permiso a las autoridades de su país para que la ayudaran a morir, pues el diagnóstico era que, dicho tumor, la acabaría matando sufriendo terribles dolores, por lo que no tenía sentido prolongar su agonía y entendió que su proyecto de vida había concluido. Últimamente no podía ver bien, y había perdido el gusto y el olfato. Ante la negativa a su solicitud, Chantal apareció muerta en su domicilio por ingestión, en dosis mortal, de “Pentobarbital”; un barbitúrico no disponible en farmacias que se utiliza en el sector veterinario.


Este hecho ha suscitado de nuevo la polémica sobre la eutanasia, y de nuevo surgen los detractores y los que están a favor. Personalmente declaro que mi opinión no está influenciada por ningún motivo religioso, económico, ni político, pues considero que, por encima de estos temas, está la libertad individual, cuya soberanía radica en el propio individuo, el derecho inalienable de cada ser humano a vivir y morir con dignidad.

Existen varios tipos de eutanasia pero sólo voy a referirme a las que se puedan aplicar a enfermos terminales, sin ningún tipo de esperanza. Todos tenemos experiencia de vivir o haber vivido la enfermedad mortal de un ser querido sometido a múltiples tratamientos, prolongando su vida a expensas de un sufrimiento innecesario y nula calidad de vida.

Alguien dirá: “Una cosa es morir y otra matar”; “ningún médico puede desistir de la asistencia médica a un paciente y menos quitarle la vida”. Es evidente que la asistencia médica debe dirigirse a salvar la vida, no escatimando medios para su logro, sin embargo muchos médicos reconocen que, en muchos casos, se prolonga la vida del paciente a expensas de un sufrimiento innecesario y sin ninguna posibilidad futura. Si se desconectara la máquina, o dejaran de suministrar el tratamiento que les mantiene con vida (artificialmente), morirían sin remedio. En estas situaciones, ¿debemos prolongar la vida a cualquier precio? ¿Es humano permitir que continúe esa agonía insoportable? Lo curioso es que, cualquier paciente, puede y tiene derecho a renunciar a un tratamiento. Nadie puede obligarle a aceptarlo, aun a expensas de su propia vida. ¿No es esto una forma de dejarle morir?

Además de un problema médico, político o social, la eutanasia adquiere una dimensión moral. La Iglesia también se pronuncia: “Nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano inocente”. “La eutanasia implica matar a un ser querido por Dios que vela por su vida y por su muerte”; “es un grave pecado que atenta contra el hombre y contra Dios”. Es la misma Iglesia que no condena, en toda circunstancia las guerras --donde mueren los más inocentes-- y la pena de muerte, y en cambio exalta el martirio. ¿Por qué se empeña en que el dolor y el sufrimiento gratuito nos fortalecen? ¿Nos fortalece?, ¿de qué?

Estoy seguro de que en España, si se hiciera una consulta popular sobre la regulación de la eutanasia, similar a la existente en Bélgica, Holanda y Suiza, la mayoría la aprobaría.

El derecho de las personas a vivir y morir dignamente, se relaciona estrechamente con el principio de autonomía personal; por lo que no existe derecho más importante que el de cada individuo a estar en posesión y control de su propia persona, libre de toda restricción o interferencia de otros. La dignidad humana sin este derecho, estaría desprovista de contenido. Ninguna persona renuncia a la vida si ésta mereciera conservarse.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com