sábado, 24 de octubre de 2009

AMISTAD

Existen muchas definiciones sobre la amistad. El diccionario de la Real Academia dice se trata de “un afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”; por tanto, es la relación afectiva más común que la mayoría de las personas tenemos en la vida. Nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes y hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse, y otras, tardan tiempo en hacerlo. Personalmente, la definición que más me agrada es que un amigo es una persona con quien puedes y te atreves a ser tu mismo.

Esto, en los tiempos actuales no suele suceder con frecuencia, porque solemos disfrazar nuestro propio yo, no mostrándonos como verdaderamente somos, enseñando una visión externa estandarizada sobre cómo debemos ser y comportarnos. Es una barrera para conseguir una verdadera amistad; y aunque la vida moderna deja poco tiempo para mantener, perdurar y conservar relaciones de amistad significativas, tengo que agradecer a múltiples personas la influencia positiva que, a través de los años, han marcado mi carácter y, muy pocas, con las que comparto una profunda amistad; porque la verdadera amistad, aunque escasa, dura toda la vida.

La vida no suele darnos todo lo que soñamos. Tenemos defectos y quizá nos avergonzamos que nos conozcan como realmente somos, pero una verdadera amistad se construye sobre los pilares de la verdad. Decía Plutarco: “no necesito amigos que cambien cuando yo cambio, y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor”; porque un amigo es aquel que lo sabe todo de ti y, a pesar de ello, te quiere. Y si buscamos un amigo sin defectos, seguramente nos quedaremos sin amigo.

¡Hola!, ¿cómo estás? Son palabras que pronunciamos con mucha frecuencia pero que pocas veces esperamos a oír la contestación. Este es el gran problema de nuestro tiempo. No sabemos escuchar y la gente necesita que se le escuche, que vean que sus preocupaciones nos interesan. El verdadero amigo se prueba en la hora difícil; es aquel que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte. Se les puede llamar en cualquier momento y a cualquier hora. Dicen que “quien tiene un amigo tiene un tesoro”. Ciertamente, porque el tiempo que pasamos con cada amigo es lo que nos hace importantes a nosotros y a ellos; porque la amistad se construye poco a poco, a pedacitos de tiempo que vivimos con cada persona. Con los amigos nunca se llega a perder el tiempo.

Al contrario que la familia, a los amigos los elegimos nosotros y si te equivocas siempre se tiene la opción de poder rectificar. Seguramente nos llevaremos muchas decepciones, pero un amigo de verdad siempre nos dirá las cosas desagradables a la cara, mientras que el enemigo las dirá a nuestras espaldas. Somos responsables de lo que cosechamos., aprendamos a cosechar una sana amistad.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

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