martes, 9 de septiembre de 2008

VOLVER A LA REALIDAD

Ya estamos aquí de nuevo. Las vacaciones han terminado y es hora de volver a la realidad, a lo de todos los días. Nace el llamado síndrome postvacacional que afecta a un importante número de personas, que describe una incapacidad de adaptación al trabajo tras la finalización de las vacaciones; un conjunto de síntomas que reflejan un estado de ánimo como de rechazo para volver al trabajo y la vida cotidiana. Es un duro cambio al que nos cuesta adaptarnos; pasamos de un período de relax y sensación de libertad, pues nos dedicamos a hacer lo que nos da la gana, sin mirar el reloj, que se acaba cuando vuelven las obligaciones, los horarios y, sobre todo, la rutina diaria. El 35% de la población lo padece.

La dificultad para adaptarse de nuevo, no sólo viene del hecho de tener que volver al trabajo, ver de nuevo al jefe y a los compañeros, que nos contarán lo bien que se lo han pasado, aunque no sea verdad del todo; de lo bien que comieron en aquel restaurante y lo barato que fue cuando la realidad es otra; de la playa solitaria que descubrieron sin apenas gente, etc.; sino del hecho de pasar de un estado sin responsabilidades ni exigencias, a la realidad del día a día para conseguir un sueldo, de soportar hacer cosas que no nos gustan por obligación, etc. Este síndrome es más traumático en las niñas y niños que deben volver a la escuela después de tantos días de vacaciones.

Desde que tenemos uso de razón, el tiempo nos gobierna, nos mide, nos señala. Todos hemos experimentado la sensación de que los momentos felices pasan demasiado aprisa, y hemos deseado que duraran más; y al contrario, los momentos más amargos e infelices se nos han hecho interminables.

Los expertos dicen que esto se cura a base de optimismo; de no ser rehenes de nuestra realidad, de no sucumbir al desaliento, de combatir y sobreponerse a nuestra personal situación con alegría y optimismo. El síndrome postvacacional quizá sea otra cosa mediática que nos venden los medios. Las vacaciones es un período transitorio y efímero. Vivimos en una sociedad donde se idolatra el dinero, y el mundo se rige por el ciego egoísmo de los poderosos donde, salvo ellos mismos, todos tenemos que trabajar para vivir.

Quizá no valoremos lo que tenemos. Existe mucha gente que no tiene, no sólo la oportunidad de disfrutar de unas vacaciones, sino la obligación de acudir a un trabajo sencillamente porque no lo tiene. Hay gente que padece síndrome sin-vacacional crónico.

La vida es demasiado corta para estar siempre cabreado.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel@gmail.com

2 comentarios:

  1. Hola amigo:

    Ante todo darte la enhorabuena por tu articulo que me parece que esta muy bien enfoncado y mejor redactado.

    Aunque se que eres una persona muy sensible y lo que voy a comentar es reiterativo, no quiero dejar de referirme a los comentarios que oi hace unos dias en una tertulia.

    Se hablaba de sindrome postvacacional, la famosa crisis economica y en fin,de esta serie de incomodidades para nuestra sociedad.

    Estas personas empezaron a hablar de las crisis para la otra Humanidad, como por ejemplo; La del agua; la de los alimentos, cambio climatico, etc....

    Que afortunados somos y como nos inventamos historias, que como tu muy bien dices son puro esnobismo, ó simplemente egoismo.

    Un abrazo

    Manolo

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  2. Gracias Manolo por tus comentarios. Me alegra comprobar que, al otro lado, siempre hay alguien que te escucha con los ojos.

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