Recientemente el
Gobierno del Sr. Rajoy ha aprobado la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, que
entrará en vigor en el recién estrenado año 2015 únicamente con los votos
del PP, y que ha cosechado
críticas no sólo de los partidos de la oposición, sino también de las distintas
organizaciones y plataformas de defensa de los derechos humanos. Estas son algunas de las acciones tipificadas
como delito en la 'ley mordaza', con multas que van desde los 100€ hasta los 600.000€
y que implica directamente en la convivencia de todos los ciudadanos:
Acciones
consideradas leves penalizadas con multas de entre 100€ y 600€:
Negarse a
identificarse. Ocupar un inmueble sin el consentimiento del propietario. Insultar
a la policía durante una manifestación. Ocupar entidades bancarias. Ocupar la
vía pública por la venta ambulante (top manta). Consumir bebidas alcohólicas en
la calle. Escalar edificios.
Acciones
consideradas graves penalizadas con multas de 601€ a 30.000€:
Grabar a la policía
y hacer uso de las imágenes sin autorización. Manifestarse frente a la sede del
Congreso, del Senado o de parlamentos autonómicos si se perturba la seguridad.
Impedir un desahucio. Negativa de disolución de concentración o manifestación.
Consumir drogas en lugares públicos. Solicitar servicios sexuales en la vía
pública o en sitios donde haya menores.
Acciones
consideradas como muy graves y penalizadas con multas de 30.001€ a
600.000€:
Reunirse o
manifestarse en infraestructuras de servicios públicos.
Celebrar espectáculos o actividades recreativas en contra de la prohibición
ordenada por la autoridad correspondiente.
Ya existen muchos detractores de
esta nueva ley que se considera no
necesaria, porque si bien hay acciones que son de sentido común, en
otras viola la jurisprudencia europea y el convenio europeo de derechos humanos
y recorta derechos fundamentales como el de manifestación y el de reunión, pues
se da mayor valor probatorio a las denuncias de las Fuerzas de Seguridad. ¿Una
ley que quita poder sancionador a los jueces para ponerlo en manos del
gobierno? Muy mal vamos. Y lo de las sanciones por manifestarse ante el
Congreso cuando está vacío tiene su gracia, porque parece que la representación
de la soberanía resida en los ladrillos y
no en los diputados; reflejo de
lo que piensan sus creadores. Otro clásico de la tradición que nos dejó aquel
santo que llevó con mano firme el timón de la madre patria: Todo lo que no está
prohibido, será obligatorio. Es una ley
que le viene muy bien al poder, y que deja al ciudadano totalmente indefenso
frente a los abusos que pudiera sufrir por parte de las fuerzas del orden. En
este país, cada día somos un poco más súbditos, y un poco menos ciudadanos.
Luego se quejarán que se vote a partidos
populistas, pero a nadie le apetece ser humillado, ni tratado como un borrego
por parte del poder, y lo están haciendo constantemente.
Entre las medidas que más críticas
han despertado se encuentran la exclusión de las lesbianas y mujeres solas de
la ley de Reproducción Asistida, y las duras sanciones que prevé la Ley de
Seguridad Ciudadana por intentar impedir un desahucio. Pero hay otras medidas: La Policía podrá intervenir teléfonos
particulares en caso de "urgencia" sin autorización judicial.
Pagaremos más por el gas y la luz, aunque el Gobierno diga lo contrario (esto
merece comentario aparte). Si sufres un accidente o eres secuestrado en un país
extranjero pagarás los gastos originados por el rescate. Si visitas los Parques
Nacionales ten cuidado con los cazadores pues la Ley de Parques
Nacionales que, aunque seguirán siendo públicos, se entregan a los grandes
propietarios con gusto por la caza. Pagaremos
entre todos otro rescate, el de las autovías en quiebra. Y entra en vigor la
LOMCE, que promueve la segregación por sexos y hace evaluable la religión.
Los
más viejos del lugar recordamos la patada en la puerta de Corcuera. Aquello
acabó en nada; confiemos en que esta ley vuelva acabar en la cloaca. La
inclinación por hacerse con el poder ejecutivo de la calle es una debilidad de
los malos ministros del interior, una glorificación del orden público para
proteger a la “gente de bien”. Pero sobre todo,
una palmaria declaración de incompetencia por no escuchar los intereses
y las demandas de los demás participando y siendo servidores de las
personas, y no indiferentes al clamor de la calle.
Nuestros
gobernantes son el reflejo de la mediocridad, la ineptitud y la locura que han
anidado en nuestra clase política y que han hecho posible que un país que antes
fue grande, honrado y valeroso, esté hoy
hundido, sin valores y plagado de cobardes que permiten que un poder corrupto,
injusto y arrogante, les gobierne y destroce el país.
Miguel
F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com
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