Ya sabemos (ya lo sabíamos
antes) que estos nuevos comicios no han servido para esclarecer la formación de
un gobierno estable. Nuevamente, los ciudadanos han dicho a las formaciones
políticas que nadie tiene el poder absoluto, que dialoguen, que negocien y,
sobre todo, que pacten. No queremos nuevas elecciones (tampoco las queríamos
antes) porque no queremos que ningún partido tenga la mayoría suficiente para
que pueda aplicar el ya famoso “rodillo”. Se impone el consenso, el intercambio
de ideas, ceder aquí o allí, que cada uno arrime el hombro y aporte su idea de
programa que termine en el ensamblaje de un proyecto de gobierno destinado a
mejorar la vida de la gente. ¿Qué harán ahora? No creo se les ocurra ir de
nuevo a las urnas.
Pero, ¿cómo se han conseguido los escaños? En anterior
ocasión ya analizamos nuestra famosa ley D´Dont que considera la
circunscripción en la provincia en vez de comunidad autónoma como está
desarrollado el Estado y cuyos más beneficiados son los partidos grandes y los
“regionales”. En concreto, al PP le ha
costado obtener un diputado 57.698 votos, muy por debajo de los 97.601 que se
ha visto obligado a lograr C`s para obtener un mismo congresista. Expresado en
otros términos, esto significa que el Partido Popular, pese a haber logrado
el 33,03% de los votos, ha obtenido el 39,14% de los diputados, lo que supone
una tasa de ventaja de 1,18 veces. La desproporción tiene que ver, sobre
todo, con el hecho de que su aplicación se combina con tamaños de distritos
pequeños. Las circunscripciones mayores son las que registran resultados más
proporcionales; las menores, los menos proporcionales. Fíjense en la diferencia
entre la circunscripción provincial o autonómica:
ESCAÑOS ESCAÑOS
PARTIDO VOTOS PROVINCIAL AUTONOMÍA
P.P. 7.902.147 137 124
PSOE 5.423.171 85 83
UNIDOS PODEMOS 5.010.357 71 75
C´S 3.122.192 32 44
Está claro. Con la actual ley, un voto no vale lo mismo en
un sitio que en otro. Esta desigualdad es preciso eliminarla. Es necesaria una
reforma de la ley electoral.
Otro dato que nos han dejado estos comicios, es que las
encuestas no han funcionado. Nadie esperaba la subida de votos del PP, y que no
hubiera “sorpasso” de Unidos Podemos al PSOE. Sí se esperaba, por el contrario,
la pérdida de votos de C´S. Dicen que ha funcionado la política del “voto
útil”; aunque lo más incomprensible es que el PP ha obtenido más votos y más
escaños, allí donde la corrupción ha sido más evidente: Madrid, Valencia,
Castilla León, Galicia, etc., y en ciudades como Zaragoza y Sevilla. Por otro
lado, los de Unidos Podemos dicen que ha
funcionado la política del miedo. Es posible, pero quizá el miedo lo daban
ellos por su ambigüedad, por sus bandazos de posicionamiento, por sus promesas
de difícil cumplimiento y por sus apoyos a ciertas políticas cuya historia
reciente nos ha dicho que no funcionaban. Otros denuncian que la unión con IU
no ha sentado bien a todos sus electores. En fin, ellos sabrán, con el tiempo se verá.
De cualquier modo es difícil entender, al menos para mí,
los resultados de estas elecciones. Que el PP haya obtenido casi 700.000 votos
más, que Unidos Podemos haya perdido 1,1 millones de votos y que C´S haya
perdido casi 400.000, indica que existe una parte ingente de votantes que
cambian su voto dependiendo de no sé qué motivos en tan poco tiempo: ¿Hastío?, sin
olvidar que la participación ha sido 4 puntos por debajo de las anteriores
elecciones.
Al margen de esto, ahora toca ponerse a trabajar pensando
en la gente, dejando de lado los intereses de partido, dialogando, negociando
porque ya no existen mayorías absolutas. Una gran democracia debe progresar o
pronto dejará de ser o grande o democracia. Recordando a Churchill: “El
político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y
el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el
predijo”.
Miguel F. Canser
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