jueves, 11 de diciembre de 2008

POLÍTICAMENTE INCORRECTO

En numerosas ocasiones, las personas más cercanas a mí, donde incluyo a familiares y amigos, me critican mi constante acoso a los políticos, mi visceral tendencia a recriminar y señalar los defectos de nuestra clase política. Quizá tengan razón y adolezco de un juicio crítico ya de antemano prejuzgado por mi inconsciencia. Créanme que hago un gran esfuerzo por no ser “políticamente incorrecto” pero, a la vista de los acontecimientos, no he podido dejar de caer nuevamente en la tentación.

Los acontecimientos a que me refiero son múltiples y variados; parece como si hubieran estado instalándose, poco a poco, hasta hacer rebosar mi frágil “almacén”, y es necesario abrir compuertas para que fluyan libremente.

Vivimos una situación de crisis tan intensa, que todos sabemos ya su repercusión: disminución de ventas por una baja actividad de consumo, aumento del paro, colapso inmobiliario, suspensiones de pagos, (menos mal que bajó el petróleo), aumento de tarifas en luz, gas, etc, y desde los poderes públicos se nos pide austeridad aunque esta receta no parece les afecte a ellos, que siguen gastando inmoderamente en lo superfluo.

Hace pocas semanas salía la noticia de que nuestro Presidente del Gobierno, dispone de 656 asesores con un coste anual de 28 millones de euros. El Subsecretario de Presidencia, Luis Herrero, dijo que era una dotación necesaria para contestar con “diligencia” las miles de preguntas parlamentarias dirigidas al Gobierno. Teniendo en cuenta que, hasta la fecha, el Gobierno ha respondido a un total de 133.315 preguntas, y suponiendo que estos colaboradores sólo se dedicaran a esa labor, les ha tocado a cada asesor, una media de algo más de 200 preguntas en la legislatura (4 años); es decir, 50 preguntas al año, o una a la semana. ¿Les parece mucho trabajo?

En plena crisis es de sobra conocido los excesos del Presidente del Parlamento catalán en la adquisición y mejora de su nuevo “Audi A-8 Limusina”, con un costo de 130.000€. Señalar que este señor se desplaza casi a diario desde Reus (Tarragona) donde reside, hasta su despacho en Barcelona. Quizá hubiera sido menos gravoso pagarle un alquiler de vivienda. La Comunidad Valenciana acaba de aprobar unos presupuestos para el 2009, que incluyen una partida de 850.000€ para renovar la flota de 14 vehículos. ¿Todos a la vez? Por supuesto todos marca Audi. Quienes nos recomiendan ahorrar energía, y ser respetuosos con el medio ambiente, utilizan automóviles que más consumen, más contaminan y de mayor costo. El Presidente de la Xunta de Galicia dicen se ha gastado 2 Millones de euros en remodelar su despacho, y el Alcalde de Madrid, Sr. Gallardón, mientras pide a los madrileños austeridad, se sube el sueldo un 11,3%; con lo endeudada que está ya la ciudad. Las remodelaciones de las dependencias oficiales no se efectúan con criterios funcionales, para dar un mejor servicio al ciudadano, sino revistiendo estos inmuebles de lujo ostentoso e irracional.

Desde la Casa Real, Presidencia del Gobierno, gobiernos autonómicos, ayuntamientos, y demás administraciones públicas, los gastos superfluos abundan. La crisis es cosa del españolito de a pie, que no se queja, que cumple sus compromisos de pago y paga sus impuestos maldiciendo por lo “bajini” para , al final, tener que vivir después de toda una vida de trabajo, con una pensión raquítica, o pierde el empleo y ve cómo los banqueros, (los de aquí y los de allí), que provocaron, --con su avaricia de obtener altos rendimientos invirtiendo en productos de alto riesgo--, la actual crisis económica, se ven premiados con fondos públicos en condiciones muy preferenciales, cuando presumen de beneficios escandalosos.

Podría afirmarse se trata de un tipo de corrupción que no es delito. Es delito llevarse dinero a casa, pero emplearlo en un gasto irracional y abusivo, aprobado por la mayoría no lo es…. Y luego, quizá no haya dinero para escuelas, ambulatorios, hospitales, o faltan profesionales de la medicina en todas sus especialidades.



Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

lunes, 6 de octubre de 2008

JOVENES DE HOY

Tengo que reconocer que el tema sobre el que me propongo escribir, me produce cierta inquietud y desazón; en primer lugar porque ya no me considero joven, no estoy en su “onda”, y temo no ser lo suficientemente ecuánime. Y después, porque no quiero caer en la generalidad; en cualquier caso, no dejará de ser una visión personal, aunque sí quisiera abordar los temas más genéricos que preocupan a los jóvenes.

Entre los jóvenes de hoy, como en todo lo demás, hay de todo; son diferentes entre ellos mismos, dependiendo de su entorno geográfico y educación recibida. Los jóvenes urbanos del centro de las ciudades, poco tienen que ver con los que viven en zonas rústicas, ni los que han tenido largos procesos educativos, de aquellos que transportan sobre sus espaldas el fracaso escolar, ni los que provienen de una familia estructurada a los que han sufrido una degradación y desintegración familiar. La juventud es ante todo diversa.

Lo cierto es que decidimos llevar a nuestros hijos muy temprano a la escuela, la guardería, dejarlos con canguros, aislarlos con dibujos televisivos, y llenarlos de juguetes que no han construido. Quizá hayamos sido muy permisivos en su educación y les hemos protegido en demasía. Al contemplar a la juventud y sus formas de comportamiento y pensamiento, nos encontramos con un panorama a primera vista desolador. Pero no nos engañemos, todo ello no es más que un reflejo de la precaria y penosa base de la que han partido y de la cruel y sórdida realidad en la que viven. Señalemos alguno de estos elementos:

EL ENTORNO FAMILIAR

Es el lugar donde se recibe la primera educación y que puede condicionar muchas de las actitudes/aptitudes de los jóvenes. La actitud de los padres hacia sus hijos, a pesar de todo, es diversa. Encontraríamos en sus extremos las posturas más “radicales” desde la permisividad y el pasotismo más escandaloso de los padres hacia sus hijos, permitiéndoles todos los caprichos sin exigir un mínimo de responsabilidad y delegando su educación social en los centros educativos, la televisión o el grupo de amigos, hasta los padres que utilizan una disciplina férrea imponiendo con autoritarismo y sin diálogo sus ideas, protegiendo a sus hijos de la sociedad en la que van a vivir. El pasotismo y la permisividad es lo más común, lo que educa en la irresponsabilidad, el consumismo crónico (otorgar caprichos, dar demasiado dinero a los niños desde los 12-13 años), la falta de respeto a los demás (indisciplina escolar, botellones, locas carreras en moto o en coche por las calles), es decir, falta de ética y civismo. Las escuelas no pueden dar esa educación ética que falta, ni se dedican a ello, aunque ahora exista la nueva y polémica asignatura de “Educación para la ciudadanía”. La televisión y los juegos, de nefasta influencia, se convierten por ello en niñera y educadora. Falta por tanto conciencia en los padres, comunicación y capacidad de enseñar valores éticos imprescindibles para vivir en sociedad.

LA EDUCACION

Gran parte de los jóvenes se dedica a estudiar. Su pensamiento es que los futuros licenciados universitarios están abocados al paro. Además, la formación profesional –que se propone hoy como la mejor salida- está demasiado especializada y es eminentemente práctica, abandonando toda referencia a la cultura. Nuestra educación responde al viejo modelo de copia, memorización y examen que propicia el olvido de todo lo memorizado, pues sólo sirve para aprobar, inundando de aburrimiento e indiferencia del alumnado hacia la cultura. Mientras son universitarios viven engañados tras la zanahoria de un título o un diploma que combinado con algún master, será el pasaporte imaginario que les abra las puertas del éxito. La realidad es exactamente lo contrario. El éxito depende del ser uno mismo, del equilibrio entre un trabajo enriquecedor, buenas relaciones y especialmente una actitud positiva. Los jóvenes de hoy, a diferencia de generaciones anteriores, tienen acceso a múltiples fuentes de información, desautorizando los tradicionales monopolios del conocimiento.

EL TRABAJO Y LA VIVIENDA

Son factores que más condicionan a la juventud. La precariedad del empleo, unido a la baja calidad de los contratos laborales, afecta hoy a la inmensa mayoría. Esta penosa realidad, las duras condiciones laborales y falta de perspectiva de futuro, lleva ineludiblemente a una frustración continua por desmotivación. Si unimos a este hecho la dificultad de los jóvenes para acceder a una vivienda digna, cuya repercusión es el atraso en la emancipación, dificultad en la independencia de las parejas, etc., no es de extrañar que el deseo de los jóvenes de hoy, sea vivir la vida intensa, eufórica y apasionadamente. Este mundo tan globalizado ha hecho del joven un consumidor programado, como si esa forma de vida fuera un dogma absoluto. Descargan toda esa frustración, esa desgana vital, esa rabia mal contenida, en los fines de semana y, algunos, en la droga. Se trata de un intento inconsciente y desesperado por encontrar momentos de escape a esa frustrante realidad cotidiana mediante la euforia que éstas provocan. Este es el mundo que les estamos dejando.

La libertad para ellos es un valor clave, es la herramienta básica para alcanzar cualquier objetivo. No aceptan imposiciones, sólo respetan las pruebas. Son prácticos y críticos. La palabra pierde fuerza ante la imagen y descalifican el sacrificio porque, dicen, es represivo para su vida. Se autocalifican como sinceros y auténticos. Esta generación, obsesionada con Internet, con una educación permisiva y un exagerado materialismo, que se educó para pensar primero en uno mismo, son factores que pueden generar un contraste entre el mundo real y el sueño efímero, creando grandes niveles de depresión y ansiedad.

Nuestra realidad es que nos preguntamos continuamente: ¿Qué hacemos?, ¿condescender?, ¿prohibir?, ¿ponernos fuertes?, ¿dejar pasar?, ¿rendirnos? En general los tratamos como si fueran nuestra proyección. Al dirigirnos a los jóvenes, nos dirigimos a nuestros recuerdos juveniles, a nuestro pasado joven, a nuestras nostalgias y melancolías, cuando no a nuestros deseos de lo que pudimos ser y no fuimos. La vida real de los jóvenes está muy distante, en otro sitio, y nos resulta difícil de interpretar en nuestros esquemas habituales.

Miremos las cosas son serenidad y optimismo. Nuestros jóvenes tienen unos antivalores preocupantes, pero poseen también unas condiciones envidiables. Y nuestra actitud sería darles la confianza que merecen, con tal que esté sostenida en un gran sentido de la responsabilidad.

No nos equivoquemos, los ejemplos cotidianos de los personajillos de la Tele no nos sirven. Las “ pelis” sólo son sueños de otros y no valen para escribir nuestra propia historia; de hecho, sólo nos sirven aquellas cosas que podemos experimentar personalmente, que nos permitan estar bien y vivir en congruencia con nosotros mismos. De esta forma, contribuiremos a mejorar un poco nuestro entorno y eso sí vale la pena.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

jueves, 18 de septiembre de 2008

EL PRECIO DE LOS CARBURANTES



Todos nos preguntamos por qué tarda tanto en repercutirse la bajada del precio del petróleo al gasoil y gasolina. Los consumidores sienten en sus carnes que las subidas del petróleo se trasladan mucho antes al precio de la gasolina que las bajadas; y además, que se aprovechan de ciertas fechas claves que coinciden con inicio de vacaciones, (Semana Santa, Julio y agosto) para incrementar su precio.

Desde el pasado mes de julio, en que el barril de petróleo marcó un máximo histórico, el precio del barril ha bajado el 30%; mientras que la gasolina sólo lo ha hecho en un apenas 7%, y el gasoil un 10%. Pero, ¿cómo se traslada el precio a las estaciones de servicio? La cotización de la materia prima (barril) en los mercados internacionales, supone un 40% del precio final del surtidor; por otro lado, los costes fijos de refino, transporte, almacenamiento, mantenimiento, seguridad, comerciales, margen mayorista, remuneración al minorista, etc., sólo significan el 10% del precio. El 50% que falta son impuestos.

Esta alta fiscalidad del producto provoca que la variación de precios en origen y de costos, tengan una menor incidencia en la evolución del precio final. Ahora bien, todos hemos comprobado que, como ha sucedido recientemente, cuando el precio del petróleo sube casi todos los días seguidos, también diariamente se ha repercutido la subida a los carburantes; cuando es bien sabido que el petróleo adquirido ayer, debe llevar un proceso de refino que tarda meses hasta su posterior venta al público. La O.C.U., (Organización de Consumidores y Usuarios), ya se ha manifestado y acusa a las petroleras de trasladar los encarecimientos del petróleo “inmediatamente” a los precios de venta al público, mientras que para las bajadas se lo toman con más calma.

Todo esto tiene una explicación y es la falta de competencia. Existen pocos productores que se aprovechan de este “monopolio” que actúan con criterios de rendimiento. Y el Estado es un mero observador de lo que sucede, quizá porque también le interesa, ya que se lleva el 50% del precio final. Por ejemplo: si el litro cuesta 1.-€, el Estado se lleva 0,50€; pero si el litro vale 1,30€, se lleva 0,65€; multipliquemos por todos los millones de litros que se suministran, y el resultado es muchos millones de euros.

Como el mercado está liberalizado, las compañías petrolíferas tienen libertad para repercutir y fijar, todos al mismo tiempo, los precios. Pero tenemos un organismo: La Comisión Nacional de la Competencia, cuya misión es preservar, garantizar y promover la existencia de una competencia efectiva en el mercado nacional (hasta ahora muy ineficaz), que debería iniciar alguna acción concreta; estar alerta para actuar si existieran indicios –que los hay-- de que las empresas que controlan el sector. (Repsol 45%, Cepsa 25% y BP 10%), hubieran acordado mantener tarifas elevadas al margen de la bajada registrada en el precio del petróleo.

No se puede culpar a las empresas privadas de conseguir su objetivo principal: ánimo de lucro, pero sí a los poderes públicos cuando pierden de vista su fin máximo: servir al ciudadano. No nos extrañe que la inmoralidad y autosuficiencia sea el motivo de nuestra decadencia.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

martes, 9 de septiembre de 2008

VOLVER A LA REALIDAD

Ya estamos aquí de nuevo. Las vacaciones han terminado y es hora de volver a la realidad, a lo de todos los días. Nace el llamado síndrome postvacacional que afecta a un importante número de personas, que describe una incapacidad de adaptación al trabajo tras la finalización de las vacaciones; un conjunto de síntomas que reflejan un estado de ánimo como de rechazo para volver al trabajo y la vida cotidiana. Es un duro cambio al que nos cuesta adaptarnos; pasamos de un período de relax y sensación de libertad, pues nos dedicamos a hacer lo que nos da la gana, sin mirar el reloj, que se acaba cuando vuelven las obligaciones, los horarios y, sobre todo, la rutina diaria. El 35% de la población lo padece.

La dificultad para adaptarse de nuevo, no sólo viene del hecho de tener que volver al trabajo, ver de nuevo al jefe y a los compañeros, que nos contarán lo bien que se lo han pasado, aunque no sea verdad del todo; de lo bien que comieron en aquel restaurante y lo barato que fue cuando la realidad es otra; de la playa solitaria que descubrieron sin apenas gente, etc.; sino del hecho de pasar de un estado sin responsabilidades ni exigencias, a la realidad del día a día para conseguir un sueldo, de soportar hacer cosas que no nos gustan por obligación, etc. Este síndrome es más traumático en las niñas y niños que deben volver a la escuela después de tantos días de vacaciones.

Desde que tenemos uso de razón, el tiempo nos gobierna, nos mide, nos señala. Todos hemos experimentado la sensación de que los momentos felices pasan demasiado aprisa, y hemos deseado que duraran más; y al contrario, los momentos más amargos e infelices se nos han hecho interminables.

Los expertos dicen que esto se cura a base de optimismo; de no ser rehenes de nuestra realidad, de no sucumbir al desaliento, de combatir y sobreponerse a nuestra personal situación con alegría y optimismo. El síndrome postvacacional quizá sea otra cosa mediática que nos venden los medios. Las vacaciones es un período transitorio y efímero. Vivimos en una sociedad donde se idolatra el dinero, y el mundo se rige por el ciego egoísmo de los poderosos donde, salvo ellos mismos, todos tenemos que trabajar para vivir.

Quizá no valoremos lo que tenemos. Existe mucha gente que no tiene, no sólo la oportunidad de disfrutar de unas vacaciones, sino la obligación de acudir a un trabajo sencillamente porque no lo tiene. Hay gente que padece síndrome sin-vacacional crónico.

La vida es demasiado corta para estar siempre cabreado.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel@gmail.com

martes, 8 de julio de 2008

UNA NUEVA MASCULINIDAD

Han sorprendido las recientes declaraciones de la nueva ministra Bibiana Aído y su nuevo Ministerio de la Igualdad. En una entrevista, publicada en “El País”, señala claramente el objetivo de su Ministerio: conseguir “una sociedad más igualitaria en el ámbito laboral y económico y la lucha contra la violencia de género”. “Crearemos un teléfono para hombres que les ayudará a resolver dudas que hemos detectado”….”sobre la violencia, divorcio, paternidad. Hay que trabajar sobre una nueva masculinidad”.

No sé si será efectivo o no lo del teléfono para hombres. El tiempo, como siempre, dará o quitará razones. Pero, ¿por qué un teléfono de ayuda al ciudadano hombre y mujer por separado?, ¿por qué no un único número?, ¿quién atenderá la llamada?, ¿hombre o mujer?, para conseguir la igualdad, ¿es necesaria esta separación? En fin. Esperamos y deseamos que la ministra acierte y como ella dice: “trabajando por una sociedad más igualitaria combatimos la violencia”. En este tema tan delicado, procuremos no caer en la generalidad, cada caso de violencia ha de analizarse por separado, atendiendo a las particularidades y circunstancias específicas de cada persona. No lo tiene fácil la ministra pues tiene pocos medios (43MM. de euros) y, prácticamente, ninguna competencia y mucha dependencia de la actuación de otros ministerios; sobre todo del Ministerio de Justicia que debe resolver el tema de la violencia de género: “
Se trata de que establezcamos las líneas de actuación, que diseñemos dónde queremos ir, y el resto de los ministerios tienen un compromiso claro con la igualdad”.

Entendemos por igualdad el principio que reconoce a todos los seres humanos capacidad para los mismos derechos con independencia de su raza, sexo, religión, condición social y circunstancia personal. Esta es la teoría, pero la práctica es otra cosa. Hay desigualdad porque tenemos necesidades. Lo que encadena a nuestra especie es que subordina una persona a otra y, aunque esto no es en si mismo desigualdad, es una dependencia o subordinación. La dependencia puede convertirse, por necesidad, en servidumbre.

La mujer, aunque ha experimentado un gran avance, todavía debe recorrer un largo camino. Sólo hay que observar el cambio social producido desde los años 50, 60 y 70, pues la mujer se alza, y hace frente a la represión masculina. Y esto cambia cuando la necesidad apremia. Cuando falta lo más necesario, y la mujer empieza a trabajar fuera de casa, el hombre empieza también a cambiar su rol. La identidad masculina se ha configurado siempre en términos de competitividad y de poder; sentimientos como el miedo, las lágrimas, la ternura, etc., no tenían cabida en el estereotipo del hombre. Cuando la mujer participa, codo con codo, y compite con el hombre no sólo en tareas de obtención de ingresos, sino en tareas de pensamiento, cambia el rol de ambos. Aun queda pendiente, y en esto tiene mucho que trabajar el nuevo ministerio, la equiparación en el poder. Es necesario avanzar mucho más.

Tiene sentido proponer este cambio pero es cierto que el planteamiento de masculinidad-feminidad se consigue más desde la necesidad que con una fuerte campaña mediática y desde la legislación. Las leyes para esto no sirven. ¿Carné masculino por puntos? Evidentemente, no.

El desarrollo de la identidad (mujer u hombre) se forja dependiendo de su entorno social y cultural. Es indudable que existen diferencias físicas y psicológicas entre ambos sexos, y sus distintas identidades se manifiestan dependiendo de la relación familiar, costumbres, normas o estereotipos de la sociedad que viven. Hay que superar los baremos y las normas sociales vigentes. Me gustaría que, a partir de ahora, en vez de hablar de hombre y mujeres, habláramos de personas; que permitan, en libertad, el desarrollo personal y profesional de cada uno en igualdad de oportunidades, exteriorizar la emociones y participar en una relación profunda con los demás.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

martes, 17 de junio de 2008

UNA HUELGA DE DOS DÍAS


Parece que la huelga de transportistas ha terminado. El fin de la protesta ha sido motivado por el acuerdo firmado en Fomento por la mayoría del sector, la firmeza policial, la falta de unión entre ellos, y la desesperación de una opinión pública que veía cercenados sus derechos más elementales. Una cosa es protestar y otra poner patas arriba un país, obstaculizando el suministro de mercancías imprescindibles para la vida de los ciudadanos, coaccionando a quien desea trabajar, e impidiendo que otras personas, ajenas al colectivo, puedan desplazarse y desarrollar su actividad profesional. Todo el mundo tiene derecho a la huelga y reivindicar una mejora de sus derechos laborales, pero bajo la denominación de “piquetes informativos” se esconden actuaciones que imponen el paro a quien desea trabajar, coaccionando la libertad individual de la persona y ocasionando destrozos materiales: ruedas pinchadas, incendios de camiones etc.

Los convocantes se encontraban en una posición difícil pues los métodos utilizados se volvieron en su contra. Su apuesta ha sido fuerte y el resultado, por abusivo, ha acabado con la paciencia de los ciudadanos cambiando su predisposición a comprender sus razones. El fin nunca ha justificado los medios empleados. Se ha dicho que esta huelga no era tal, sino más bien un cierre patronal. Creo que la definición es lo de menos; lo importante es que existe un sector del transporte que tiene dificultades muy serias para subsistir, que denunciaron hace ya meses y, ante la falta de respuesta, tomaron la decisión de parar. Es curioso que cuando los problemas se radicalizan es cuando se toman las decisiones. El Gobierno era conocedor del problema del transporte, y no hizo lo posible para evitar la huelga. Sólo cuando ésta se produce es cuando se toman y se aprueban medidas.

Los transportistas dicen que las medidas aprobadas y aceptadas no resuelven los problemas del sector, e insisten en que lo fundamental, no radica sólo en paliar la subida de los combustibles, sino en fijar unas tarifas mínimas garantizadas; petición ésta totalmente descartable por el Gobierno porque lo impide la U.E., y lesionaría una leal competencia. Los transportistas aducen a la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres, que en su artículo 19, recoge que los precios deben contemplar los costes mínimos de explotación. Esta ley, claramente opuesta a las leyes de la U.E., sigue en vigor, no ha sido abolida.

Durante los dos días que ha durado la huelga, hemos asistido a una espectacular subida de la inflación. La escasez, producto de falta de suministro y acopio de los ciudadanos, ha disparado la subida de precios en productos de adquisición diaria. Cuando esto se normalice, dudo mucho que los precios vuelvan a su estado anterior. En este país las subidas se repercuten inmediatamente pero no se normalizan en la misma medida. También, en sólo dos días, hay empresas que han aprovechando la coyuntura para presentar expedientes de regulación de empleo temporales. Esto acarrea que muchos despidos se conviertan en definitivos. No puedo creerme que dos días de paro pueda producir cuantiosas pérdidas en las empresas que motiven esta actuación.

Para solucionar el problema del transporte, es necesaria, como ocurrió en la minería y la siderurgia, una reconversión del sector. Existe un exceso de la oferta y mucha competencia en comparación con la demanda que impide repercutir el coste a los clientes.

Por último, me ha llamado mucho la atención la ausencia de los Sindicatos de siempre: UGT y CC.OO. Argumentan que no era una huelga de trabajadores. No han salido a la palestra para nada. Estoy seguro que si el Gobierno actual hubiera sido de otro color, su actitud hubiera sido otra. El oportunismo político se hace patente una vez más. Ya lo dijo Jardiel Poncela: “El que no se atreve a ser inteligente, se hace político”.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

domingo, 11 de mayo de 2008

LA DEBILIDAD COMO ARMA

Después de 6 días de secuestro en aguas de Somalia, los 26 tripulantes del “Playa de Bakio” fueron liberados una vez abonado el rescate exigido. Inicialmente el Gobierno no quiso afirmar ni desmentir si se había pagado por su liberación aclarando que “no sólo se ha solucionado felizmente el caso”, sino que “hemos sentado las bases para que no vuelva a ocurrir algo similar”. Sobre la primera afirmación, reconozco que el objetivo se cumplió, pues lo prioritario era liberar a los secuestrados; sobre la segunda, mucho me temo no compartir ese optimismo. Quizá hayamos sentado el precedente de que vuelva a ocurrir dado lo bien que les ha salido a los secuestradores. Se habla del pago de 1,2 millones de dólares (800.000 € = 133.- MM de las antiguas pesetas).

Creo que lo menos relevante es quien pagó el rescate pues las vidas humanas no tienen precio. Quizá es mejor pagar para después perseguir y conseguir la detención de los piratas, como hizo Francia. El Gobierno ha argumentado que no ha podido hacer lo mismo porque Francia mantiene en Somalia, una base militar y fuerzas suficientes y España no; y también porque, cualquier acción contra los secuestradores hubiese supuesto un riesgo para otros pesqueros que faenan en esas aguas. Estas respuestas no convencen a nadie. Francia nos hubiera ayudado militarmente como nos ayuda en la lucha antiterrorista si se lo hubiéramos pedido, y no está claro que una falta de reacción contundente beneficie a otros pesqueros españoles, sino todo lo contrario. Prueba de ello es que, al poco tiempo de la liberación del “Playa de Bakio”, ya estaban intentando repetir la jugada que impidió nuestra Fragata “Méndez Núñez”.

Desde el momento inicial del secuestro el Gobierno constituyó el llamado “Gabinete de crisis” que excluyó cualquier medida de fuerza contra los piratas. Envió a la fragata “Méndez Núñez” que es una auténtica joya naval, una de las más avanzadas de Europa, con tecnología puntera, artillería poderosa, silos para misiles, dirección de tiro sofisticada muy superior a las Armadas europeas, un helicóptero preparado para la intervención, y un destacamento de fuerzas especiales de Infantería de Marina. También figuraba un grupo especial de intervención rápida (GEOS). Por lo tanto, el buque iba armado con sus dotaciones completas, y listo para una intervención --no lo olvidemos— en aguas internacionales, que no hubiera supuesto ningún enfrentamiento con ningún país.

Una cosa es salvaguardar la vida de los pescadores, evidentemente la prioridad, y otra ceder a un chantaje terrorista en aguas internacionales. Ha sido una cesión a unos delincuentes y terroristas que ya saben de la debilidad de nuestro Gobierno. La no intervención no evita el riesgo que la acción no se repita. Porque, ¿qué pensaríamos si la policía renunciara a detener a los delincuentes, y prefiriera pactar con ellos? El Estado, el Gobierno no puede renunciar a la dignidad. Quizá un día de estos nos desayunemos con la noticia de que los secuestradores han sido detenidos. ¡Ojalá!.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

martes, 29 de abril de 2008

MODERNIZACION INAPLAZABLE



Arranca la nueva legislatura entre los clamores de los errores de la justicia. El caso de Mari Luz ha sido la gota que colmaba el vaso. Cuando se producen hechos fatales, es cuando se cuestionan los modelos. La verdad es que, en justicia, esto ha ocurrido siempre; se deja pasar la tormenta y luego nos olvidamos hasta la próxima vez. Ya es hora de poner en marcha una reforma y modernización inaplazable porque en 30 años de democracia, la justicia no ha conseguido progresar al mismo ritmo de otras instituciones. La reputación de la justicia ante la opinión es dramáticamente peor que otras instituciones públicas.

El portavoz del Consejo General del Poder Judicial, dice que nuestra justicia es uno de los sectores más abandonados: “Hace aguas y no está a la altura de las necesidades de los ciudadanos”. Lo cierto es que sólo se han ocupado –éste y anteriores gobiernos—de reformar los órganos de poder, repartirse los cargos, y enzarzarse en querellas partidistas para su control. Lo que el ciudadano reclama es una justicia imparcial e independiente, con responsabilidad y eficacia, pues hay quien se resiste a admitir que, en un Estado democrático, todo poder ha de ser responsable, y hay quien sigue negando su carácter de servicio; siendo éste la primera necesidad de quienes esperan la protección de sus derechos.

La estructura actual de la justicia no responde a un país moderno, activo, universalizado. Es penoso ver la acumulación de expedientes y demás documentación que hemos visualizado recientemente. Los jueces están desbordados, los procesos se hacen lentos, y las sentencias firmes se dilatan de forma escandalosa. Somos un país que más leyes tiene, pero existe una nula eficacia en llevar a cabo un seguimiento en el cumplimiento de las sentencias. Existen graves carencias materiales y personales que deben subsanarse. Es necesario planificar una fuerte inversión en un ambicioso plan de nuevas tecnologías, reorganización de juzgados, redistribución territorial de competencias, coalición amplia de profesionales y expertos que aporten experiencias de transformación, incluidas las Comunidades Autónomas.

Es inaplazable dotar de medios y forjar esta coalición positiva, e imprescindible para convertir al país de la justicia responsable y eficiente que necesita. Antes se prefirió dotar en su escaño a los Sres. Diputados de Ordenador individual, teléfono, etc. ¿Era imprescindible?

Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

viernes, 11 de abril de 2008

LIBERTAD Y DIGNIDAD HUMANA




Las imágenes ofrecidas de la ciudadana francesa Chantal Sébire, de 52 años, maestra, madre de 3 hijos, que padecía un tumor maligno e incurable que le afectaba toda la cara, han sido sobrecogedoras. Esta ciudadana francesa había solicitado permiso a las autoridades de su país para que la ayudaran a morir, pues el diagnóstico era que, dicho tumor, la acabaría matando sufriendo terribles dolores, por lo que no tenía sentido prolongar su agonía y entendió que su proyecto de vida había concluido. Últimamente no podía ver bien, y había perdido el gusto y el olfato. Ante la negativa a su solicitud, Chantal apareció muerta en su domicilio por ingestión, en dosis mortal, de “Pentobarbital”; un barbitúrico no disponible en farmacias que se utiliza en el sector veterinario.


Este hecho ha suscitado de nuevo la polémica sobre la eutanasia, y de nuevo surgen los detractores y los que están a favor. Personalmente declaro que mi opinión no está influenciada por ningún motivo religioso, económico, ni político, pues considero que, por encima de estos temas, está la libertad individual, cuya soberanía radica en el propio individuo, el derecho inalienable de cada ser humano a vivir y morir con dignidad.

Existen varios tipos de eutanasia pero sólo voy a referirme a las que se puedan aplicar a enfermos terminales, sin ningún tipo de esperanza. Todos tenemos experiencia de vivir o haber vivido la enfermedad mortal de un ser querido sometido a múltiples tratamientos, prolongando su vida a expensas de un sufrimiento innecesario y nula calidad de vida.

Alguien dirá: “Una cosa es morir y otra matar”; “ningún médico puede desistir de la asistencia médica a un paciente y menos quitarle la vida”. Es evidente que la asistencia médica debe dirigirse a salvar la vida, no escatimando medios para su logro, sin embargo muchos médicos reconocen que, en muchos casos, se prolonga la vida del paciente a expensas de un sufrimiento innecesario y sin ninguna posibilidad futura. Si se desconectara la máquina, o dejaran de suministrar el tratamiento que les mantiene con vida (artificialmente), morirían sin remedio. En estas situaciones, ¿debemos prolongar la vida a cualquier precio? ¿Es humano permitir que continúe esa agonía insoportable? Lo curioso es que, cualquier paciente, puede y tiene derecho a renunciar a un tratamiento. Nadie puede obligarle a aceptarlo, aun a expensas de su propia vida. ¿No es esto una forma de dejarle morir?

Además de un problema médico, político o social, la eutanasia adquiere una dimensión moral. La Iglesia también se pronuncia: “Nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano inocente”. “La eutanasia implica matar a un ser querido por Dios que vela por su vida y por su muerte”; “es un grave pecado que atenta contra el hombre y contra Dios”. Es la misma Iglesia que no condena, en toda circunstancia las guerras --donde mueren los más inocentes-- y la pena de muerte, y en cambio exalta el martirio. ¿Por qué se empeña en que el dolor y el sufrimiento gratuito nos fortalecen? ¿Nos fortalece?, ¿de qué?

Estoy seguro de que en España, si se hiciera una consulta popular sobre la regulación de la eutanasia, similar a la existente en Bélgica, Holanda y Suiza, la mayoría la aprobaría.

El derecho de las personas a vivir y morir dignamente, se relaciona estrechamente con el principio de autonomía personal; por lo que no existe derecho más importante que el de cada individuo a estar en posesión y control de su propia persona, libre de toda restricción o interferencia de otros. La dignidad humana sin este derecho, estaría desprovista de contenido. Ninguna persona renuncia a la vida si ésta mereciera conservarse.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

jueves, 3 de abril de 2008

NO ME SALEN LAS CUENTAS

NO ME SALEN LAS CUENTAS


Mucha gente habla que vivimos una crisis económica. Otros dicen que no existe tal crisis, sino que se trata de una desaceleración momentánea y pasajera. No se qué será, pero es evidente que vivimos un porcentaje de inflación importante que se traduce en una salvaje subida de precios en productos de primera necesidad, subida incesante de los tipos de interés que ha originado un mayor endeudamiento familiar y que, según los entendidos, esto daría lugar a una serie de acontecimientos tales como: reducción del consumo con especial incidencia en turismo, ocio, coches, electrodomésticos, ordenadores, etc., aumento del paro, incremento de la morosidad que nos lleva a una mayor dificultad para acceder a financiación personal y empresarial, etc.

Vivimos en un país donde el mayor protagonismo económico han sido la construcción y el turismo, y no hemos potenciado ni desarrollado nuestra industria. La mayoría de los productos que necesitamos los tenemos que importar. Fabricamos muy poco, y nos interesa más comprar fuera porque nos sale más barato. Nos hemos convertido en un país de servicios con un problema importante de productividad. No sabemos adelantarnos a los acontecimientos venideros; cuando algún segmento de nuestra economía va mal y se resiente: subvención que te crió. Parcheamos las crisis mediante todo tipo de subvenciones, y esto no es bueno.

Nos hemos pasado varios años creciendo muy por encima de la media de la Unión Europea, y es imposible crecer al ritmo que lo hacíamos antes si nuestra economía se sigue sosteniendo sobre estos pilares. Pero, independientemente de la existencia o no de una crisis, y de las posibles soluciones a la misma, a mí no me salen las cuentas.

Y no me salen las cuentas porque cualquiera ha podido comprobar, en estas recientes vacaciones de Semana Santa, que han circulado por nuestras carreteras más de 15 Millones de vehículos, que suponen 700.000.- desplazamientos más que el año anterior; y eso al precio que están los carburantes. La ocupación hotelera también ha sido muy satisfactoria, y eso que el tiempo no ha acompañado, sin mencionar que los restaurantes (baratos y caros), han trabajado al 100%. Igual comportamiento han experimentado otros lugares de ocio (cines, bares, boleras, etc.), con gran afluencia de público. Y es que no estamos dispuestos a renunciar a nuestros espacios de ocio aunque no tengamos dinero. Ya tendremos tiempo de “negociar” con el Banco los descubiertos en cuenta, y los excesos de nuestra tarjeta de crédito.

Salvo determinadas profesiones en que los ingresos pueden ser variables, la mayoría de los trabajadores viven de un sueldo fijo. Esto sitúa la salud económica de la familia en el terreno del gasto. Existen gastos fijos como el pago de la hipoteca, colegio, comunidad de vecinos, que se suelen mantener inalterables en un año; y los gastos variables tales como: luz, gas, agua, teléfono, alimentación, fácilmente previsibles. Me parece que, una vez hechas las necesarias previsiones, poco queda para el ocio; por eso no me salen las cuentas.

No obstante, es un consuelo comprobar que la cienmileurista-presidenta, Esperanza Aguirre, dice en su biografía: “No tener pagas extras me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos. No es que haga números a final de mes, ¡es que muchas veces no llego!”. No me extraña porque 8.395,24 € al mes se te van volando.



Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com






martes, 11 de marzo de 2008

JUSTICIA DE ALTO STANDING

LA JUSTICIA DE “LOS ALBERTOS”

En estos días ha causado sorpresa y cierta discrepancia, la reciente sentencia absolutoria del Tribunal Constitucional (T.C.), que anula otra del Tribunal Supremo por la que condenaba a Alberto Cortina y Alberto Alcocer, a 3 años y 4 meses de prisión por estafa y falsedad en documento mercantil. Se lucraron de 24,5 Millones de euros que debían haber ido a parar a los socios minoritarios de Urbanor por la venta de los terrenos de las Torres Kío durante los años 80.

La justicia considera probados los hechos que se fundamenta la querella que data desde el año 1993, y fueron condenados hace un año a las penas indicadas. Desde entonces, los financieros iniciaron todas las vías judiciales posibles para evitar la prisión; pagaron los 24,5 Millones, más los intereses de demora y, paralelamente, iniciaron solicitud de indulto que conllevó que no pisaran la cárcel, pues la Audiencia Provincial suspendió la ejecución de la sentencia hasta que el Ministerio de Justicia resolviera su petición de indulto. El T.C., absuelve a los hermanos porque el delito ha prescrito, y dice que para la interrupción del plazo legal de prescripción no basta con “la mera presentación y registro de una querella”, sino que el expediente debe ser admitido a trámite por el juez.

Esta sentencia sienta un precedente pues, aunque el T.C. ostenta la jurisdicción suprema en materias de garantías constitucionales, también es cierto que no puede invadir el ámbito de la jurisdicción ordinaria, en la que la supremacía corresponde al Tribunal Supremo, y la valoración e interpretación de hechos constitutivos de delito, corresponde a los tribunales ordinarios. Además puede dar lugar a que muchas querellas pueden convertirse en papel mojado, si el juzgado correspondiente, no trabaja de forma diligente, y diluye en el tiempo admitir a trámite la demanda.

Parece que el tiempo juega a favor del infractor. La interpretación de la prescripción del delito que hace el T.C., perjudica a los estafados y beneficia a los estafadores; amenaza la lucha contra el fraude fiscal, y puede dar lugar a que tengamos la sensación que existe una total impunidad para los delitos financieros de “alto standing”; que existe una justicia de clase y, sobre todo, que la justicia española funciona con una lentitud inadmisible.

Sentencias como esta son difíciles de digerir. Insultan a la decencia y al sentido común, originan en el ciudadano desconfianza en la administración de justicia y sensación de impunidad para ciertos delitos, cuando la función de juzgar se debe practicar en su más noble versión de prudencia, que tiene como objetivo simplemente eso: Administrar justicia.




Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com




lunes, 25 de febrero de 2008

¡ QUE VIENEN LOS MÍTINES !

¡ QUE VIENEN LOS MÍTINES ¡


Ya ha comenzado oficialmente la campaña electoral para las próximas elecciones generales del 9 de marzo. A partir de hoy, --aunque bien mirado hace tiempo que empezó, o quizá, siempre estemos en campaña-- sufriremos día a día la invasión de los distintos candidatos solicitando nuestro voto. En fin, como dice el refrán: “no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista”. Habrá que resignarse, e intentar pasar estas fechas lo mejor posible. Porque los mítines son la forma más democrática de perder el tiempo y de derrochar esfuerzo y dinero.

En esta nueva campaña electoral va a existir un despliegue extraordinario de logística: (transporte, movilización de simpatizantes, montaje, acondicionamiento del lugar, etc.), con el consiguiente costo de hoteles, dietas, y medios de transporte. Y este dinero no crea que sale del bolsillo de los candidatos, nada de eso. El Estado, es decir, todos nosotros, subvencionará con 21.167,64 Euros cada escaño conseguido en el Congreso y el Senado: así como 79 céntimos por voto recibido, siempre que se haya traducido en escaños. También existe un límite de gasto de campaña, que será el resultante de multiplicar por 37 céntimos, el número de habitantes de cada población. Aún así, si decidimos hacer cuentas, comprobaremos les compensa sobradamente el esfuerzo que los distintos partidos políticos hacen en esta campaña.

Ahora bien, ¿por qué ese esfuerzo tan fatigoso de hoy aquí y mañana allí?, porque lo que pueda decir, por ejemplo, el Sr. Zapatero en León, lo podía decir perfectamente en un plató de Televisión. Si se organizaran debates entre los candidatos (todos) y mítines en televisiones de cobertura nacional, se evitarían gastos superfluos, movimiento de masas inútiles, con la ventaja de que, quien lo desee, estaría informado de lo que ofrece cada candidato, y conocería su programa político. Me dirán: ¿Qué pasa con el público local? Pues es cuestión de que el autobús tire para los estudios de TV en vez de ir a León; porque, ¿acaso no es de pago el público que asiste a los platos?, ¿y no llevan los partidos en autobús a sus afiliados y simpatizantes? Con la ventaja de que si no interesa, tan simple como darle al botón del mando a distancia, cambiando de canal, o apagando la TV que, de vez en cuando, no vendría mal.

En las distintas televisiones sólo asistimos a debates políticos protagonizados por periodistas --siempre los mismos--, partidarios de uno u otro bando, cuando lo que el ciudadano desea es escuchar directamente a los distintos candidatos debatiendo entre sí. Una programación de debates y mítines en las TVs, reduciría ostensiblemente el costo de la campaña electoral, y sería posible una mayor participación ciudadana, pues se podría formular preguntas directas. Pero no podemos olvidar que de por medio está el marketing, que considera a la política un producto más de venta. No vende nada físico, sino ideas, proyectos, propuestas, logros………, y, casi siempre, errores del contrario.

Nos inundarán con promesas de difícil digestión intelectual, que caducarán al día siguiente posterior a las elecciones. Los políticos no son previsores. Viven de la inmediatez. Es más apropiado decir una chorrada desternillante a tiempo para provocar una risotada, que decir algo con verdadero sentido. Se enquistan en criticar los errores del contrario y, lo lamentable, es que siguen sin exponer apenas reflexiones hondas a los sufridos copartícipes de un mitin. Aquí también tienen mucha culpa los medios de comunicación que, en sus resúmenes y reseñas, sólo prevalecen los titulares que generan espontaneidad iletrada, que provoca la risa por lo ocurrente, sin desentrañar más a fondo el significado real y verdadero de sus ocurrencias.

Hay que dejar una luz para la esperanza. Me gustaría que esta campaña fuese una explicación pensada de los distintos programas, cotejar los pensamientos de nuestros candidatos; dejar una rendija de aire fresco para ejercer la moderación, el debate de ideas para que podamos elegir la opinión más sabia, las más austera, sin florituras y aspavientos; aquella que sea más esencial –o lo parezca--; la que, en definitiva, nos convierta en personas que piensan con generosidad y devoción en bien de todos.



Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

lunes, 28 de enero de 2008

400 EUROS


400 EUROS

En estos días nos ha sorprendido la noticia del anuncio de que, El Partido Socialista promete, si gana las elecciones, abonar 400€ a todos los contribuyentes que pagan el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta medida la han justificado como “una transferencia de renta a los ciudadanos, que es posible, gracias al superavit fiscal”.

Ni que decir tiene que ha suscitado todo tipo de comentarios a favor y en contra; el PSOE lo apoya y tilda de iniciativa progresista, y para mejorar la capacidad adquisitiva de los españoles; y el P.P., argumenta se trata de oportunismo electoral, compra de votos y ausencia de ideas económicas para hacer frente a la recesión que se avecina.

No sé quién de los dos tiene más razón, pero sí parece evidente se trata de una estrategia electoral donde ambos partidos, con sus promesas, han comenzado una frívola subasta fiscal, y en palabras del Sr. Llamazares, de Izquierda Unida: “Van a empeñar hasta el rosario de la abuela, y no va a quedar dinero para hacer política social y demuestra que el PSOE no dice la verdad cuando afirma que la economía va bien”.

A mí me parece una medida económica más típica de la derecha, porque viene a decir que los impuestos no sirven, que el Estado malgasta y que sobra lo que pagamos porque nos devuelven sin más. Además, la devolución de estos 400€ no debería ser lineal; pues no es lo mismo devolver a un jubilado con pensión baja, que a un banquero acreditado, o a un empleado mileurista, que a un futbolista de élite. No es lo mismo. Hay que recordar que esta medida afectaría a 13 Millones de contribuyentes, y su coste oscilaría en unos 5.000 Millones de euros.

Se hace necesario que los políticos, a través de sus partidos, se dediquen, de una vez por todas, a trabajar por el bien común con vocación de servicio al ciudadano; planificando las necesidades inaplazables de los contribuyentes, destinando los recursos económicos que éstos exijan, adecuando los impuestos a lo que cada uno gane. Esto sí es una política social y de izquierdas. El PSOE hace tiempo que ya no la practica.

Porque, si es verdad que existe superavit, en vez de devolver de forma generalizada y lineal este dinero, se podría emplear, por ejemplo, para:

- Reformar administrativamente la justicia, y desatascar el retraso en que se encuentra.
- Que los pensionistas dejaran de gastar 1.800€ en residencias privadas, con pensiones de 600€.
- Dotar de más recursos a la Sanidad, dotándolas de más camas y aliviar las listas de espera.
- Subir el Salario Mínimo junto con las pensiones de viudedad que son de vergüenza.
- Optimizar y dotar a las Universidades públicas para que sean de las mejores de mundo.
- Efectuar un Plan Nacional de viviendas sociales, construyendo donde realmente se necesite, y no donde interese.
- Mejorar administrativamente nuestra TVE, optimizando los recursos para eliminar gran parte de esa publicidad que padecemos todos.
- Dotar los recursos necesarios para Investigación y fomento de patentes, ayudando a las investigaciones e ideas beneficiosas para la colectividad.
- Más fácil todavía: Como parece que hay margen, bajen los impuestos acorde con lo que gane cada uno.

Evidentemente existen otras muchas propuestas, seguramente más interesantes que las aquí expuestas. Ojalá alguna se efectúe porque parece que les sobra el dinero y no saben en qué gastarlo.


Miguel F. Canser
www.cansermiguel.blogspot.com

martes, 22 de enero de 2008

CHARLATANES DE MERCADILLO






Se acercan las elecciones generales y los líderes de los partidos políticos empiezan a proclamar sus promesas, todos coinciden en que, a partir del próximo 9 de marzo, nos van a arreglar todos nuestros problemas; nos dirán que, cada uno de ellos, tiene la solución para que se terminen nuestras penalidades. Prometen, ofertan, y parece que rivalizan a ver quién es más osado, ocurrente y original en sus propuestas. Pero, en política, ya no es como antes. Ya no vale todo. Los ciudadanos saben que algunas promesas son difíciles de cumplir, --porque se repiten cada legislatura— y sólo van dedicados a conseguir votos. ¿Son sinceros, o son meros actos de marketing? Veamos algunas propuestas de los dos principales partidos.

PARTIDO SOCIALISTA - PSOE

Han fichado a dos premios Nóbel y a otros 12 expertos internacionales para redactar su programa, que aún no ha salido a la luz; aún así, en distintos mítines nos han adelantado algunas cosas:

- Prometen crear 2 Millones de puestos de trabajo en cuatro años, y llegar a una tasa de desempleo del 7%.
- Prometen crear 300.000.- plazas de guardería para impulsar la dedicación de la mujer al mercado laboral.
- Prometen construir 1,5 Millones de viviendas de protección oficial en diez años.
- Prometen bonificar con 500€ al año, la cuota de la Seg. Social que tenga que pagar un empresario si contrata al primer trabajador de manera indefinida y sea: joven, mujer o inmigrante.
- Prometen limitar la publicidad en TVE hasta 9 minutos por hora. Actualmente es, en teoría de 12 minutos. (El grado de cumplimiento es decepcionante)
- Aumentar el salario mínimo hasta 800 €.
- También nos dicen que la inflación galopante que padecemos, comenzará a moderarse a partir del próximo mes de marzo actual. (Que casualidad, después de las elecciones).
- Una prioridad para la próxima legislatura: El AVE gallego.


PARTIDO POPULAR

- Promete subir las pensiones mínimas en 150 € que beneficiará a 2,8 millones de españoles. La intención es elevar el índice que determina la pensión desde el 52% actual, hasta el 70%. Convocaría el Pacto de Toledo.
- Promete recortar el Impuesto de Sociedades en un 5% (del 32,5% al 28%) y fija su principal objetivo en recuperar poder adquisitivo para las familias. (No está muy clara la relación entre que las empresas paguen menos impuestos y que sus trabajadores se beneficien de esta medida).- Que no paguen impuestos los trabajadores que ganen menos de 16.000 € al año. (No explican si los que ganan más de esa cantidad, estarían exentos hasta los 16.000 €)
- Prometen rebajar el I.R.P.F. a todas las mujeres trabajadoras. (Algunos pensarán que esta medida es discriminatoria y crea desigualdad; pudiendo incurrir en inconstitucional).
Todas estas acciones, las de uno y otro bando, requieren la inyección de recursos económicos importantes, que no explican de dónde van a salir, y cómo se van a financiar; y de realizarse, de qué rúbrica se van a retrotraer, y en detrimento de qué partida presupuestaria, pues también todos coinciden en bajar los impuestos. Es el oportunismo político reiterativo y pertinaz donde aprovechan para decir lo que queremos oír. Nos venden su propaganda como charlatanes de mercadillo. Requieren nuestro voto en base a la descalificación del contrario, no a los logros propios conseguidos, y ofenden a nuestra inteligencia con tanta frase ocurrente y graciosa. Dentro de poco nos veremos inundados de su propaganda y recibiremos en nuestro buzón, el papel con la lista para votar, pero no recibiremos, por ejemplo, ningún ejemplar de sus programas….. ¿Para qué?

No obstante, nuestra obligación es votar. Esta es la oportunidad de que los ciudadanos nos pronunciemos. No aconsejo nunca la abstención. Si no nos gusta nadie, está el voto en blanco, pero esto es otro tema que merece reflexión aparte y que, si puedo, prometo debatir.



Miguel F. Canser